Félix se había reunido con sus antiguos empleados en el patio de la mansión, a los cuales había despedido en su día por no haber sido capaces de llevar al altar a su incentivo para adueñarse de la compañía G-Hale.Tres días atrásEra medio día cuando Félix salía de la compañía, estaba molesto por el trato que había recibido de Henry, cada día lo odiaba más, detestaba la manera en la que lo trataba y su posición le daba ese derecho, necesitaba esa posición para devolverlas todas y la única solución que tenía a mano era a la ingenua de Emma, no le cabía que hubiera perdido aquella gran oportunidad y solo por tratar con gente completamente incompetente. Hasta había pensado en alguna manera de eliminar a su rival, pero no se sentía lo suficientemente valiente como para correr el riesgo de atentar contra la vida de un ser humano, por ahora debía seguir actuando como lo hacía hasta ahora, su plan no iba a fallar. Se había puesto en contacto con el exnovio de Emma después de leer sus mensaje
Daban las diez de la noche y Henry seguía sin llamarla de nuevo, ¿se había equivocado al decidir abandonar su casa de aquella manera? De ante mano ya sabía cómo era él con respecto a las mujeres ¿no había sido mejor tomar aquella situación con calma y hablarlo para ver si se podía solucionar, y si no entonces tomar aquella drástica decisión? Habían pasado trece horas más o menos y ahora pensaba de una manera completamente distinta y clara. Se incorporó sobre la cama con la sábana cubriéndole las piernas. Tomó su móvil sobre la mesita y armándose de valor decidió marcarle a Henry, se sentía culpable por aquella situación y quería ver si se podía adelantar su solución, aunque él tampoco había hecho mucho para solucionarlo, bueno, la había llamado, aunque tarde. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba escuchar su voz al otro lado.Henry se encontraba en el salón sentado en el sofá, desahogándose en un vaso de licor mientras pensaba en todo lo que había sucedido desde que amaneciera
Escuchar aquellas palabras salir de la boca de la misma esposa del señor Hale produjo cierto sentimiento en el interior de Henry, él bien sabía que Peter Hale confiaba en él, o de lo contrario no le habría entregado la dirección su empresa, pero que confiara en él para que se quedara con su hija era demasiado, aunque una vez ya le hizo ver que no le importaba que se hiciera cargo de enseñarla cómo funcionaban los negocios de la compañía, ¿qué pensaría de él si se enteraba que la había dejado sola en un momento tan crucial como aquel? Carraspeó y regresó a lo que realmente importaba.―¿Qué planes tiene Félix y los suyos?―No pude prestar mucha atención, pero tenía que ver con conseguir que alguien saliera del hotel, ¿quién se está hospedando en un hotel y qué tiene que ver con mi hija?¿Ese era su plan para acceder a ella? ¿sacarla del hotel?―¿Han mencionado cómo piensan hacer eso?―No lo sé, no lo escuché. Lo único que sé es que quieren hacerle daño a mi hija por todo lo que ha pasad
Una vez entró Félix en la compañía, le avisaron que necesitaban de su presencia en el salón de reuniones, algo que lo tomó completamente por sorpresa. Se dirigió hacia el lugar citado y una vez allí miró curioso a todos los allí presentes, en especial a Marta, ¿qué hacía ella allí y por qué no estaba al tanto? En el salón se encontraban los socios accionistas acompañados de Henry quien dirigía la supuesta reunión. Se quedó en pie observándolos a cada uno interrogativo.―Siéntate, por favor ―le pidió Henry.Félix tomó asiento en una de las sillas disponibles.―Esto parece un juicio preparado, espero que no todo sean malas noticias.―Ayer tuve la oportunidad de reunirme personalmente con cada uno de los socios aquí presente―fue al grano Henry. ―Hablamos sobre la sucursal de nuestra compañía en Alemania. Allí trabajan muy bien, se ha de reconocer, sin embargo, creo que necesitan un director que los guie en el proceso, así que he pensado en ti, llevas más tiempo que muchos en esta compañí
