Narrado por AidenLa noche se cernía sobre nosotros, densa y silenciosa, mientras nos preparábamos para el ritual de protección mental que Anya había propuesto. La cabaña, nuestro refugio temporal, estaba impregnada de una tensión palpable. Las sombras danzaban al compás de las velas que habíamos dispuesto en círculo, creando un ambiente casi irreal.—Todos listos —anunció Anya, su voz apenas un susurro que rompía el silencio.Asentimos en silencio, formando un círculo alrededor del símbolo que Anya había dibujado meticulosamente en el suelo con tiza blanca. Era un intrincado diseño de runas antiguas, destinado a proteger nuestras mentes de las manipulaciones de Morgana. En mi interior, la imagen de Marcus, devastado por los recuerdos implantados, seguía fresca y me impulsaba a no permitir que algo similar volviera a ocurrir.—Recuerden —continuó Anya—, este ritual fortalecerá nuestras defensas mentales, pero debemos mantenernos unidos y concentrados. Cualquier distracción podría ser
Narrado por AidenLa explosión de energía nos lanzó a todos contra las paredes de la cabaña. El impacto me dejó aturdido, con un zumbido persistente en los oídos. A través de la neblina de dolor, distinguí la figura de Anya, de pie en medio de la habitación, con la mirada fija en el lugar donde Elara había estado momentos antes.—¿Dónde está? —pregunté, esforzándome por ponerme de pie.Anya no respondió de inmediato. Sus ojos, normalmente llenos de determinación, reflejaban una mezcla de confusión y tristeza.—Se ha ido —murmuró finalmente—. Utilizó una técnica de teletransporte que no reconocí.Ragnar, apoyado contra la pared y con sangre secándose en la comisura de sus labios, intervino:—¿Crees que volverá?Anya asintió lentamente.—Sí. Y la próxima vez, no vendrá sola.El peso de sus palabras cayó sobre nosotros como una losa. La traición de Elara no solo había debilitado nuestras defensas, sino que también había sembrado la semilla de la desconfianza entre nosotros.—Necesitamos
Narrado por AidenLa cabaña estaba sumida en un silencio inquietante tras el agotador ritual que habíamos realizado. Aún resonaban en nuestras mentes los ecos de la noche anterior, la furia de los hechizos, el vínculo fortalecido y, sin embargo, la amenaza latente de Elara y sus oscuros designios. Esa mañana, el crepitar suave del fuego en la chimenea era el único sonido que rompía la quietud, mientras la penumbra de la noche cedía paso a los primeros destellos del alba.En el interior, Anya se mostraba visiblemente agotada, pero su mirada, a pesar de la fatiga, destilaba determinación. Yo podía sentir su energía, su fuerza interior, y la forma en que sus ojos parecían brillar a pesar de las cicatrices de la noche. La mayoría del grupo aún descansaba, pero en un rincón apartado, en la pequeña habitación al fondo de la cabaña, Anya y yo nos refugiamos para conversar en privado. La atmósfera era densa, cargada de una intimidad forzada por el peso de lo sucedido.La puerta se cerró tras
Narrado por AidenLos días transcurrían en una calma engañosa en nuestra cabaña en el bosque. Después de los intensos eventos recientes—los rituales, las batallas y las traiciones que parecían sacudir nuestro destino—Anya y yo habíamos encontrado un refugio en nuestra intimidad, fortaleciendo nuestro vínculo con cada amanecer. Sin embargo, en mi interior, una inquietud latente comenzaba a crecer, una sospecha que no podía ignorar.Observaba a Anya con atención. Aunque su espíritu seguía siendo indomable, empecé a notar pequeños cambios en ella: una fatiga inusual, náuseas matutinas y una sensibilidad acrecentada en cada gesto. Al principio, atribuí estos síntomas al estrés y al desgaste de las últimas semanas, pero poco a poco una sospecha oscura comenzó a arraigarse en mi mente.Una mañana, mientras el sol se filtraba suavemente por las cortinas raídas de la habitación, vi a Anya levantarse de la cama con una mano apoyada sobre su vientre, y una expresión de incomodidad marcaba su ro
