Rodrigo —El control es mío y las lágrimas de una hipócrita no van a manipular mis decisiones nunca más. Camino de un lado a otro en la oficina en la que estoy, solo como casi toda la vida y no hay problema, me gusta esto, lo que no me gusta es saber que le estoy mintiendo a mi amigo, al hermano que la vida me dió, el que me prestó su hombro y hasta su familia en más de una ocasión, el mismo que me ha recibido con los brazos abiertos mientras yo no he dejado de fantasear con esa que tuve en la cama. —Ella no es especial. Aprendí a no complicarme la vida pero hay ocasiones en las que esta te juega de la peor forma, el dominio es mío porque un día estuve a Merced de una situación de mierda cuando Juliana me vio la cara y ahora estoy siendo participe de que le vean la cara a mi amigo y eso va contra los límites que hasta un hombre como yo no debe cruzar.—Decirle la verdad es lo ideal, no regrese para esto— le doy una calada al cigarrillo mientras repaso los recuerdos— si lo amara no
Gabriela —¿Qué?Apenas puedo escuchar a Víctor y decir que el mundo se me viene encima ya es repetitivo porque el peso de ese error no se compara ni a una avalancha, mi novio está muy molesto por esas fotos en la revista, mi suegra me odia y mi suegro está muy relajado dando la noticia de que me quiere poner a trabajar con el desconocido que aún me preguntó porque se tuvo que cruzar en mi camino. —Soy la secretaria de vicepresidencia. Es a penas lo único que puedo balbucear mientras que todos están sorprendidos, pero nada como los ojos celestes de ese hombre, un color que tiene una intensidad arrolladora. No comprendo y me siento miserable cuando mi suegro me abraza diciendo que debo salir de la rutina, el no se imagina que salí de la rutina de la peor forma esa noche y los ojos me pican pero ya no lloro, ahora mismo solo necesito tener el valor de decir algo, de reclamar, de pelear pero no tengo cara para hacerlo, las palabras y las miradas de Leticia son dagas pero aún sin saber
Gabriela Esto es bueno, nada bueno hiciste una estupidez y ahora estas son las consecuencias.Victor me regaña abrazándome por la espalda y yo siento que sus manos me queman porque no me lo merezco, a pesar de su molestia intenta ser amable y la rabia que siento conmigo no tiene cuándo acabar, tanto reclamar que no me defiende para terminar enredada con el primer imbécil que me hizo sentir importante, nada tiene sentido, no tengo justificación.—Es un cambio extraño— continúa— pero ya sabemos que nada nos podría separar— sus palabras arman y desarman mi corazón— ¿Por qué lo hiciste Gaby?— su voz me hace temblar.—¿A qué te refieres? —A esa noche, te he dicho muchas veces que debes ignorar a los demás y centrar tu atención solo en lo que yo te diga, la presencia de Cameron no fue mi culpa y solo son negocios, ella ya no me interesa como mujer, tus inseguridades no pueden hacer que tengas estos ataques. —No son inseguridades. —Lo son— toma asiento— tengo razón, sabes que siempre es
Rodrigo Yo sé que la arrogancia es parte de mi vida y aunque mi papá diga que lo uso como un método de defensa y quizá tenga razón, no me importa porque es parte de mi, me siento bien así, pero no puedo decir lo mismo de esta absurda situación que jamás creí vivir. De las cosas que siempre me he sentido orgulloso ha sido de mi lealtad, yo sé lo que se siente que te engañen y luego te miren a los ojos como si nada, la vida me ha enseñado a golpes que las mujeres son mentirosas pero son un gusto culposo que no se puede dejar aún cuando todo te grita que está mal y es un juego prohibido en el que no debes caer, sin embargo, aquí estoy, callando y mintiendo a mi mejor amigo, escuchando como ama a su angelical novia, la misma que ahora se que no es una prostituta que los otros me pagaron, si no una secretaria que odia la suegra, la retorcida historia de Cenicienta y el príncipe azul al que mira como un tesoro pero la culpa no la deja levantar la cabeza como podría. —Hermano— escuchó
