MARCUS—¿Pasa algo?— me preguntó Mayla y yo me puse rápidamente la mano en el pecho.—No, Cariño, solo no puedo dormir— apago la luz del baño y nos regresamos a la cama.— por favor, yo no quiero que de verdad tengas que estarte preocupando por cada cosa que pase. Yo quiero tener hijos sanos y que puedas dar a luz con toda tranquilidad, ¿Entendido?Le contraía sobre esta mancha, pero sólo sería hasta el día de mañana.—No me pidas eso y menos cuando sabes que tengo a seres muy queridos— me abrazó refugiándose en mi.—Yo sé, pero me refiero a que no lo hagas tanto— estuve acariciando su cabellera hasta que pudo dormirse profundamente.*Me levanté más temprano de lo normal, Martina era la única que estaba despierta y la encontré en la cocina.—Buenos días, Marcus,— me dijo con una taza en la mano.—Buenos días, Martina,— me acerco a ella y me sirvo un poco del café que está haciendo.—¿estas bien?—Si, solo estaba pensando algunas cosas que todavía me parecen un poco extrañas—Esperaba qu
MAYLAMi cabeza me estaba doliendo y estaba empezando a preocuparme por la situación en la cual nos encontrábamos, desde que Marcus me había dicho eso, no iba a tener paz y sabiendo que él iba a ir a esos campos que son muy inseguros, sólo recuerdo la última vez que pudimos ir y todavía sido una emboscada, no quería que se repitiera dos veces la misma historia, ya habíamos tenido suficiente, ya habíamos pasado mucho dolor y quería que esto esta pesadilla se acabará yo una vez por todas.—Por favor dime que te vas a cuidar mucho, recuerda que ahora somos cuatro los integrantes de la familia— Él me dio un fuerte abrazo, confiaba en Marcus.Sé que cuando daba su palabra era irrompible, pero también nos estábamos enfrentando a algo desconocido.—Por supuesto que lo sé, es por eso que estoy haciendo esto, para tratar de evitar otras cosas en el futuro, ya te dije que iré con Martina, ella es muy experimentada y además me voy a llevar a unos cuantos guerreros, los más fuertes— me dio un bes
MARCUS—No pongan esas caras— dijo Anastasia— yo también estoy un poco desilusionada por no ayudarlos mucho y créanme, no lee estoy ocultando nada. Este asunto es importante no solo para ustedes, sino también para nuestra reputación como aldea.Martina se acerca a nosotros y se coloca frente a ella con ojos de fuego.—Si estás tratando de ocultarnos algo que no sepamos, yo misma vendré por ti y te arrancaré el cora…— Tomo del brazo a Martina deteniéndola.—Está bien, te lo agradecemos mucho, cualquier cosa que sepas, bien nos puedes mandar a llamar— Anastasia me saluda con la mano y al momento que hago contacto con tu piel, siento choques eléctricos que la verdad me dan un poco de miedo.Mis hombres y yo nos alejábamos cada vez más de esa aldea. Era un lugar sombrío que cualquiera que pudiera toparse con ese sitio, sin duda, nada bueno le pasaría.—¿Por qué te comportaste así?— me dije Martina con los brazos cruzados al pecho.—¿Asi como?— mi vista esta sobre el camino oscuro.—Si, me
MAYLA—¿Pero qué pasa?— Marcus se levanta de la cama bruscamente. Me pone sus manos en mis hombros ya que estoy temblando de nervios.—M-Marcus— tartamudeo — estaba ahí— señalo hacia la figura horrible que había visto y que de la nada desapareció.—¿De que me hablas?— Marcus volvió su vista afuera y se extrañó al no ver nada.—Te juro que ahí había una mujer de ojos rojos y me estaba viendo muy fija— Marcus me abrazó llevándome a la cama.—Espérame acá— dijo, pero yo tomé su mano antes que pudiera dejarme en la cama sola.—No quiero que te vayas— le imploro— no quiero quedarme sola y menos cuando acabo de ver a esa mujer.— quiero llorar, pero a la vez quiero ser fuerte.—Entonces dime, ¿Cuál era su aspecto?— intento recordar bien, pero no podía ver nada en la oscuridad más que su silueta y su enorme pelo que le colgaba.—Lo siento Marcus, pero solo pude ver su silueta y su cabello que era largo y liso, lo que su recuerdo muy bien era la intensidad de sus ojos. ¿Quién crees que sea?—N