Que chocaran contra el poste sobre la acera no había sido el plan, sin embargo, tuvieron que enfrentarse a ese gran choque el cual le produjo un leve corte a Emma a un lado de la frente.―¡Emma! ¿Estás bien? ―Féodal que estaba a su lado la había tomado del rostro altamente preocupado. La chica siseaba mientras se llevaba la mano a la cabeza.Antes de que pudieran hacer nada, los tipos que los seguían y les habían dado por detrás se habían bajado del auto y estaban abriendo sus puertas, especialmente la del lado donde se sentaba ella.―Hola princesa, a que también te esperabas este momento―decía el ex guardaespaldas con una sonrisa maliciosa en el rostro.―¡No la toquen! ―decía Féodal quitándose rápido el cinturón para poder protegerla.A causa del golpe y el mareo, Emma perdió control de sí misma y se quedó inconsciente.Cuando se despertó, se encontraba tendida en la camilla de un hospital mientras estaba siendo atendida por un médico.―¡Emma, estás despierta! ―Féodal que se encontra
Después de que Féodal decidiera acompañar al médico fuera del cuarto, Emma pensó en Henry, recordó lo mucho que se había esforzado para mantenerla a salvo de aquellos que procuraban hacerle mal. Se imaginaba cómo actuaría si se enteraba de lo que la había sucedido, tenía que contárselo, sabía que estaría a su lado y eso era precisamente lo que quería y necesitaba ella, un motivo para tenerlo cerca, aunque fuese solo por un rato. Todavía tendida en obediencia al médico, tomó su celular y le marcó a Henry.Verlo entrar por aquella puerta, hizo que se le saltara el corazón, por un instante se había olvidado por todo lo que estaban pasando y se aventuró a abrazarlo, volver a respirar su perfume había sido suficiente como para devolverla a la vida.―¿Qué ha dicho el médico? ―preguntó él.―Que está todo bien ¿verdad? ―contestó ella desviando la mirada hacia FéodalEste los miró alternativamente, preguntándose si era el mejor momento para decirles lo que había dicho el doctor sobre su estado
Henry se había llevado a Emma con el coche y le había dicho a su asistente que se fuera a la compañía. Pero antes de que se fueran, Féodal decidió acercarse a él mientras éste abría la puerta del conductor.―Wells ―lo llamó por su apellido y éste se volteó para verlo con poco interés evidente―Lamento todo lo que dije, fue producto de mi ignorancia hacia lo que realmente sucedía, y ha sido una imprudencia de mi parte de la cual me arrepiento. Espero que no influya en nuestra relación laboral. Haré lo que me corresponde con toda profesionalidad y me marcharé, solo me preocupaba por que ella estuviera bien, me importa mucho.Henry no dijo ninguna palabra, sin embargo, dejo ver que lo había escuchado y se había subido al auto.Cuando se fueron, Féodal se ofreció a llevar a Mario a la compañía donde también estaba por irse, tenía algunas cosas que decirle a Félix.―Sabías todo esto ¿cierto? ―le preguntó al joven mientras conducía.―No sé de qué me está hablando. ―contestó con una sonrisa ed
Los besos eran delicados como si él tuviese miedo de lastimarla. Escucharla gemir ante ellos hacía que despertara en él aquello que debía mantener controlado. Intentó apartarse, pero ella lo mantuvo agarrada del cuello suplicándolo con la mirada que no se detuviera, ¿cómo iba a negarse? Retomaron el beso y esta vez fue más intenso.Emma pasó su mano por su pecho e intentó desabrocharle los botones, pero él rápidamente tomó su mano deteniéndola y dejando de besarla.―Por favor―pidió ella.―Has tenido una conmoción, tienes que descansar.―Te prometo que estoy bien, necesito esto, por favor.¿De verdad se estaba negando a algo que realmente deseaba? Además, se lo estaba suplicando ella. “A la m****a todo”, pensó y se lanzó de nuevo a sus besos. La chica tomó la iniciativa y se colocó sobre él mientras con sus dedos desabotonaba su camisa, su chica se había hecho grande y aquello le gustaba de alguna manera, sin embargo, se incorporó permitiendo así que ella se quedara sentada sobre él; si