"¿Dónde...?"
Al despertar quiso llorar del miedo al descubir el entorno en que se encuentra, uno que es desconocido y hostil; todo eran sombras en la mente de una mujer que no reconoce su entorno. El sudor se acumuló en su frente, revelando el pánico en su corazón, pues su mente estaba en blanco. Ella podría compararse a una hoja en blanco lanzada a la oscuridad. No sabía nada; ni cómo terminó allí o quién es.
Su entorno era demasiado extraño. Sí, sabía que estaba en una especie de enfermería, pero cómo se encontraba allí es un misterio. Lo único conocido es el terrible dolor de cabeza.
Nadie se encontró a su alrededor y en sus manos solo había una nota arrugada. Ni siquiera sabía quién pudo dejarla allí, lo que solo aumentaba una sensación de pánico en su interior, pero más que nada el contenido de esta es tan alarmante que quería llorar.
"Asesinar a Alexei Volkov."
Fue en ese momento que se abrió bruscamente la puerta de la enfermería. Pronto entraron varios hombres, un señor con bata y una enfermera. Ella tomó el papel y se lo tragó de un solo golpe.
Guardia Bolka, ¿cómo se encuentra? - La pregunta provino de un hombre que parecía el más dominante de todos, como si fuera el que estaba a cargo.
¿Guardia? ¿Se refiere a ella como si fuera hombre? Puede que no recordara, pero sabía algo: ¡era una mujer!
¿Su nombre? Ella... Tamara... Ese es su nombre.
La idea llegó como agua fresca que duró unos segundos, y que pronto fueron acompañados con un intenso dolor que la llevó de nuevo a la oscuridad y la desesperación. Quiso preguntar qué estaba pasando, pero pronto fue disuadida al ver a los hombres armados y peligrosos observándola fijamente, y si tuviera que adivinar, Tamara pensaría en ellos como policías rusos, aunque la vestimenta era diferente entre ellos.
Dos eran policías y los demás tenían trajes más oscuros y doblemente equipados. Ella buscó en su traje de quién le habló y encontró una insignia con el nombre del lugar "Cárcel Rusa Butyka" y el nombre del propio "director Frederik Gusev."
Ella entendió algo. La situación es peligrosa, y más al ver armas enfundadas en las guanteras de cada uno de los hombres. Tamara quería hablar porque se supone que son los buenos, pero su instinto se resistía a ello. Como si no debiera...
No, no debe confiar sin saber primero la situación, además ella aparentemente está vestida de hombre con una falsa identidad y con un papel en la mano con instrucciones de matar.
Quien fuera ella también es un asunto delicado.
¿Recuerda quién lo golpeó? - preguntó Frederik.
Ella negó con la cabeza.
Frederik ojeó al chico delgado y pequeño; su figura era la de un joven que no se alimentaba. Demasiado femenino para su gusto. Cabello castaño al punto de llegar a negro y unos ojos claros y vacilantes. Era un chico lindo que podría evocar en otros el deseo de protección.
Está pálido, ¿no necesita revisión psicológica? Parece que no está en buenas condiciones - preguntó el Director al hombre con bata.
Tamara leyó su nombre en la bata: "Doctor Dimitri Turbin."
El Dr. Dimitri revisa los resultados realizados en ella y niega con la cabeza. - No hay coágulos u otras complicaciones importantes, por lo cual debería estar bien - dijo el Doctor, observando los documentos en su mano. - Señor Bolka, es normal que sienta un dolor fuerte en la cabeza; sin embargo, ¿hay algo más que decir?
Ella hizo lo que mejor pudo por una sonrisa profesional y asintió. - No me siento diferente, aparte del dolor de cabeza.
El doctor siguió hablando. - No hay problemas físicos, por lo que si se recupera, puede volver al trabajo al día siguiente. Es una simple contusión.
