—¡Tuve que hacerlo! ¡Tuve que hacerlo! —los gritos de Adrick irrumpieron en el sueño de Katsumi que se despertó de golpe
Adrick se retorcía entre las sábanas, gimoteaba y repetía lo mismo una y otra vez. Katsumi lo rodeó con sus brazos, no era la primera vez que lo veía así, hablando y llorando dormido, bañado de sudor.
—Estoy aquí cariño. Estoy aquí —le susurró al oído.
Adrick abrazó a Katsumi con fuerza y empezó a llorar con más ahínco, como un niño pequeño.
Después de un rato se calmó y volvió a dormir como si nada, pero Katsumi no pudo conciliar el sueño sino hasta el amanecer, por lo que no despertó hasta pasado el mediodía. Para su fortuna, era domingo, su día libre.
Se frotó los ojos tratando de enfocar la mirada. Su habitación no tenía ventanas por lo qu
CAPÍTULO 36 “Por favor, ven conmigo a la fiesta. No hay nadie más con quien quiera ir. PD. A algún idiota de recursos humanos se le ocurrió la brillante idea de que la fiesta fuese de máscaras” Debajo de la nota había un hermoso vestido rojo con una máscara a juego. ********* La mayoría de los invitados estaban en la parte exterior del local, todos salpicados alrededor de una gran piscina. Sentados en butacas blancas ubicadas en varios puntos del lugar. Había algunas carpas de tela blanca iluminadas con luces de neón rojas. La primavera estaba en plena alborada y el clima era agradable, ni mucho frío ni mucho calor. Katsumi se sintió impresionada con el lugar, la decoración, las personas, ella nunca había estado en una reunión social de tanta
—Acostumbro a controlarlo todo…necesito tener el control —le puso ambas manos en la cintura y la jaló hacia él. Empezaron a caer algunas gotas ínfimasde garúa. Katsumi le puso ambas manos en el pecho, levantó el cuello para mirarlo a los ojos, él le sostuvo la mirada y Katsumi sintió que sus piernas se convertían en algodón. Sintió sus mejillas arder cuando el aliento tibio de Adrick chocó con su piel. Los vellos del cuerpo se le erizaron y una sensación entre el frío y el calor le atravesó el pecho. —Lo que siento por ti, es la única m*****a cosa que no puedo controlar —Te amo, no quiero hacerlo, joder, no quiero amarte, pero no puedo evitarlo —le acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja. La oscuridad de la noche los envolvía y las luces de neón de la fiesta que habían
Eran fotos de Adrick y una mujer hermosa. No eran comprometedoras, solo hablaban muy de cerca, parecía que coqueteaban, en algunas fotos ella le hablaba al oído con una mano puesta en su pecho. —Esa es Kolenka Vasiliev —arrugó la cara como si hubiese sido abofeteada por un olor desagradable —es su socia. No hay nada entre ellos, te lo aseguro. Si lo hubo, pero es una mujer desagradable. Esas fotos deben viejas. —No son viejas, son de la fiesta que hubo con los nuevos inversionistas, reconozco el lugar, la decoración, lo que Adrick lleva puesto. Esta fotos no son viejas —Pues tiene que haber una explicación. Conozco a mi Adrick y sé que para él no eres como las otras chicas. Además, míralos, solo están hablando —Pues, parece que se hablan con mucha confianza —Te diré algo, Katsumi —Fedora se puso seria —Adrick no es mala persona, es solo que no sabe expresar sus sentimientos de forma adecuada. No ha recibido ni dado afecto de forma sana. No sab
—Por favor, déjame sola —dijo Katsumi dejando la pregunta de Yoshi sin contestar. Él asintió con la cabeza, la besó en la frente y salió de la alcoba Katsumi acomodó sus cosas en el pequeño closet, “nada comparado con el de su habitación en la mansión” pensó y puso los ojos en blanco, no se soportaba ella misma, comparándolo todo con lo que ya no tenía. Su teléfono sonó, sacándola de sus pensamientos al rebuscar en su bolso consiguió un papel rosa que decía “luna de plata”, Día: Viernes 29, lugar The Goddard School of Manhattan. Anya y Katherina la habían invitado a su recital de ballet en la escuela, era esa misma semana, lo había olvidado. Si iba, sin duda se encontraría con Adrick, no sabía si quería verlo. Se sintió como una tonta al sorprenderse a sí misma fantaseando con esa posibilida
