CAPÍTULO 16
—Dijiste que era imposible no fijarse en mí, ya que tengo muchos encantos, ¿Es eso cierto? —Los ojos oscuros del asiático se llenaron de un brillo peculiar, sus pómulos se elevaron formando una ligera y hermosa sonrisa que hizo a mi corazón dudar por un momento.
—Solo dije la verdad… —Vociferé mirando hacia todos los lados, mi estómago se sentía extraño, mis manos se sentían demasiado sudorosas, mucho más de lo normal, —cualquier mujer podría decir lo mismo que yo, Kim Taewoo… —El enfoque de sus ojos se perdió por un instante, era como si la decepción se hubiese apoderado de todo su cuerpo.
—¿Cualquier mujer? —Braveó sin mirarme, —¿Y tú?
Una corriente eléctrica perforó mi estómago porque no sabía en donde iba a parar t
«CAPÍTULO 17»Las palabras se atoraron en mi garganta y no puedo decir nada, intento zafarme del agarre del señor Harper, pero este se aferra mucho más a mi cuerpo. Mis piernas se tambalean de un lado hacia el otro, al observar cómo Kim Taewoo se posa delante de nosotros como alma que lleva el diablo. La expresión en su rostro es un poco extraña y no logro comprenderla en su totalidad, sus manos tocan delicadamente el puente de su nariz, para luego relajar sus hombros con algo de decepción.La siguiente en mirarnos con algo de enojo es MacKenzie, sus ojos se posan inmediatamente sobre mí, su boca hace una pequeña mueca de desagrado y lo entiendo, quizás sabe que soy demasiado poca cosa para su hermano mayor, y tal vez esté pensando que lo único que quiero es su maldito dinero.Luego de eso y para finalizar, las risas sonoras de Aine no se hacen esperar, sus tacones de
CAPÍTULO 18Luego de algunos segundos de agonía, por fin llegamos, Bruno estacionó el coche, mientras que yo corrí desesperada hasta la sala de cirugía. Allí, mi profesor me recibió con un cálido abrazo, entre tanto los médicos encargados de mamá se dirigieron hacia mí con un aura de malas noticias que erizó cada vello de mi piel.—¿Cómo está mamá?—Mal.Soltó sin tapujos uno de los doctores.—¿Qué sucedió?Volví a preguntar.—El estado de tu madre es terminal… Pero…Se quedó callado.Mis pasos me guiaron hacia él con desespero, mientras que mi jefe apareció repentinamente una vez más ante mí.—¡¿Pero ¡¿qué?!—Su mamá necesita entrar en un tratamiento innovador con algunos especialistas ahora mismo, si no queremos perderla antes de tiempo.Mi cabeza, mi cabeza se quiere zafar de mi cuerpo.—¿Cuánto cuesta eso?Una enfermera me entregó una factura y casi me desmayo al ver el valor.—Es demasiado dinero.Mascullé casi ahogándome en mi propia saliva.El señor Harper se alejó tomando su t
CAPÍTULO 19El empresario no tenía ni una sola expresión sobre su rostro, sus hombros relajados, su postura erguida y dominante, me hicieron percatarme que estaba enfrentándome a un completo bastardo. Mi jefe caminó decidido hacia su escritorio, me echó un vistazo antes de sentarse sobre su silla de cuero, rebuscó algo dentro de una se las gavetas de la mesa y sacó una chequera, la cual firmó luego de un par de segundos.—Mira esto y luego toma una decisión.Rugió extendiéndome el pedazo de papel que dudé en tomar, sin embargo, mis piernas me guiaron con inercia hasta la posición en donde se hallaba el británico. La mandíbula perfilada y tensa del presidente de Harper Fashion House se elevó apenas agarré con mis manos temblorosas el cheque.El silbido grotesco dentro de mi cabeza, retumbó sobre mis oídos y me hi
