Narrado por AidenEl ambiente en la cabaña había ido transformándose lentamente desde la tormentosa noche anterior. Ahora, en el crepúsculo de un día que parecía prometedor y, a la vez, inquietante, cada uno de nosotros sentía el peso de la incertidumbre en el aire. La amenaza de Morgana, la traición de Elara y las manipulaciones que aún parecían acechar en los rincones de nuestras mentes nos mantenían alerta, pero a la vez, había una nueva esperanza latente: la vida que crecía en Anya y la promesa de un futuro diferente.Esa tarde, mientras la luz del sol se filtraba a través de los grandes ventanales de la sala, me encontraba reflexionando sobre todo lo ocurrido. El ritual de vinculación había sido un éxito, y aunque nos había dejado exhaustos, también nos había unido de una forma que jamás imaginé. La conexión que habíamos forjado era palpable, un lazo de energía que, a pesar de los oscuros intentos de Elara por socavarla, había prevalecido. Sin embargo, las heridas físicas y emoci
Narrado por AidenEl silencio de la madrugada se vio abruptamente desgarrado por un estruendo ensordecedor. En ese preciso instante, mientras el crepúsculo se convertía en la noche, todo lo que habíamos construido parecía tambalearse al borde del abismo. Habíamos creído haber erigido barreras de luz y esperanza para protegernos, pero la oscuridad, implacable y voraz, estaba a punto de recordarnos su existencia.Recuerdo que mi corazón latía con fuerza mientras corría por los pasillos de la cabaña, guiado por un presentimiento que me decía que algo terrible se avecinaba. Los rostros de mis compañeros, marcados por la fatiga y las cicatrices de batallas recientes, reflejaban la tensión de un grupo que, pese a su unión, estaba al borde del colapso. Y en lo más profundo de mi ser, una voz interior me urgía a enfrentar la verdad, por dura que fuese.La noche se volvió espesa y opresiva cuando un zumbido agudo comenzó a retumbar en el aire. No era el murmullo habitual del bosque, ni el crep
Narrado por AnyaEl eco de aquella noche infernal aún retumbaba en mis oídos. Las imágenes del abismo de la oscuridad, el estruendo ensordecedor, y la figura sombría que se había alzado en medio de la cabaña se habían quedado grabadas en mi mente, como cicatrices que el tiempo no podía borrar. Esa noche, mientras Aiden y nuestros compañeros luchaban contra la entidad oscura, yo sentí que algo dentro de mí se transformaba. Yo, que siempre había sido la voz de la esperanza y la magia, ahora debía enfrentar mi propia sombra.Aquel conflicto parecía haber sido la culminación de años de advertencias y presagios. La profecía del “Renacer de las Sombras” resonaba en cada rincón de mi ser, y en medio del caos, mientras Aiden lideraba la batalla con una furia inquebrantable, sentí una oleada de poder interior que emergía, casi instintivamente, de mis entrañas. Cuando la barrera de luz se impuso y la entidad retrocedió, hubo un instante en el que el tiempo pareció detenerse. Fue en ese preciso
Narrado por Anya A medida que las palabras fluían, una visión se formó en mi mente: vi a nuestro hijo, aún en gestación, envuelto en una esfera de energía brillante, creciendo y transformándose en un ser que uniría lo humano y lo divino. La imagen me llenó de una emoción indescriptible; era como si la promesa de una nueva vida se materializara ante mis ojos, no solo como un símbolo de esperanza, sino como la prueba de que incluso en los momentos más oscuros, la luz podía prevalecer.El ritual se prolongó durante lo que parecieron horas. Cada palabra, cada suspiro, era una ofrenda a la magia ancestral que corría por nuestras venas. El canto de los pájaros nocturnos y el murmullo del viento eran la banda sonora de un momento sagrado, en el que el destino de nuestras almas se entrelazaba con el de la naturaleza. Sentí cómo, en ese instante, todas las barreras se desvanecían y la unión de nuestros corazones se convertía en un poderoso escudo contra la oscuridad que aún amenazaba con volv
