CAPÍTULO 34

Esa noche, Katsumi se escabulló hasta su habitación. Para su fortuna, nadie la vio. A la mañana siguiente, unos golpes en la puerta la despertaron. No programaba el despertador para sonar los sábados, pues no tenía que acompañar a Anya al colegio.

—Buenos días —dijo Fedora cuando Katsumi le abrió la puerta. Llevaba una bandeja. Katsumi se hizo a un lado para que Fedora entrara. No era habitual recibir el desayuno en la habitación, ni siquiera los sábados

—Buenos días —respondió Katsumi mirando la bandeja; debajo de ella, Fedora sujetaba un sobre amarillo

Fedora puso la bandeja en la mesilla al lado de la cama

—El señor Adrick me ha pedido que te trajera el desayuno —dijo con una sonrisa de complicidad —y también esto —levantó el sobre

En cuanto Fedora salió del

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo