La noticia de su embarazo le había caído como un balde de agua fría, nunca quiso tener hijos y tendría uno en las peores circunstancias. No se acababa de creer que era parte del nueve por ciento de mujeres que salían embarazadas a pesar de tomas pastillas anticonceptivas.
Pero no se echó a morir por mucho, por lo menos, tendría como darle todo lo necesario a su bebé.
Era el tercer local que veía, ninguno había llenado sus expectativas hasta el momento, hasta que llegó al lugar, era amplio, iluminado e impoluto, el piso, el techo y las paredes eran de un blanco brillante. Además, estaba bien ubicado. Firmó un contrato de arriendo ese mismo día.
Pasó quince días contratando personal para las remodelaciones del local, en recibiendo pedidos de mobiliario máquinas y todo lo necesario. Todo entre náusea
—¡¡¡Sorpresa!!! —Fedora, ANYA, Alf, Adrick, Anya y Katherina, gritaron al unísono mientras salían de detrás de los muebles de la sala. La luz se encendió y el puñado de personas miraban a Katsumi expectantes, ella les ofreció una sonrisa tímida, el asombro aún no salía de su rostro. —¡Feliz cumpleaños! —le deseó Fedora y la abrazó el resto de los presentes hicieron lo mismo. »Vayamos afuera —dijo Fedora después que todos hubieron abrazado a Katsumi. En el jardín, los esperaban dos mesas rectangulares adornadas para la ocasión. En una, se erigía un elegante pastel de tres niveles decorado con fondant blanco y flores rosadas rodeado de adornos dorados. En la otra, un banquete servido y asiento para nueve personas. Katsumi reparó de inmediato en q
Jasper apareció nuevamente en el jardín, cuando Anya lo vio, se puso de pie y caminó hacia él —Por favor, Jasper, márchate. Comprende que no es fácil… —Alguien ha herido a tú amiga, la cumpleañera… eehh.. —¿Katsumi? ¿como que la han herido? ¿quién? —todos se pusieron de pie y caminaron apresurados hacia Jasper —Una chica, ha llamado a la puerta y Katsumi le abrió y ella simplemente la ha apuñalado —dijo Jasper mientras caminaban todos hacia el salón. —¿Y cómo es que la han dejado entrar en el portón? ¿cómo es que la seguridad la ha dejado llegar hasta la puerta? Cuando llegaron a la sala, no había nadie en ella, solo una mancha de sangre a la entrada. —Adrick la ha cargado y se la ha llevado, le dije que llamara a una ambulanc
La luz entró en la habitación cuando ANYA abrió las cortinas de golpe. —Tienes que dejar de compadecerte de ti mismo, tienes que levantar tu trasero ahora. Adrick abrió los con dificultad, trató de enfocar a ANYA, pero su visión era borrosa. Un ardor le recorría desde la garganta hasta el estómago. No había salido de su habitación en casi tres meses, salvo escasas ocasiones para hacerse de algunas botellas de whisky de su despacho. Tenía el cabello largo y una barba sucia y desaliñada le cubría la mitad inferior del rostro. —¡Déjame en paz, ANYA! —se tapó hasta la cabeza con las sábanas. ANYA se acercó y tiró de las sábanas con fuerza —¿Y si la buscas? —preguntó ANYA sentándose en el borde de la cama —Ella no quiere que la bus
—Deberías irte a casa —Chloe miraba a Katsumi con preocupación. Katsumi puso los ojos en blanco —Ya te he dicho que no me iré. Tengo asuntos que atender y tú deberías estar ayudándome —respondió Katsumi soltando sobre el escritorio los papeles que sostenía, giró un poco su silla hacia su lado derecho ara poder mirar a Chloe. Chloe levantó ambas manos a la altura de su cabeza e hizo una mueca de inconformidad. Katsumi sabía que tenía que descansar un poco, sus pies parecían globos a punto de reventar, igual que su barriga. No aguantaba el dolor en las caderas, sentía que sus tobillos se quebrarían al no poder resistir su peso. Había aumentado unos cuantos kilos y si la expectativa de llevar un bebé dentro de su vientre siempre le había parecido espantosa, ojalá se hubiera tratado de uno. Los dos seres en su vientre parecían estar en constante batalla, revoloteaban dentro de ella como si se dieran de puñetazos el uno al otro. Sup
