Narrado por AnyaEl sol se alzaba tímidamente sobre el horizonte, bañando el claro en una luz dorada que contrastaba con la oscuridad de los eventos recientes. Mi madre, aún inconsciente, descansaba sobre una manta improvisada, mientras Aiden, Ragnar y Marcus se mantenían cerca; sus rostros reflejaban una mezcla de alivio y preocupación.—Necesitamos encontrar un lugar seguro —dijo Aiden, rompiendo el silencio con tono firme—. Morgana puede haber sido derrotada, pero sus seguidores aún están ahí fuera.Asentí, aunque mi mente vagaba entre recuerdos fragmentados de mi infancia: la cabaña en el bosque, las risas compartidas, y luego... la implacable oscuridad que nos arrebató tanta paz. Con la voz aún temblorosa, respondí:—Conozco un lugar. La antigua casa de mi familia, al otro lado del río. Ha estado abandonada durante años, pero debería ofrecernos refugio.Ragnar frunció el ceño, preocupado:—¿Estás segura de que es seguro?—No hay garantías —admití, dejando entrever mi incertidumbr
Narrado por AidenLa noche se cernía sobre la antigua casa de Anya, envolviéndola en un manto de misterio y tensión. Después de los eventos recientes, el agotamiento físico y emocional pesaba sobre todos nosotros. Sin embargo, la sensación de peligro inminente impedía que el sueño nos reclamara.Anya se encontraba en la habitación principal, cuidando de su madre aún inconsciente. Marcus y Ragnar patrullaban los alrededores, asegurándose de que no hubiera amenazas inmediatas. Yo, por mi parte, me encargaba de reforzar las entradas y ventanas, intentando proporcionar una sensación de seguridad en medio de la incertidumbre.Mientras colocaba una barricada improvisada en la puerta trasera, un crujido suave llamó mi atención. Giré rápidamente, mis sentidos agudizados por el instinto, y vi una figura encapuchada emerger de las sombras.—¿Quién anda ahí? —demandé, adoptando una postura defensiva.La figura levantó las manos en señal de rendición y, con un movimiento lento, se quitó la capuc
Narrado por AidenLa luz del amanecer apenas se filtraba por las cortinas raídas de la sala principal de la antigua casa. El ambiente estaba cargado de tensión mientras Anya completaba el hechizo de revelación. Una suave luminiscencia envolvía a Marcus, quien permanecía aturdido y con la mirada perdida, como si su mente estuviese a punto de abrirse a secretos demasiado oscuros para ser ignorados.—Esto debería mostrarnos la verdad —dijo Anya, con voz firme pero con un matiz de incertidumbre que delataba el peso de lo que estábamos a punto de descubrir.Todos contuvimos la respiración mientras la luz se intensificaba, proyectando sombras danzantes en las paredes. De repente, imágenes comenzaron a formarse en el aire, como si una película etérea se desplegara ante nuestros ojos.Vimos a Marcus reuniéndose en secreto con una figura encapuchada, intercambiando documentos y susurrando palabras inaudibles. La figura levantó la cabeza, revelando el rostro de Morgana. Un murmullo de sorpresa
Narrado por AidenLa noche se cernía sobre nosotros, densa y silenciosa, mientras nos preparábamos para el ritual de protección mental que Anya había propuesto. La cabaña, nuestro refugio temporal, estaba impregnada de una tensión palpable. Las sombras danzaban al compás de las velas que habíamos dispuesto en círculo, creando un ambiente casi irreal.—Todos listos —anunció Anya, su voz apenas un susurro que rompía el silencio.Asentimos en silencio, formando un círculo alrededor del símbolo que Anya había dibujado meticulosamente en el suelo con tiza blanca. Era un intrincado diseño de runas antiguas, destinado a proteger nuestras mentes de las manipulaciones de Morgana. En mi interior, la imagen de Marcus, devastado por los recuerdos implantados, seguía fresca y me impulsaba a no permitir que algo similar volviera a ocurrir.—Recuerden —continuó Anya—, este ritual fortalecerá nuestras defensas mentales, pero debemos mantenernos unidos y concentrados. Cualquier distracción podría ser
