Brampton.Sara POVCerré la puerta detrás de mí y él comenzó a golpearla con insistencia. — Sara no he terminado de hablar. Por favor, ¡ abre la m*****a puerta !—grita y me paralizo. Sacando valor camino hasta la puerta y pongo mi cara contra ella. —Déjeme en paz señor Brown , se lo pido—digo llorosa. —Hablaré con el detective, Sara, él me dirá toda la verdad y no podrás ocultarlo más, y aunque te vayas a otro lugar te encontraré —dice y parece irse. Me quedo inmóvil allí hasta que lo oigo marcharse. Enseguida siento mi piel fría, tiemblo de modo incontrolable y me dejo caer en el sillón abrumada una vez que siento su auto marcharse. Dios, ¿Que voy a hacer ahora? De seguro volverá. Tengo que pensar en algo para librarme de esta situación. Han pasado algunos días y no he vuelto a saber del señor Brown . Ojalá se haya cansado de molestarme. Es mi día libre en el restaurante y estoy pasando tiempo con Connor mi hijo. Suena el teléfono y voy enseguida. Es Salma que me llama y decido
Días después estoy en el restaurante. Ocupada en mi trabajo. Tranquila porque hace días que no se del señor Brown. Entonces mi jefe me hace una llamada telefónica. Me dice que revise una reservación importante que será en unos días. « por supuesto señor Phillip, ( Phillip es su apellido) lo revisaré y le informaré de los detalles en breve»« entiendo que ahorita estés ocupada, pero no lo olvides, cuento contigo eh» Respiro hondo. Entonces me doy cuenta que tengo muchísimo que hacer hoy , Connor tiene cita con la psicóloga y luego le prometí que iríamos de compras. Quiere cuadernos de dibujos nuevos y acuarela.« claro señor, me ocuparé» digo resignada volviendo a lo que me ocupa. Cuelgo y sigo atendiendo mis asuntos. Luego me dedico a revisar las cuentas en la oficina y finalmente dejo a cargo a Jack. Debo ir por Connor. Después de la consulta donde la doctora encontró muy bien a Connor pero sigue insistiendo en no descuidar las terapias, voy de compras con mi pequeño. Connor
Alicia me empuja con fuerza después de unos segundos. Es sorprendente todo lo que reviví con ese beso. Juro que tuve mucho deseo de hacerla mía, ya, ahora mismo. Pero no puedo olvidar de lo que es, una mentirosa. La miro con gesto divertido al ver su reacción temerosa. Su acción me hace sentir aún mucho más convencido de lo que he venido sospechando. No me queda ninguna duda pero entonces ella…—¿ Qué quiere de mi señor Brown? —Saber porque se prestó para una farsa como la que me montaron las Robinson. Usted no parece mala persona. ¿Acaso lo hizo por dinero? Yo pude darle mucho más si las desenmadcaraba. —Usted está equivocado y lo que está haciendo es un completo ridículo. ¿Está cuerdo señor Brown? Empiezo a creer que le falta un tornillo. —No parecías pensar así hace unos segundos, temblabas mientras te besaba, te gustó sentir una vez más mis labios, lloraste porque me viste comprometerme con Adele. No te soy indiferente, lo sé—Me acerco y tomo su brazo mientras analizo sus gest
—¿ Dónde estás maldición Alexander?» Adele me llama al teléfono. Voy en un auto rumbo a mi avioneta privada. Regresaré a casa y le dejé dinero en el hotel para que tomara un vuelo y regresara a Montreal. Es lo más que estoy dispuesto a hacer por esa mentirosa mujer. « Voy a casa»« ¿ Acaso te has ido sin mi? Creí que todo mejoraria entre tú y yo Alexander y me has dejado aquí , botada en Brampton»«Te dejé para el boleto, no te quejes»« ¿Dinero? Siempre resuelves todo con dinero Alexander, no quiero solo tu dinero ¿ Entiendes?» gritó esto último. Respiro hondo. « No tienes derecho de exigirme nada, te he dado cuánto has querido , estás por arruinar mis finanzas así que… »« Te dije que tu maldito dinero no me importa Alex, quiero que me ames, quiero que seas atento y cariñoso, que me beses, ¿¡hace cuatro malditos años que no me tocas y…!?» cuelgo. No tengo tiempo para sus crisis. Me hierve la sangre solo al oírla. Ahora mismo lo que más quiero es planear cómo voy a hacer que co
