Al despertar en el hospital, Atenea se enfrentó a la dolorosa realidad de que había perdido tanto al amor de su vida como a su bebé. Los había perdido para siempre, dejando una marca cruel y dolorosa en su vida. Pero no solo eso la afectó, también descubrió que parte de su pasado se había desvanecid
***Valentino se hallaba en la habitación compartida con Atenea luego de haberse reconciliado. La esperaba como le había prometido, pero se sentía inquieto. No estaba nada cómodo con la idea de que ella se encontrara con su ex amante, aunque sabía que no podía prohibirle nada. Se suponía que haría l
***La sala se sumió en un silencio denso. El sudor perlaba la frente de Lenox mientras su respiración se volvía calculada, sus manos temblaban y el miedo se apoderaba de su sistema nervioso, sin apartar la vista del monitor tras la última descarga potente. Era la última oportunidad, así que rogaba
Sin embargo, unas dos horas después, la misma enfermera apareció frente a ellos de nuevo.—¿Qué ha pasado? —preguntó Cayetana con angustia—. ¿Todo ha salido bien? ¿Está fuera de peligro?.La mujer negó con pesar.—Fue sometida a cirugía —explicó—. Tenía un traumatismo craneoencefálico, fracturas óse
***La noche se había apoderado de la ciudad cuando Clodan conducía a toda velocidad, su corazón tan agitado que el sonido de su latido le resultaba molesto. Solo anhelaba una cosa, una oportunidad: que ella aún estuviera allí.Detuvo bruscamente el auto frente a su edificio residencial y descendió
—¿Querías que te dejara morir? —inquirió con reproche.—No, Clodan. ¿Sabes qué hubiera sido mejor para mí? Que nunca hubieras aparecido en mi vida. Eso hubiera sido mejor que pasar por todo esto.—Sabes que no es lo que sientes.—¿Y tú qué sabes? Por supuesto, me has tenido detrás de ti, por lo que
***Los ojos de Clodan se abrieron de sorpresa al observar lo que las cámaras de seguridad captaron. Efectivamente, alguien del personal de servicio había irrumpido en el estacionamiento subterráneo. La figura de una mujer manipulaba claramente el sistema de frenos. No se necesitaba ser adivino para
—Pero...—Yo me quedaré —Valentino finalmente habló con determinación. —Todos pueden regresar, yo esperaré aquí.—Valentino... —intentó protestar su primo.—No me moveré de aquí hasta verla —declaró decidido.Hubo poco que decir. Al final, Dimitri y Alexis prácticamente arrastraron a Layla y Cayetan