—¿Principessa...? —susurró apenas, reconociéndola de inmediato por el tatuaje detrás de su oreja, apenas visible entre su cabello negro ensangrentado que le cubría el rostro.—¡Rápido, una camilla! —exclamó el equipo de enfermería, saliendo velozmente con una camilla para trasladar el cuerpo magulla
[...]—Quiero verlo de nuevo —insistió Atenea.Layla, ante la manifestación de su amiga, puso los ojos en blanco y soltó un suspiro de resignación ante su estado enamorado.—Olvídate de él —le dijo, dándole una palmada en la parte trasera de la cabeza para hacerla reaccionar —. Solo lo viste una vez
—¿Qué haces con esa chica? —Una elegante mujer salió de su lujoso auto, casi arrancando el brazo de su hijo cuando este salió de la universidad con Atenea.—Es mi novia, mamá —respondió él, visiblemente molesto—. Te la presento, se llama...—Sé quién es —cortó secamente—. La hija menor de los Volkov
Por otro lado, Alexis y Cayetana formaban una pareja oficial, pero mantenían su relación en secreto, siguiendo el deseo de ella para evitar enfrentamientos similares a los de su hermana con sus padres. Alexis respetaba esta decisión, profundamente enamorado después de numerosos encuentros clandestin
Al despertar en el hospital, Atenea se enfrentó a la dolorosa realidad de que había perdido tanto al amor de su vida como a su bebé. Los había perdido para siempre, dejando una marca cruel y dolorosa en su vida. Pero no solo eso la afectó, también descubrió que parte de su pasado se había desvanecid
***Valentino se hallaba en la habitación compartida con Atenea luego de haberse reconciliado. La esperaba como le había prometido, pero se sentía inquieto. No estaba nada cómodo con la idea de que ella se encontrara con su ex amante, aunque sabía que no podía prohibirle nada. Se suponía que haría l
***La sala se sumió en un silencio denso. El sudor perlaba la frente de Lenox mientras su respiración se volvía calculada, sus manos temblaban y el miedo se apoderaba de su sistema nervioso, sin apartar la vista del monitor tras la última descarga potente. Era la última oportunidad, así que rogaba
Sin embargo, unas dos horas después, la misma enfermera apareció frente a ellos de nuevo.—¿Qué ha pasado? —preguntó Cayetana con angustia—. ¿Todo ha salido bien? ¿Está fuera de peligro?.La mujer negó con pesar.—Fue sometida a cirugía —explicó—. Tenía un traumatismo craneoencefálico, fracturas óse