Victor— No sabes lo mucho que significa para mí que tengas está madurez, poder trabajar juntos después de haber tenido una relación y que todo marche sobre ruedas, solo habla de la excelente profesional que eres, de verdad muchas gracias — felicito a Cameron que firma el contrato de exclusividad con nosotros y eso me hace hacer uno de los mejores negocios. — Has hecho la mejor elección. — Es bueno pasar de lo peor a lo mejor— se que habla con ironía la conozco y lo puedo hasta oler.— ¿De qué hablas? — De ti— juega con su cabello corto y rubio— de lo que tienes y no mereces. — Si lo dices por mi novia— me interrumpe y sonríe— Gabriela es mi pareja y te recuerdo que quien terminó nuestra relación fuiste tu. — Y ese ha sido mi más grande error, lo sé, lo admito — sigue hablando — pero tiene que haber sido mucha desesperación para ti, meterse con una simple secretaria, hija de un empleado, ese fue tu más grande error y yo no tengo culpa de eso— tu no la amas. — La amo, por supuest
— Mi amor por favor cálmate, ni que tuviéramos una semana de relación y fuera la primera vez que conoces a mi familia, creciste con todos nosotros, estás hermosa Gabriela— escucho a Víctor, el amor de mi vida. —Entiéndeme amor. Quiero hablar pero el beso del rubio me calla con dulzura y se va a recibir a sus abuelos dejándome con mis pensamientos. Mucho cambió desde que se enteraron de nuestra relación, que traten de ser tolerantes no quiere decir que lo nuestro sea un sueño para ellos, después de todo Victor Salvatierra es el heredero de una de las empresas más importantes de este país mientras que yo soy la secretaria que conocen desde niña por ser hija del chófer. Veo el lujo que hay a mi alrededor y no me es ajeno porque crecí en esta casa pero siempre he tenido claro por supuesto que esto no es mío sin embargo, ellos ayudaron a pagar mis estudios, el trabajo como secretaria con mucho esfuerzo me permite financiar la casa que quiero para mis padres pues los años pasan y tampo
Gabriela —Por Dios, hemos venido a pasarla bien no a que estés con cara de velorio, por favor Gabriela ya deja la amargura en ese nido de víboras. —Viboras que se quedaron alrededor de mi novio, mi novio— me quejo con Laura— el novio que me deja sola, que puede ser muy bueno en muchas cosas pero que todo se termina cuando se trata de su familia, sobre todo su mamá— quiero llorar otra vez con el vaso de alcohol que me da— quizá yo no soy para el. Y aunque ella me grite, así es como me siento, yo siempre he tratado de ser la mujer fuerte que ha salido adelante, Patricio ayudo a mi padre a pagar mis estudios, mi mamá siendo ama de casa y yo sintiéndome bien porque no los defraudó por lo menos no en mi trabajo, decidí estudiar secretariado ejecutivo para entrar no solo a la empresa si no también para estar cerca del mundo del marketing y publicidad que es mi gran sueño estudiando la segunda carrera pero más aún, por estar cerca del hombre del que siempre he estado enamorado y que cuand
Rodrigo —La noche es joven... ¿No te has enterado?, por Dios Rodrigo, tenemos 30 años no 300, deja ese mal humor, has regresado de España, creo que andas muy europeo, solo si dejas esa cara de muerto en vida te lo vamos a agradecer. !¡Vamos!. —Deja de gritar— reniego cuando me empiezan a desacomodar el cabello— ¡Ya!.—Vamos hombre, te fuiste a enterrar a Madrid para estudiar, para hacer una fortuna, para llevarle la contra a tu padre y por culpa de esa mujer, ya es hora de pasar la página— escucho a Jeremy y si estaba de mal humor ahora es mil veces peor, solo saber de quien hablan me tenso y me da rabia— ¡Cállate!, ni soy europeo ni mucho menos tienes que mencionar a nadie, mi vida no gira en base a ninguna mujer, para eso tengo varias a mi disposición cuando quiera y como quiera. Aceptó el vaso de tequila que me dan de mala gana y la rabia junto al alcohol me raspan la garganta porque detesto que alguien me hable de esa tipa, camino con mis amigos que al igual que yo ya tienen 30