RODRIGO —¡Estás despedida!— doy mi última palabra viendo que la secretaria se va llorando y Victor me mira reprobando mi actitud.No estoy de humor, aseguro la verdad, no estoy conforme con su trabajo y según sus cálculos, está fue la quinta secretaria que bote, han pasado casi tres semanas desde que regrese a la oficina, me he ocupado de mi trabajo pero la concentración ya no es la de antes, a menos que se trate de ella y el habla de ella. —Tranquilo no te culpo, yo tampoco ando de buen humor, mi novia no está conmigo, tu no se porque andas tan histérico— lo escucho y a veces aunque no tenga la culpa me da ganas de golpearlo. —¿Realmente aún no hablas con ella?. —No como quisiera, unas cuántas llamadas telefónicas no es lo mismo que verla y ella no me da oportunidad— me cuenta frustrado y quisiera decir que lo siento pero no es así. —Cuéntame más.—Me preocupa, comprendo que hay ocasiones en las que ella siente que no le doy su lugar pero es porque la considero una mujer fuerte
Gabriela—Muchas graciasRespondo con la sinceridad que desde hace un tiempo me ha abandonado pero me niego a que siga siendo así, yo puedo tener muchos defectos y pensamientos como cualquier ser humano y ser una mujer que va a servir de alfombra del resto no está en ella, camino lo más rápido posible para ponerme en un lugar, un sitio donde me pueda sentir cómoda y eso es mi trabajo, estás semanas han sido una tortura que seguramente apenas empieza pero aquí estoy intentando no solo dar la cara si no también a decirme a mi misma que yo puedo. Puedo trabajar porque ignoro todos los ojos que están sobre mí principalmente los del hombre que ha puesto mi mundo de cabeza y me dispongo a manejar la proyección del programa que debería presentar, la emoción que siento es la razón por la que me tiembla todo, los ejecutivos toman asiento. Victor me sonríe feliz y eso es una punzada en mi corazón, le he fallado y el a mi también, no de la misma manera y no es justificación, solo se que ambos
GABRIELA —¿La secretaria estará al frente de un área tan importante como esa?— pregunta uno de los ejecutivos y si lo escucho pero mis ojos no se despegan del celeste del insoportable que me hace tambalear. —Dudo que alguien aquí se haya vuelto sordo, Gabriela no es la secretaria— recalca la palabra con la que se dirigen a mí intentando rebajarme — es la jefa de relaciones públicas o simplemente no hay trato. La forma en la que habla y se sienta cruzando las piernas como un varón me hace sentir que no tengo lugar en ningún lado en este momento, el haberme puesto como meta no mirarlo ahora mismo se ha ido al caño porque pueden haber mil personas a nuestro alrededor pero mis ojos llenos de lágrimas solo están fijos en el imponente, insoportable y odioso hombre que me está dando la oportunidad de mi vida y al cuál parece no importarle nada ni nadie, siento que me ahogo sabiendo que la sorpresa no es solo para mi si no también para ellos tomando en cuenta que realmente no tengo un
RODRIGO —Victor por favor escucha, yo— intenta hablar la fastidiosa mujer de ojos perfectos mientras el novio acaricia su rostro haciendo que reniegue más porque solo me hacen perder el tiempo— ahora no puedo.—Lamento mucho interrumpir el romántico momento pero yo si tengo que trabajar y tú también— me dirijo a ella— sus demostraciones de amor las pueden dejar para después si no es molestia— hablo enérgico mientras la madre d eminamigo sigue pálida y el me pide tiempo para hablar con su novia— les recuerdo— digo avanzado hacia los dos— que ella ya no es la secretaria así que tiempo es lo que más nos falta— miro como la sigue tomando de la mejilla y ella no hace nada— ¿Le pasó carta de invitación señorita Montalvan?. —No señor— me responde con nerviosismo y fastidio— hablaremos luego, por favor— camina detras de mi y hago un espacio para que vaya adelante. —Un momento— escucho a Patricio más serio que nunca— si has tomado una decisión pasando por encima de todos— se soba cada lad
