—Por favor, toma asiento —invitó Lenox a la rusa, ofreciéndole una bebida antes de sentarse frente a ella en el escritorio.—¿Qué sucede? —preguntó ella, tomando la bebida y mirándolo con evidente preocupación —Estoy nerviosa, ¿ocurrió algo malo?.—Un amigo mío está en este hospital —confesó, vacila
—Sí... gracias.Aunque planeaba discutir con Lenox sobre su relación con Valentino, dado que, a pesar de estar casados, no se llevaban bien, no era el momento adecuado. No hasta que la sombra de Lirio desapareciera entre ellos, porque, ¿y si Valentino no le creía? Aunque Atenea fue la primera mujer
El corazón de Atenea latía desbocado mientras se dirigía al hospital donde Lirio había sido internada. La ansiedad la invadía, y al llegar, tropezó con la impactante escena de Valentino en la sala de espera, con las manos aferradas a su cabeza. No estaba solo; el señor Clodan recibió la noticia de i
La mansión continuaba sumida en el caos, con el persistente olor a sangre impregnando el aire. Sirvientes se apresuraban de un lado a otro, intentando limpiar los vestigios en las escaleras donde Lirio había caído momentos antes.—Esa mujer la culpó de todo, Soledad. Dijo que Atenea la empujó de las
Desearía no haber ingresado a ese estudio de arte y haber descubierto esos cuadros. Anhelaba no haber compartido la intimidad con él y lamentaba no haber rechazado de manera categórica el matrimonio desde el principio. Soñaba con la posibilidad de que nunca se hubieran reencontrado, que fueran extra
Después de una larga espera en la sala de urgencias, Lenox salió quitándose la mascarilla, escaneando con la mirada en busca de los familiares de Lirio Moretti. El primero en acercarse fue Valentino, seguido por la señora Elsa, su padre, su primo y Holly, quien aún permanecía con ellos.—¿Cómo está
Aquellas palabras quedaron grabadas en su cabeza, pues sabía que había echado por la borda todo lo que había logrado. ¿Por qué tenía que ser justo cuando empezaba de nuevo? ¿Todo era un plan? ¿Estaba equivocado? Muchas preguntas lo atormentaron todo el día hasta que llegó la noche y regresó a la man
—¿Sobrevivió? —preguntó ella en un susurro débil.—Sí, por suerte no fue grave, solo fracturas y contusiones —acarició suavemente su cabello, brindándole la calma que necesitaba—. ¿Tiene eso algo que ver contigo? Explícame lo que pasó.—Ella tendió una trampa y se lanzó por las escaleras; ahora cree