Katsumi hizo a un lado su trabajo y se dedicó a ser mamá de tiempo completo. Chloe era su mano derecha. Le ayudaba tanto con el negocio, como con los gemelos. Habían pasado seis meses y ya deseaba volver a su vida normal. La semana siguiente se llevaría a cabo un evento de recolección de fondos para la inauguración de una fundación para niños de la calle. Ella y Chloe eran fundadoras y activistas por la causa, pero había decidido no asistir, no quería regresar a New York, necesitaba estar a miles de kilómetros de distancia de Adrick para evitar la tentación de buscarlo. ******* Era viernes y saldría, pero no precisamente a divertirse ni nada por el estilo. Tenía una cita con un agente de bienes raíces, le urgía mudarse a un lugar más adecuado para la crianza de sus bebés, su pequeño
—Creí que sería algo más…—Katsumi hizo una pausa —¿íntimo? —Chloe completó su idea acercándose a su oído y tratando de levantar la voz por encima de la música El lugar era inmenso, un enorme salón de paredes, piso y techo blancos, con enormes lámparas que emulaban viejos candelabros cobrizos. El estilo antiguo contrastaba con las luces de neón provenientes del escenario en el que un dj manipulaba una pequeña consola. Una chica enfundada en camisa blanca, minifalda negra y chaleco a juego, les ofreció champange acercando la charola plateada delante de ellas —Lamento que no puedas —dijo Chloe cogiendo una de las copas y haciendo un puchero de tristeza —¿cómo que no? —Katsumi también cogió una copa— No amamantaré por un buen rato, para cuando vuelva a Washington el alcohol habrá salido de mi organismo—argumentó y le dio un sorbo al contenido espumoso, soltó un suave gemido al saborear el burbujeante líquido. —Por lo menos mantente sobria
—Pensé que la mesa era para dos —dijo un poco borde y Chloe abrió los ojos como platos ante la altanería de Katsumi —lo siento, no es nada personal, es solo que… —Oh no, no te preocupes, entiendo, pero es que nos han asignado esta mesa, también habíamos pedido mesa para dos, pero creo que ha sido un error. Iré a recepción y veré si pueden solucionarlo —No, disculpa, no te preocupes, yo… no quise ser grosera —se sentó y tragó saliva como si tragara clavos pensando en que, en algún momento, Adrick llegaría y se sentaría al lado de su prometida, justo enfrente de ella. —Lo siento Katsumi, esto es mi culpa. No creí que esto pasaría —le susurró Chloe al oído —Vamos, vayamos a casa —No. No iré a ninguna parte, tengo un discurso que dar. Además, Kolenka es una de nuestras mayores patrocinadoras —trató de esbozar una sonrisa en sus labios. —Ah…¿tú eres la organizadora del evento? —preguntó Kolenka entusiasmada —Sí, soy Katsumi Ishikawa —Katsum
El aliento a alcohol y menta de Adrick le calentó las mejillas. No pudo decir una palabra »eso creí —dijo Adrick ante el silencio de Katsumi y la besó en os labios. Las manos de Adrick se deslizaron lentamente debajo de la bata de baño, Katsumi no se resistió y eso lo hizo sentir confundido, pero no se detuvo a pensarlo, siguió tocando su cuerpo, la textura de su piel tenía un efecto embriagante al tacto. Hasta ese momento habían estado parados en el umbral, debajo del dintel de la puerta, se movieron despacio, entraron en la habitación y Adrick cerró la puerta tras de sí sin alejar sus labios de los de Katsumi. Desató el nudo de las dos tiras de tela que rodeaban la cintura de Katsumi, no fue difícil. Sus pechos quedaron expuestos, tan hermosos y abundantes com