GABRIELA —Señor— se me detiene el corazón y me separo de inmediato del hombre que detesto y me pone la piel de gallina— yo lo puedo explicar, es que— las palabras no me salen y me siento helada— es que yo… —Definitivamente no somos los mejores amigos del mundo pero eso no quiere decir que no pueda hacer algo ante una situación estresante como la que ha vivido Gabriela, desde que he llegado he notado que tú esposa vive para eso y ahora ella no solo es personal de la empresa, es parte de mi equipo y como tal, yo cuido lo que es mío— responde altivo, seguro y las últimas palabras que dice se que no tienen doble sentido pero me ponen la piel de gallina— tu lo has dicho, un poco de amabilidad no mata a nadie— finaliza mientras yo respiro. —Tienes razón y lo lamento mucho— se dirige el hombre mayor a mi— eres una mujer encantadora, noble y con mucha paciencia pues la actitud de mi esposa es desesperante— me abraza y me siento una traidora dolida— te agradezco mucho que hayas regresado Ga
RODRIGO —Te odio. La escucho decir mientras jadea cuando le muerdo el cuello y solo me puedo reir metiendo mi lengua en su boca, afirmó que la detesto porque realmente me saca de quicio pero es su belleza, su ferocidad, la forma en que se arquea cuando muerdo su barbilla sintiendo la suavidad de su piel blanca y sedosa. La manera en la que está mujer y la situación me pueden encender no tiene nombre, simplemente dicen que lo prohibido lo hace mejor y es verdad, su novio es su amor y es mi mejor amigo pero nada importa cuando pasa esto, cuando cada uno explota el carácter de mierda que tenemos porque en esta guerra entre lo bueno y lo malo no estoy solo y lo que llevamos a nuestras espaldas es un secreto que es sólo nuestro, un pecado inigualable, tanto que el arrepentimiento lo hago a un lado así como subo las manos por su falda, su pierna la enredó con fuerza en mi cintura y me desespero doblando un poco las rodillas para que sienta como me pone haciéndola gemir. —Ni siquiera lo
GABRIELA —Nunca había visto unos ojos así— jadeo viendo el celeste intenso casi gris cuando me toca los pechos sin pudor. —Nunca habías visto unos ojos que te miren así, son cosas diferentes. Me dice y se me seca la garganta porque tiene razón, nadie nunca me ha mirado como el y esto es demasiado como para pensar, me siento mal de una excelente manera, me siento como una mierda que escucha como esa mujer no solo habla de mi si no hasta de mi familia. Seguramente una cosa no tiene que ver con la otra pero la odio, me siento en la infierno por querer gritarle que se calle porque solo quiero quedarme en el momento donde esté hombre, uno de sus niños dorados que casi súplica para que se la chupe y quiero hacerlo… el escuchar lo que dice me llena de odio y el pezón que me muerde encima de la ropa me arde y me excita haciendo que apriete su tronco duro, grueso y lleno de venas que quiero repasar y es lo que hago. Sus labios se apoderan de los míos y respondo rápido solo para bajar y p
VICTOR —¡Joder estoy tan cansado de esto esto!. Explotó teniendo a papá, mamá y Cameron en mi oficina no solo mirándome con asombro si no también reprobando mi actitud pero no es aprobación lo que busco si no que me dejen en paz. Las cosas con Gabriela ya han estado bastante tensas como para tolerar el interrogatorio que tengo aquí y la cabeza me revienta de la peor manera. —!¡Cállate!— me estreso gritando a mi ex que solo insulta a mi novia y eso hace que papá me reprenda— no soy un niño. —Pero te comportas como tal al dejar que esté par— señala a las mujeres— se meten una y otra vez en tu vida, yo también estoy harto porque mientras que ustedes— se dirige a ellas— lo único que hacen es aumentar insultos hacia esa muchacha, yo me tengo que encargar de controlar las locuras de Rodrigo y su arrogancia. —Una cosa no tiene que ver con la otra papá. Mamá odia a Gabriela y ese es un problema, lo del negocio no fue la mejor manera pero Rodrigo lo ha hecho muy bien. —No puedo creer qu