Frederik, por otro lado, se dispuso a observar a su pequeño guardia recién integrado. Fue transferido hace una semana por recomendación de personas muy bien conectadas, por lo cual no hizo demasiadas preguntas. El chico no tiene ni veinticinco años, de pocas palabras y extrañamente tranquilo para un joven de su edad. Nunca llamó la atención sobre sí mismo o buscó hacer relación con sus compañeros.
Ojos azules nerviosos y cabello negro corto, piel suave y lechosa, con unos labios femeninos. Tan delgado pero tan escurridizo que era molesto.
Lo habría despedido sin dudar para ahorrarse problemas, si no fuera porque su posición en la prisión se encuentra ante el ojo de la presión social. No estaba solo siendo observado por el Gobernador, sino por más enemigos que buscaban su posición y cobrar favores eran lo que lo diferencia de estar dentro o fuera.
Justo en ese momento, su segundo al mando entró en la enfermería.
Señor - Lucio Rigov, se inclinó a su jefe y le susurró unas palabras.
Tamara se sorprendió, pues tiene ojos rayados y misteriosos, dibujados como si hubieran sido deliberadamente pintados con un delineador.
Fue un zorro, un zorro en versión humana.
Lucio Rigov se sintió extraño, pero aún le dedicó una sonrisa al joven que lo observaba fijamente. ¿Qué le sucedía al chico esa mañana? Su temperamento es agresivo e introvertido, incluso habla solo lo necesario, pero ahora parecía diferente.
Lucio, entonces, les dedicó una pequeña mirada a los demás presentes. No pasaron ni unos segundos cuando los demás presentes respondieron y se marcharon por donde entraron.
Incluso los policías que estaban observando.
Descansa, mañana vuelves a tus funciones - dijo Lucio. La advertencia no pasó desapercibida para los presentes, en especial para Tamara, ya que sus palabras eran dirigidas exactamente a ella.
Pronto la dejaron sola.
Ella inmediatamente buscó deshacerse de la nota que tenía en la boca y la cual ni siquiera pudo tragar. Estaba mojada por el sudor que le recorría el cuerpo como una araña, lo que solo la hizo sentir sucia.
Quiso reírse, pero temía que, en vez de una risa, llorara.
Pasaron unos minutos... unos muy largos.
Risas... Se oyeron sonidos afuera de la enfermería. Tamara se dio cuenta de que la puerta a la salida estaba entreabierta, por lo cual Tamara se levantó y caminó hacia esta. Fue extrañamente fácil; su cuerpo era ligero y flexible. Ella ni siquiera escuchó ninguno de sus pasos hasta llegar a la puerta.
¿Qué va a ocurrir esta noche? - argumentó un guardia que pasó por la enfermería.
Tamara se acerca curiosa.
Otro respondió: - No estoy seguro, pero las expectativas por ese alguien son bastantes altas...
Risa.
El jefe organizó al perro rabioso de 776 para que se presente esta noche - gruñó mientras soltaba una bocanada de humo opaco de su boca. - Habrá un buen espectáculo.
¿Espectáculo?
Imágenes de hombres peleando en una jaula... Sangre... Tanta sangre. Tamara empezó a temblar y el sudor que recorría su cuerpo era asqueroso. Ella misma se tuvo que detener o podría perder el conocimiento por el esfuerzo.
Los hombres por fin se fueron.
Aún nerviosa y con el pulso a mil, decidió que necesitaba distraerse o esas imágenes volverían a atormentarla. Tamara temía no poder soportar otro golpe de recuerdos que no entiende.
Sin perder más tiempo, se acercó a los documentos que dejó el doctor y aprendió unos datos nuevos. Ella era un guardia recién ingresado a la cárcel como guardia de menor rango, tenía veinte años, era un huérfano y no tenía enfermedades preexistentes.
Por último, su nombre es Luka Bolka.