Narrado por AnyaEl suave murmullo del viento entre los árboles y el canto lejano de los pájaros eran los únicos sonidos que acompañaban mis pensamientos mientras me balanceaba lentamente en la mecedora de la cabaña. Mi mano acariciaba instintivamente mi vientre, aún plano, pero que albergaba una vida nueva y poderosa. Cada movimiento me recordaba el milagro que crecía en mi interior y la fuerza que, en medio de la tormenta, se gestaba para cambiar nuestro destino.Desde que Aiden y yo descubrimos mi embarazo, una mezcla de emociones me había invadido: alegría, miedo, anticipación. Sin embargo, una pregunta persistente rondaba mi mente: ¿qué tipo de habilidades heredaría nuestro hijo? Aiden, siendo un alfa con habilidades sobrenaturales, y yo, con mis propios dones mágicos, habíamos creado una combinación única. Cerré los ojos y me permití imaginar a nuestro bebé. ¿Sería capaz de transformarse como su padre? ¿O quizás manifestaría habilidades mágicas aún más fuertes que las mías? La i
Narrado por AidenEl ambiente en la cabaña había ido transformándose lentamente desde la tormentosa noche anterior. Ahora, en el crepúsculo de un día que parecía prometedor y, a la vez, inquietante, cada uno de nosotros sentía el peso de la incertidumbre en el aire. La amenaza de Morgana, la traición de Elara y las manipulaciones que aún parecían acechar en los rincones de nuestras mentes nos mantenían alerta, pero a la vez, había una nueva esperanza latente: la vida que crecía en Anya y la promesa de un futuro diferente.Esa tarde, mientras la luz del sol se filtraba a través de los grandes ventanales de la sala, me encontraba reflexionando sobre todo lo ocurrido. El ritual de vinculación había sido un éxito, y aunque nos había dejado exhaustos, también nos había unido de una forma que jamás imaginé. La conexión que habíamos forjado era palpable, un lazo de energía que, a pesar de los oscuros intentos de Elara por socavarla, había prevalecido. Sin embargo, las heridas físicas y emoci
Narrado por AidenEl silencio de la madrugada se vio abruptamente desgarrado por un estruendo ensordecedor. En ese preciso instante, mientras el crepúsculo se convertía en la noche, todo lo que habíamos construido parecía tambalearse al borde del abismo. Habíamos creído haber erigido barreras de luz y esperanza para protegernos, pero la oscuridad, implacable y voraz, estaba a punto de recordarnos su existencia.Recuerdo que mi corazón latía con fuerza mientras corría por los pasillos de la cabaña, guiado por un presentimiento que me decía que algo terrible se avecinaba. Los rostros de mis compañeros, marcados por la fatiga y las cicatrices de batallas recientes, reflejaban la tensión de un grupo que, pese a su unión, estaba al borde del colapso. Y en lo más profundo de mi ser, una voz interior me urgía a enfrentar la verdad, por dura que fuese.La noche se volvió espesa y opresiva cuando un zumbido agudo comenzó a retumbar en el aire. No era el murmullo habitual del bosque, ni el crep
Narrado por AnyaEl eco de aquella noche infernal aún retumbaba en mis oídos. Las imágenes del abismo de la oscuridad, el estruendo ensordecedor, y la figura sombría que se había alzado en medio de la cabaña se habían quedado grabadas en mi mente, como cicatrices que el tiempo no podía borrar. Esa noche, mientras Aiden y nuestros compañeros luchaban contra la entidad oscura, yo sentí que algo dentro de mí se transformaba. Yo, que siempre había sido la voz de la esperanza y la magia, ahora debía enfrentar mi propia sombra.Aquel conflicto parecía haber sido la culminación de años de advertencias y presagios. La profecía del “Renacer de las Sombras” resonaba en cada rincón de mi ser, y en medio del caos, mientras Aiden lideraba la batalla con una furia inquebrantable, sentí una oleada de poder interior que emergía, casi instintivamente, de mis entrañas. Cuando la barrera de luz se impuso y la entidad retrocedió, hubo un instante en el que el tiempo pareció detenerse. Fue en ese preciso