MARCUS—Por favor, doctor, dígame que todo ha salido bien— tomé al doctor de los brazos— Dígame que ella no murió— un fuerte miedo había entrado en mi cuerpo con solo pensar que le podría haber pasado algo grave a mi hermana. Es cierto que no teníamos la mejor relación e incluso discutimos seguido, pero la amaba. Era lo único que tenía en mi vida.—Cálmese señor Marcus— me miró y se quitó los lentes— afortunadamente pudimos controlar la hemorragia, pero si no la hubieran traído antes, creo que no se hubiera podido hacer nada— lagrimas en mis mejillas recorrían al escuchar eso.—Pero ¿Qué fue lo que le pasó?— le pregunto con mucha intriga— ¿Quién le hizo eso a mi hermana?—Primeramente tranquilícese. Fue una herida cerca del cuello, aún no podemos determinar con que objeto fue porque para nosotros lo primordial era salvarle la vida y lo otro es que tampoco sabemos las causas. Lo que le puedo decir es que fue con un objeto metálico. Ahora lo que quiero es darle las siguientes indicacion
MARCUSMe vi en la obligación de ponerme en contacto con Anastasia. No me gustaba para nada que todo mi entorno se estuviera viendo involucrado con los ataques del bosque con mi hermana, luego de eso no sabría cuál podría ser la persona herida y quería evitar todo eso.—Max, necesito que agendes una cita con Anastasia, tenemos que ir a su aldea lo antes posible— Max asiente— y otra cosa…— hago una pausa— nada de esto lo tiene que saber Mayla.Regrese a casa porque necesitaba estar al cuido de Mayla. Liliam hacía bien su trabajo, pero al final de todo también estaba expuesta al peligro.Liliam estaba en la cocina, me acerco a ella desde atrás.—Por lo que veo no hay buenas noticias— asentí con cara de frustración ya que tenía toda la razón.—¿Y Mayla?— es lo primero que queiro saber.—Está bañándose, mientras tanto le estoy preparando algo para comer porque ni ha andado buen apetito y eso no es bueno— ella seguía echando ingredientes en la olla.—Mejor, porque lo que te quiero contar e
MARTINA—¡Sueltame! ¡Dejame en paz! Por más que trataba de quitármela de encima no podía, su fuerza era mayor a la mía y mi cuerpo no reaccionaba con normalidad. Sentía que estaba atada. —Con que tú eras una de las que la quería muerta— su voz era escalofriante y fría. Sin duda se escuchaba como una voz que ya había escuchado antes.— ahora tú y tu patética familia van a pagarlas una a una por lo que le hicieron— mis brazos no reaccionaban. Estaba literalmente congelada. —¡No!— senti un dolor agudo en mi cuello, llevo mis manos con dificultad y veo la sangre carmesí por mis manos. —Esto es el comienzo— dijo y mire a mi alrededor varías sombras.— pronto sabrán de nosotras y tu hermano pagará muy caro por el daño que nos ha causado. —¿Quién eres t…— mi visión se puso borrosa, mis fuerzas desvanecían a un punto que no supe nada. —¿Martina? ¿Martina?— escuché la voz de alguien. Abrí los ojos poco a poco y mire a un doctor que tenía frente.— ¿estas bien?— me pregunta y trato de mover
MARCUSTras varios intentos por buscar la salida de esta cueva era bastante difícil. Había muchas rocas y para la condición en la cual se encontraba Max era todo más difícil. El pie de Max no se miraba nada bien. Estaba bastante inflamado y no quería que le diera algún tipo de infección por el estado que se encontraba está cueva de sucia.—Espérame acá— le digo a Max, él está sentado en una roca y yo me acerco a la salida para intentar quitar algunas de las piedras que estaban en la entrada.Me era muy difícil porque a pesar de la fuerza que tenía, no era suficiente. Las rocas eran muy grandes.—Es en vano, vamos a morir acá— dice Max acercándose— si al menos tuviéramos más ayuda fuera diferente, pero entre los dos no creo que podamos hacer algo para quitarlas. Lo más probable es que el oxígeno qué hay acá, se vaya agotando.Tenía razón. Desde que estábamos encerrados podía sentir la dificultad para poder respirar.—¿Y entonces que se supone que podemos hacer?— pregunto y él se encog