Narrado por AnyaAquel amanecer trajo consigo una mezcla embriagadora de júbilo y aprensión. Mientras los rayos del sol se filtraban a través de las cortinas rotas de la cabaña, mi cuerpo se sentía a la vez débil y poderoso; cada latido, cada suspiro, era testigo del milagro que crecía en mi interior. Dentro de mí, el pequeño cachorro que llevaba en gestación no era solo la promesa de una nueva vida, sino el emblema de una unión sagrada, de la fusión entre mi magia ancestral y la fuerza indomable de Aiden.Aiden había vuelto a ocupar su lugar como Alfa, no solo en la manada, sino en nuestro hogar, y en cada mirada suya se podía leer la determinación y la protección inquebrantable que siempre había caracterizado su liderazgo. En los últimos días, la tensión y el peligro que habíamos enfrentado habían puesto a prueba nuestros lazos, pero ahora, al amanecer, parecía que el universo mismo conspiraba para darnos una nueva oportunidad, una tregua en medio del caos.Esa mañana, mientras me r
Narrado por AnyaLa noche se había posado con majestuosidad sobre nuestro refugio en el bosque. Bajo el manto plateado de la Luna, la cabaña se convertía en un santuario de emociones intensas y promesas renovadas. Todo parecía detenerse en ese preciso instante en que Aiden y yo decidimos que era el momento de reafirmar nuestro compromiso, de renovar nuestros votos, no sólo entre nosotros, sino también con la Luna, testigo silente de nuestros lazos eternos.Sentadas en la terraza, con la brisa nocturna acariciándonos suavemente, comenzamos el ritual. La Luna, brillante y enigmática, se alzaba en el cielo despejado, como si conspirara con nosotros para bendecir nuestra unión. Aiden, con su porte de Alfa y la mirada firme que siempre me había inspirado protección, tomó mis manos en las suyas, sus dedos entrelazándose con los míos de una forma tan natural que parecía que nunca habíamos estado separados.—Esta noche, bajo la mirada de la Luna, renuevo mi juramento contigo, Anya —dijo Aiden
Narrado por AidenLa noche había cedido ante el suave murmullo de la brisa, y la cabaña en el corazón del bosque se iluminaba con el resplandor de la Luna llena, esa misma Luna que nos había bendecido y guiado en tantas batallas. Pero ahora, en la calma que siguió a la tormenta, el ambiente estaba impregnado de una intimidad casi sagrada. En el centro de nuestro refugio, Anya se encontraba recostada en el gran diván de madera tallada, su vientre abultado, signo vivo de la nueva vida que llevaba en su interior, parecía brillar con un aura propia.Yo me acerqué lentamente, mis pasos resonando en el silencio de la noche, y al llegar a su lado, vi en sus ojos el reflejo de un universo de emociones: esperanza, ternura, y una sutil melancolía propia de quien ha enfrentado la oscuridad y sabe que, a pesar de todo, la luz persiste.—Anya —susurré, inclinándome para acariciar con delicadeza la frente de mi compañera—, cada día que pasa, siento que esta vida que llevas dentro no solo es una prom
Narrado por AnyaRecuerdo el primer instante en que el alba se asomó tímidamente por las rendijas de la cabaña, trayendo consigo un presagio de cambio. Esa mañana, el aire estaba impregnado de una tensión casi sagrada, una mezcla de ansiedad y esperanza que me invadía por completo. Durante semanas, mi cuerpo había sido un templo en el que se gestaba una nueva vida, y hoy, sentí que ese milagro estaba a punto de desbordarse.Aiden había estado a mi lado desde el primer momento, su presencia siempre tan firme, tan reconfortante. Esa noche, cuando la oscuridad de la batalla se había desvanecido y nuestras almas se habían unido en un pacto de amor eterno, juramos que ningún obstáculo, por más implacable que fuera, podría separarnos. Y ahora, en medio del parto, esa promesa se volvía más real que nunca.El parto comenzó de manera inesperada, como si la vida misma decidiera que era hora de hacer acto de presencia. Me desperté en medio de la noche con un dolor punzante que recorría mi vientr