Levantó el abrigo que había quedado tirado en el suelo y se cubrió. Al llegar al salón se encontró con una mujer bastante joven, Katsumi le calculó unos veintidós, veinticinco a lo mucho. Sus rasgos eran delicados, su cabello rubio caía sobre uno de sus hombros y sus ojos azules estaban empañados de lágrimas. Al lado de la chica, una niña que miraba a todos con ojos curiosos.
La mujer joven se percató de la presencia de Katsumi y la miró con curiosidad, Adrick se giró, sus ojos también estaban vidriosos.
—Anya, ella es Katsumi —dijo Adrick
—Katsumi, mucho gusto —dijo la chica acercándose y dándole un abrazo —¿es tu esposa? —le preguntó a Adrick
—Aún no —Adrick bromeó y el corazón de Katsumi dio un brinco al escuchar sus palabras —de momento es mi enfermera, me ayuda a recuperarme
Queridos lectores, dado que la existencia de dos personajes con el mismo nombre pudiera generar confusión, he decidido hacer una diferencia en la tipografía: usaré Anya para la hija de Adrick y ANYA para referirme a la hermana de Adrick (puede que después me olvide de ese pequeño cambio, pero servirá mientras se acostumbran a diferenciar entre uno y otro personaje) TRES MESES DESPÚES... Katsumi había estado posponiendo su partida con excusas tontas, “Me iré en primavera” se había asegurado a sí misma, “me encanta la primavera”, “Tal vez la pequeña Anya me necesite aun” pensaba, Adrick e había incorporado a sus actividades en la compañía, tenía problemas con el consejo e intentaba poner todo en orden. Se la pasaba de mal humor y casi no tenía tiempo para Anya. —¡Joder! No recordaba que fuera tan rosa —dijo ANYA cuando entraron a la habitación y soltó un suspiro mesclado con risa —Katherina la odiará. —contempló la habit
—¡Tuve que hacerlo! ¡Tuve que hacerlo! —los gritos de Adrick irrumpieron en el sueño de Katsumi que se despertó de golpe Adrick se retorcía entre las sábanas, gimoteaba y repetía lo mismo una y otra vez. Katsumi lo rodeó con sus brazos, no era la primera vez que lo veía así, hablando y llorando dormido, bañado de sudor. —Estoy aquí cariño. Estoy aquí —le susurró al oído. Adrick abrazó a Katsumi con fuerza y empezó a llorar con más ahínco, como un niño pequeño. Después de un rato se calmó y volvió a dormir como si nada, pero Katsumi no pudo conciliar el sueño sino hasta el amanecer, por lo que no despertó hasta pasado el mediodía. Para su fortuna, era domingo, su día libre. Se frotó los ojos tratando de enfocar la mirada. Su habitación no tenía ventanas por lo qu
CAPÍTULO 36 “Por favor, ven conmigo a la fiesta. No hay nadie más con quien quiera ir. PD. A algún idiota de recursos humanos se le ocurrió la brillante idea de que la fiesta fuese de máscaras” Debajo de la nota había un hermoso vestido rojo con una máscara a juego. ********* La mayoría de los invitados estaban en la parte exterior del local, todos salpicados alrededor de una gran piscina. Sentados en butacas blancas ubicadas en varios puntos del lugar. Había algunas carpas de tela blanca iluminadas con luces de neón rojas. La primavera estaba en plena alborada y el clima era agradable, ni mucho frío ni mucho calor. Katsumi se sintió impresionada con el lugar, la decoración, las personas, ella nunca había estado en una reunión social de tanta
—Acostumbro a controlarlo todo…necesito tener el control —le puso ambas manos en la cintura y la jaló hacia él. Empezaron a caer algunas gotas ínfimasde garúa. Katsumi le puso ambas manos en el pecho, levantó el cuello para mirarlo a los ojos, él le sostuvo la mirada y Katsumi sintió que sus piernas se convertían en algodón. Sintió sus mejillas arder cuando el aliento tibio de Adrick chocó con su piel. Los vellos del cuerpo se le erizaron y una sensación entre el frío y el calor le atravesó el pecho. —Lo que siento por ti, es la única m*****a cosa que no puedo controlar —Te amo, no quiero hacerlo, joder, no quiero amarte, pero no puedo evitarlo —le acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja. La oscuridad de la noche los envolvía y las luces de neón de la fiesta que habían