Narrado por AidenLa explosión de energía nos lanzó a todos contra las paredes de la cabaña. El impacto me dejó aturdido, con un zumbido persistente en los oídos. A través de la neblina de dolor, distinguí la figura de Anya, de pie en medio de la habitación, con la mirada fija en el lugar donde Elara había estado momentos antes.—¿Dónde está? —pregunté, esforzándome por ponerme de pie.Anya no respondió de inmediato. Sus ojos, normalmente llenos de determinación, reflejaban una mezcla de confusión y tristeza.—Se ha ido —murmuró finalmente—. Utilizó una técnica de teletransporte que no reconocí.Ragnar, apoyado contra la pared y con sangre secándose en la comisura de sus labios, intervino:—¿Crees que volverá?Anya asintió lentamente.—Sí. Y la próxima vez, no vendrá sola.El peso de sus palabras cayó sobre nosotros como una losa. La traición de Elara no solo había debilitado nuestras defensas, sino que también había sembrado la semilla de la desconfianza entre nosotros.—Necesitamos
Narrado por AidenLa cabaña estaba sumida en un silencio inquietante tras el agotador ritual que habíamos realizado. Aún resonaban en nuestras mentes los ecos de la noche anterior, la furia de los hechizos, el vínculo fortalecido y, sin embargo, la amenaza latente de Elara y sus oscuros designios. Esa mañana, el crepitar suave del fuego en la chimenea era el único sonido que rompía la quietud, mientras la penumbra de la noche cedía paso a los primeros destellos del alba.En el interior, Anya se mostraba visiblemente agotada, pero su mirada, a pesar de la fatiga, destilaba determinación. Yo podía sentir su energía, su fuerza interior, y la forma en que sus ojos parecían brillar a pesar de las cicatrices de la noche. La mayoría del grupo aún descansaba, pero en un rincón apartado, en la pequeña habitación al fondo de la cabaña, Anya y yo nos refugiamos para conversar en privado. La atmósfera era densa, cargada de una intimidad forzada por el peso de lo sucedido.La puerta se cerró tras
Narrado por AidenLos días transcurrían en una calma engañosa en nuestra cabaña en el bosque. Después de los intensos eventos recientes—los rituales, las batallas y las traiciones que parecían sacudir nuestro destino—Anya y yo habíamos encontrado un refugio en nuestra intimidad, fortaleciendo nuestro vínculo con cada amanecer. Sin embargo, en mi interior, una inquietud latente comenzaba a crecer, una sospecha que no podía ignorar.Observaba a Anya con atención. Aunque su espíritu seguía siendo indomable, empecé a notar pequeños cambios en ella: una fatiga inusual, náuseas matutinas y una sensibilidad acrecentada en cada gesto. Al principio, atribuí estos síntomas al estrés y al desgaste de las últimas semanas, pero poco a poco una sospecha oscura comenzó a arraigarse en mi mente.Una mañana, mientras el sol se filtraba suavemente por las cortinas raídas de la habitación, vi a Anya levantarse de la cama con una mano apoyada sobre su vientre, y una expresión de incomodidad marcaba su ro
Narrado por AnyaEl suave murmullo del viento entre los árboles y el canto lejano de los pájaros eran los únicos sonidos que acompañaban mis pensamientos mientras me balanceaba lentamente en la mecedora de la cabaña. Mi mano acariciaba instintivamente mi vientre, aún plano, pero que albergaba una vida nueva y poderosa. Cada movimiento me recordaba el milagro que crecía en mi interior y la fuerza que, en medio de la tormenta, se gestaba para cambiar nuestro destino.Desde que Aiden y yo descubrimos mi embarazo, una mezcla de emociones me había invadido: alegría, miedo, anticipación. Sin embargo, una pregunta persistente rondaba mi mente: ¿qué tipo de habilidades heredaría nuestro hijo? Aiden, siendo un alfa con habilidades sobrenaturales, y yo, con mis propios dones mágicos, habíamos creado una combinación única. Cerré los ojos y me permití imaginar a nuestro bebé. ¿Sería capaz de transformarse como su padre? ¿O quizás manifestaría habilidades mágicas aún más fuertes que las mías? La i