—Oh…estás despierta —dijo Yoshi al entrar al departamento, llevaba ropa deportiva y estaba empapado en sudor. Le echó una mirada inquieta al teléfono sobre la mesa mientras se acercaba. Se acercó y besó a Katsumi en los labios, ella dio un paso atrás —Lo siento. Estoy sudado. Iré a darme una ducha. ¿Qué harás hoy? —preguntó mientras cogía el teléfono de la encimera —Veré a Rhydian; mi socio —Katsumi sabía que Yoshi estaba ocultando algo —Ah…¿socio? ¿De qué? —Negocios —Katsumi se cruzó de brazos —¿Negocios? ese Rhydian…¿ha invertido en un negocio tuyo? —Yoshi se recostó de la encimera y miró a Katsumi con ojos inquisitivos —No, él me proveerá insumos para algo que... El teléfono de Yoshi sonó, él contestó y levantó una mano indicándole a Katsumi que le diera un momento. Katsumi puso los ojos en blanco y se dio media vuelta hacia la estufa, la encendió y colocó el sartén, revolvió un par de huevos. Mientra
Los ojos de Adrick anticiparon un estallido, no era lo que Katsumi quería. Si quería hacerlo enojar, pero era egoísta de su parte arruinar un momento que no era de ella sino de Anya y de Katherina »Adrick, ya madura —le susurró acercándosele— que hagas una escena en una fiesta de tu empresa es una cosa, pero que vengas a volverte loco aquí…no te pases de… —Como quieras, Katsumi. He venido con Kolenka y me está esperando, si no quieres quedarte no esperes que te ruegue —A Katsumi se le fue el alma al piso. Las palabras de Adrick le rompieron algo por dentro y no sabía qué pero se sentía horrible —tragó saliva con dificultad y asintió con la cabeza —Bien —dijo cuando recuperó el habla —Bien —dijo Adrick y se dio media vuelta sin más Katsumi caminó hacia el aparcamiento. —Siento todo esto —le dijo a Rhydian mientras abría la puerta del coche —No…no te preocupes Katsumi. Podemos ir a otro sitio, pasar un buen rato —Rhydian le habla
La chica puso los ojos redondos como platos al ver a Katsumi —Buenos días —dijo nerviosa —Disculpa ¿Tú quién eres? —Soy Diana, he venido a hacer la limpieza —Ah…—Katsumi soltó un bufido—Lo siento Diana. Yoshi no me dijo que vendría alguien a limpiar y creo que ya te adelanté mucho trabajo —Diana sonrió con timidez—Ten —dijo Katsumi dándole las bolsas que acababa de coger de la cocina hay una bolsa de basura en la lavandería, pero es muy grande ¿podrías repartirla para echarla en el ducto? —Si, por supuesto señora… —Katsumi, llámame Katsumi —se acercó a la cocina y se lavó las manos Diana dejó sus cosas en un armario a la entrada del departamento y se fue de inmediato a la lavandería. —Señora Katsumi —Diana salió de la lavandería Katsumi estaba en la habitación de Yoshi, estaba punto de darse una ducha —Sí, Diana ¿Necesitas algo? —abrió la puerta apenas para asomarse y hablarle a Diana —Solo querí
—No invertí muy bien mi dinero —miró a Yoshi con reproche —¿Cuánto? —espetó Katsumi sin quitar los ojos mirando a Yoshi, él miró a Chihiro —dime Chihiro ¿cuánto necesitas para salir de mi vida para siempre? —la odiaba, pero aun así sentía que le debía algo solo por el hecho de haberle dado la vida. —Es que hija, verás, todo esto, las acciones, el departamento, lo he comprado con la parte de mi herencia, todo pensando en ustedes, en su matrimonio. Sabía que al final estarían juntos y creí que tal vez... —Le daré un maldito cheque a cada uno y saldrán de mi vida para siempre. No quiero saber nada de ustedes, absolutamente nada. Yoshi…—dijo con la voz quebrada —de Chihiro esperaba cualquier cosa…pero de ti… —los ojos se le nublaron y enormes lágrimas se precipitaron de estos tormentosas—no esperaba esto de ti. —Cariño…no sé de qué hablas, yo solo quiero que me perdones, no me interesa el dinero…yo te… —¡Joder! Yoshi, ya deja de mentir —se enjuagó