—Tienes suerte que la enfermería no tenga cámaras—La voz de un hombre se deslizó por el cuello de Tamara, como si de una serpiente se tratara. Tamara se dio la vuelta y para su sorpresa la viva imagen de su superior se encontraba a tan solo unos pasos de distancia de ella. El cómo llegó a estar tan cerca sin que ella se diera cuenta fue tanto un misterio como una alarma. Él sin medir palabra le arrebata los documentos médicos sin preguntar, y le echa una ojeada en frente a ella. En los labios del hombre había un indicio de una sonrisa, como la de un gato que juega con su presa. Era alto y elegante, su forma de hablar era pausada y sin emociones. Y sus ojos, los mismos que presionaron a Tamara eran tan profundos y oscuros que daban miedo. En ellos no había nada más que vacío. Ella, sin embargo no se podía permitirse tener miedo frente a un cazador. —¿Hay algo aquí que no sepas de antemano? Después de todo, es tu informe —Expresó Lucio levantando una ceja ante Tamara. Tamara bajó l
Los minutos se hicieron eternos, pero al final llegó la noche, una que debía ser silenciosa pero era todo menos eso. Se escucharon los autos blindados ingresando a la cárcel rusa. Guardaespaldas, tacones caros y el leve cosquilleo de joyas al moverse.No eran personas comunes.Fue a través de los comentarios de Ivanoc que al fin supo exactamente de qué se trataba el gran evento.El secreto sucio en el bajo mundo Ruso.Peleas entre presos, apuestas y dinero. Al parecer ella tenía razón, las imágenes en su cabeza no eran falsas. Justo llegó la medianoche toda la prisión parpadeo y las cámaras se apagaron; el color de las luces cambió a un rojo brillante. Esa noche, y lo que pasara ¡Nadie nunca lo sabría! Tamara se mojó los labios con nervios. Entendió el porqué ella no debió ser curiosa. Ella no escuchó nada de las pequeñas conversaciones banales de Ivanoc y los demás guardias. Su atención estaba fija en la puerta que daba directamente al rincón más oscuro de la prisión.Ella no sabía
¿Quién es este estúpido? ¿Cómo se atreve...? La ira de 776 apenas fue contenida por dos guardias; después de todo, el preso es un hombre altamente entrenado y difícil de contener.Ivanoc no fue lo suficientemente rápido para detener la estupidez de su compañero. Intentó adelantarse para disculparse, o eso hasta escuchar pisadas fuertes y duras provenir de las escaleras. Todos los guardias presentes voltearon a ver al hombre de más rango, quien resultó ser el segundo al mando del director, Lucio Rigov.Nadie podía determinar qué estaba pensando Lucio; no obstante, algunos estaban llenos de sí mismos, pero los Guardias Antiguos estaban llenos de precaución. Los ojos de su jefe estaban llenos de sonrisas pasivas y, por supuesto, sus míticos ojos de zorro en su esplendor fueron una advertencia clara para los presentes. No necesitaban conocer quién era para temerle, pero para aquellos que sabían exactamente quién era, pronto lo sabrían y no sería agradable.Lucio bajó las escaleras y se det
Igor observó al Guardia que se lleva a su presa hasta perderse en la oscuridad, y es entonces cuando una vez por todas las luces se apagaron. No pudo contener el odio arraigado y la humillación que lo consumieron y lo llevaron a los lugares más oscuros de su mente. Sus instintos estaban palpitando, incluso sus deseos insatisfechos lo hacían sentir una ira hirviente.Era una bomba a punto de estallar.ебать"Joder"El grito de Igor en ruso logró asustar a los pequeños presos que como conejos no se atrevían a sacar la cabeza, uno de ellos era su compañero de celda.Yul Rattof se encontraba escondido en su cama temblando y rogando por todos los medios pasar desapercibido, pues podía sentir la energía oscura y perversa salir del cuerpo del tipo que acaba de luchar sin descanso casi cuatro horas; todo para que al final fuera lanzado desde la gloria hasta la absoluta humillación, pero no contentos aún tuvo que inclinar la cabeza ante un cerdo guardia Ruso.Ahora Yul sabía que el peligro esta