Eran fotos de Adrick y una mujer hermosa. No eran comprometedoras, solo hablaban muy de cerca, parecía que coqueteaban, en algunas fotos ella le hablaba al oído con una mano puesta en su pecho. —Esa es Kolenka Vasiliev —arrugó la cara como si hubiese sido abofeteada por un olor desagradable —es su socia. No hay nada entre ellos, te lo aseguro. Si lo hubo, pero es una mujer desagradable. Esas fotos deben viejas. —No son viejas, son de la fiesta que hubo con los nuevos inversionistas, reconozco el lugar, la decoración, lo que Adrick lleva puesto. Esta fotos no son viejas —Pues tiene que haber una explicación. Conozco a mi Adrick y sé que para él no eres como las otras chicas. Además, míralos, solo están hablando —Pues, parece que se hablan con mucha confianza —Te diré algo, Katsumi —Fedora se puso seria —Adrick no es mala persona, es solo que no sabe expresar sus sentimientos de forma adecuada. No ha recibido ni dado afecto de forma sana. No sab
—Por favor, déjame sola —dijo Katsumi dejando la pregunta de Yoshi sin contestar. Él asintió con la cabeza, la besó en la frente y salió de la alcoba Katsumi acomodó sus cosas en el pequeño closet, “nada comparado con el de su habitación en la mansión” pensó y puso los ojos en blanco, no se soportaba ella misma, comparándolo todo con lo que ya no tenía. Su teléfono sonó, sacándola de sus pensamientos al rebuscar en su bolso consiguió un papel rosa que decía “luna de plata”, Día: Viernes 29, lugar The Goddard School of Manhattan. Anya y Katherina la habían invitado a su recital de ballet en la escuela, era esa misma semana, lo había olvidado. Si iba, sin duda se encontraría con Adrick, no sabía si quería verlo. Se sintió como una tonta al sorprenderse a sí misma fantaseando con esa posibilida
—Oh…estás despierta —dijo Yoshi al entrar al departamento, llevaba ropa deportiva y estaba empapado en sudor. Le echó una mirada inquieta al teléfono sobre la mesa mientras se acercaba. Se acercó y besó a Katsumi en los labios, ella dio un paso atrás —Lo siento. Estoy sudado. Iré a darme una ducha. ¿Qué harás hoy? —preguntó mientras cogía el teléfono de la encimera —Veré a Rhydian; mi socio —Katsumi sabía que Yoshi estaba ocultando algo —Ah…¿socio? ¿De qué? —Negocios —Katsumi se cruzó de brazos —¿Negocios? ese Rhydian…¿ha invertido en un negocio tuyo? —Yoshi se recostó de la encimera y miró a Katsumi con ojos inquisitivos —No, él me proveerá insumos para algo que... El teléfono de Yoshi sonó, él contestó y levantó una mano indicándole a Katsumi que le diera un momento. Katsumi puso los ojos en blanco y se dio media vuelta hacia la estufa, la encendió y colocó el sartén, revolvió un par de huevos. Mientra
Los ojos de Adrick anticiparon un estallido, no era lo que Katsumi quería. Si quería hacerlo enojar, pero era egoísta de su parte arruinar un momento que no era de ella sino de Anya y de Katherina »Adrick, ya madura —le susurró acercándosele— que hagas una escena en una fiesta de tu empresa es una cosa, pero que vengas a volverte loco aquí…no te pases de… —Como quieras, Katsumi. He venido con Kolenka y me está esperando, si no quieres quedarte no esperes que te ruegue —A Katsumi se le fue el alma al piso. Las palabras de Adrick le rompieron algo por dentro y no sabía qué pero se sentía horrible —tragó saliva con dificultad y asintió con la cabeza —Bien —dijo cuando recuperó el habla —Bien —dijo Adrick y se dio media vuelta sin más Katsumi caminó hacia el aparcamiento. —Siento todo esto —le dijo a Rhydian mientras abría la puerta del coche —No…no te preocupes Katsumi. Podemos ir a otro sitio, pasar un buen rato —Rhydian le habla