CAPÍTULO 20¿Por qué?¿Para qué hacía todo esto?Mis manos apretaron mi pecho cuando una extraña sensación y que jamás había sentido se instaló en mi estómago, quería sonreír, claro que quería hacerlo, pero entendía que si lo hacía estaría en el borde del precipicio. Bruno Harper, no me puedo enamorar de Bruno Harper. Intenté convencerme a mí misma que todo esto lo hacía para elevar su ego, que su único propósito era llevarme a la cama y deslumbrarme con su dinero para tenerme a sus pies.Al salir de la universidad, Diego, su chófer de confianza ya me estaba esperando, o eso creí antes de ver a mi propio jefe saliendo de su coche, tan elegante, tan mancho, tan alfa como solo él era. Una sonrisa amplia sacudió mi corazón, entre tantos cientos de estudiant
«CAPÍTULO 21»Bruno Harper.Todo mi cuerpo se descompuso en el justo momento en que mis oídos escucharon aquella estúpida confesión que venía de parte del bastardo de Kim Taewoo. Sus ojos acusadores me observaron detenidamente, mientras yo solo veía como su mano sostenía con vehemencia la muñeca de April Parker. Mis pies se movieron inquietos por el deseo que invadía mi cuerpo al querer quitarle esa sonrisa de satisfacción de la cara.—¿Qué acabas de decir? —Escupí dejando reposar mis dedos sobre mi cadera, la chiquilla de ojos oscuros, me observó asustadiza, si bien, sabía que en cualquier momento podía explotar, sin embargo, no podía ser ni aquí ni ahora. Debía cerrar un contrato millonario con los franceses, y por nada del mundo podía echar a perder algo que me costó demasiado obtener. &mdas
CAPÍTULO 22Fulminé con la mirada a Diego una vez me sacó de mi trance, —¿No va a esperar a la señorita Parker? —Mi cara se tuvo que haber descompuesto al escucharlo pronunciar su nombre, ya que mi chófer bajó la cabeza y echó andar mi camioneta son decir una sola palabra más.No entendía porque me sentía de aquella manera, sin embargo, cualquier sentimiento que estuviese naciendo por April Parker debía ser eliminado de raíz. Apenas llegué a mi compañía caminé con pasos apresurados hasta oficina, me tiré de espalda contra mi silla giratoria y maldije al ver el pequeño escritorio dentro del lugar y el cuál yo había mandado a traer para que mi nueva secretaria usara.Quería que ella estuviese lo más cerca posible de mí, es por eso que había solicitado a mantenimiento acomodarle su
«CAPÍTULO 23»Mi cuerpo me está enviando esas señales de peligro que solo yo puedo escuchar, la enorme mano suave y fría de mi jefe, se desliza descaradamente por mis muslos internos, y lo peor de todo es que no lo estoy deteniendo. Un hilo cristalino y salado de sudor, recorrer mis mejillas hasta llegar a mi pecho, una extraña sensación se apodera de mi estómago en el justo instante en que el británico hombre separa mis rodillas tan bruscamente, que me es imposible ahora respirar.Mis hombros suben y bajan rápidamente porque tengo miedo, estas cosas no son normales para mí, y tengo temor de ser una estúpida inexperta que termine por aburrir al señor Harper. Mis codos me ayudan a apoyar mi espalda contra el escritorio, y suprimo un pequeño y angustiado grito al recibir los dedos de Bruno entre mis bragas.Para este punto mi corazón está latiendo d
CAPÍTULO 24—Señor…Susurré hundiendo mi mentón sobre su hombro una vez las caricias se intensificaron. —Tranquila, April Parker… si en algún momento quieres detener esto, solo dilo… —Su mano libre levantó mi mentón para así obligarme a mirarlo, —Cierra los ojos, y siente esto… —Mis caderas comenzaron a moverse por sí solas en el momento en que una líquido viscoso y transparente empezó a escurrir de mi interior.Los muslos de mis piernas arden por la presión del cuerpo de mi jefe contra el mío, mi lengua relame mis labios dejando una capa de saliva brillante sobre estos, logrando que la mirada penetrante y lasciva de Bruno se instalara en mi boca. Su dedo índice tocó mi labio inferior, mi pecho subía y bajaba al observar como la cabeza del británico se iba a cercando poco a poco, con caut