Tamara escuchó la puerta al cerrar y fue en ese momento que la televisión comenzó a sonar.Informaciòn de la reportera:"En otras noticias, es encontrado el primer ministro ruso, el señor Pavel Mishustin muerto en los basureros de su propia mansión en la capital en Moscú —La reportera tenía un ligero temblor en la voz, como si dar la noticia le diera temor—. Su cadàver presentaba evidentes signos de tortura, y en su frente con sangre fue tatuado con la palabra "предатель", Reconociendo al Primer Ministro como un traidor.La periodista estaba en frente del suceso. Su cabello rubio oscuro, se veía ligeramente pegado a la frente a pesar del frío clima de Rusia, se vio a la reportera sudando."El opositor del partido político, Nikolay Petrov, y el siguiente en la lista para ser elegido por el presidente junto a la cámara de diputados para ocupar el puesto de Primer Ministro Ruso no se ha pronunciado sobre la situación de manera directa; en cambio, dejó un anuncio en sus redes sociales sobr
Czar sigue la mirada del muchacho hasta su mano conectando con un abdomen demasiado pequeño para ser de hombre. Tsk, es una lastima que le gusten demasiado las mujeres para fijarse en un Guardia, y aun así no pudo evitar querer burlarse.—Lamento decirlo, pero soy heterosexual —Se rio el preso, sonaba algo pausada y cínica, como la de un cocodrilo acercándose en la oscuridad.De inmediato la cara del joven se volvió roja lo que fue divertido, o eso hasta que el joven comienzo a moverse lo que puso a Czar de inmediato de mal humor.—Si quieres morir te invito a atraer a los cobardes detrás de esta puerta, pero hazlo solo.El hombre se lamió los labios en silencio y luego arqueó una ceja, invitándole a desobedecer. Había un aura oscura que exige sumisión absoluta y ni siquiera tuvo que levantar la voz para lograrlo.Es absurdo. ¿Acaso recuerda que ella es su guardia, no? Ella es la que manda ¿De acuerdo?Arto de su comportamiento el hombre gruño—Si no me crees ¡Escucha!Sin medir palabr
Paso una semana y justo a punto de que la luz del sol iluminara a Rusia, se escuchó unos sonidos ahogados de respiración entre cortada, mezclada con gemidos de dolor. — Plaf... Plaf— Golpe tras golpe. El lugar era tan grande y vacío que los sonidos se escuchaban como música. Quién iba a decir que el Jefe de La mafia Rusa o lo que quedaba de su reinado terminara en condiciones tan deplorables, solo y estancado; incluso los aliados que daban su vida por el rey al final lo dejaron solo y sin protección. Ni siquiera un guardia escoltando a quien aún ostenta la corona. ¿Lo que queda? Una bodega en medio de algún lugar en Moscú. Golpe tras golpe. Boca abajo y amarrado, un hombre se encontraba siendo un saco de boxeo mientras era golpeado. Un ser humano degradado a ser la herramienta para liberar la frustración, lo cual era evidente por como las venas de su atacante se alzaban hinchadas y furiosas cada vez que su puño conectaba algún punto vulnerable del tipo inconsciente. En ese momen
Mijai tomó los documentos de la mesa y comienza a leer con una mirada contemplativa, como si no le sorprendiera tener otro hijo sin nombre regado por Rusia. Es más, parecía satisfecho.Nombre: Nikolay Romanov Carrera: DerechoEdad: 28 añosCargo: Fiscal PrincipalLa carpeta no solo contenía las notas de la prensa por su trabajo, o el gran número de enjuiciamiento en procesos penales de alto perfil, sino un reconocimiento casi fanático por su belleza, lo que significa que es bastante famoso por las mujeres.Pero lo más interesante fue los documentos que detallan información clasificada de reuniones clandestinas con miembros de importantes partidos políticos Rusos, contactos que eran conocidos para Mijai. Su influencia no solo no era vacía sino conveniente.Un hombre ambicioso y manipulador. Unos rasgos comunes para un heredero de la familia Volkov."Es sin duda mi hijo" Pensó sin remordimiento "Es incluso, más mi hijo que cualquiera que haya criado por su propia mano"Fue una lástima