—Estamos aquí reunidos para celebrar la boda del señor Alexander Brown y la señorita Adele Lucia Robinson—dice el sacerdote. Ambos estamos frente a él. Adele luce muy feliz. Igual que su madre. Pero por más que miro hacia la entrada no miro entrar a Alicia y Asdhur. —Señorita Adele Lucia Robinson ¿Toma y acepta por esposo a …? Dice el sacerdote luego de un fatigoso discurso al que no presté nada de atención. Cuando hace la pregunta no oigo nada más, pues la persona que más me interesaba que estuviera presente acaba de llegar. Escucho un escandaloso "sí" de parte de Adele. Alicia se sienta al final. Enfoco mis ojos en ella un instante. Me mira con gesto apagado. Estoy seguro que le afecta verme aquí junto a su antigua ama. Por alguna razón suspiré al verla. Su mirada hacia mí es muy obvia, creo que siente algo por mi. Sé que lo siente. No parece estar feliz. Vuelvo mi mirada al frente al carraspeo del sacerdote. —Señor Alexander Brown, toma y …—Un momento padre, antes quiero decir
Alicia. Creí que moriría en este día y también creí que el señor Brown moriría por intentar salvarme. Afortunadamente la señora Robinson fue detenida y Alexander está fuera de peligro. Eso me dijo el doctor hace poco pues con desesperación no dejaba de preguntarle a todas las enfermeras por él. Entonces supe que esa bala solo rozó en su brazo y profundizó lo suficiente como para causarle mucho sangrado. Pero fue controlado y ya está fuera de peligro. Yo por mi parte, estoy con mi jefe en otra área del hospital esperando, él me hace demasiadas preguntas mientras esperamos las indicaciones del médico. Específicamente estamos en el consultorio de un médico llamado Cris. —Fue un duro golpe en tu cabeza Sara. Verdaderamente me has asustado. ¿Tú y esa mujer se conocían antes? Intentó asesinarte. La gente dice que es un triángulo amoroso y que le robaste el prometido a su hija . Dime que no fue así como pasó, ¿verdad? ¿Alexander canceló esa boda por ti?¿. Eres esa Alicia que mencio
—Señorita, espero por usted para llevarla a la mansión —Me siento palidecer. Muerdo mi labio insegura. Es la misma situación que hace cuatro años cuando me vi obligada a quedarme en la mansión de los Brown por orden de mi jefe, pero esta vez tenía una vaga idea de lo que podría pasar, yo estaría allí solo con el padre de mi hijo. Eso me hace temblar. Pero por lo visto nada podrá impedir que esto me suceda de nuevo. No quiero seguir con esas imaginaciones de él y yo juntos de nuevo. Por como me mira Siento que estaría vulnerable ante uno solo de sus besos. me digo a mi misma corrigiendo esa manera tan mundana de pensar.Para desviar la atención y aliviar la tensión, ahora debo ver a mi hijo. Entonces le pido que me espere un instante y hago una video llamada a Brampton. «Hola Ali ¿Cómo la están pasando»« Jack … luego te cuento, no podré volver hoy, ¿ Hay problema con que te quedes con Connor
—Señor… yo… no creo que debamos hablar de eso—Siento que mi cara se calienta. El Volteando hacia mí, tratando de acercarse a mí, miro a la defensiva, pero solo veo sus carnosos labios.Sin proponerlo los miro un instante. Son tan bonitos, atrayentes y recordé aquellos besos tan excitantes que nos dimos. Esto alivia temporalmente mis tensas emociones. Ya no quiero huir sino rendirme ante los encantos del señor Brown. Pero se que hacerlo no me ayudará en mis planes de alejarme para siempre. —Dígame. ¿Fue feliz aquella vez mientras estaba en mis brazos o solo yo lo fui? Dígame Alicia—Me sentí tan asfixiada, mi cara ardía como un hierro candente, aunque solo fue una vez y fue hace cuatro años. Ha pasado tanto tiempo. Sin embargo siento un ardido deseo de gritarle que sí. Que sí lo fui. Pero no puedo hacer esto, no puedo quedarme atrapada aquí. Bajé la cabeza y traté de que no viera mi cara.—Alicia, tu mirada no miente y tu gesto aturdido, extasiado es más que evidente. por favor