Capítulo 18

Ada no fue capaz de conciliar el sueño en toda la noche, recurrentes pesadillas le hicieron pasar una noche casi en vigilia. Esos tres hombres lobos la atacaban de diferentes formas y en todas ellas. Ella terminaba tendida sobre un gran charco de sangre.

Aquella mañana cuando Ada comenzó su trabajo se extrañó al no ver a Kevin entrar a la cafetería. Se recordó a sí misma que como ya había conseguido su cometido no necesitaba seguir desayunando allí todos los días.

Sonrió irónicamente y comenzó a atender a los clientes que iban llegando.

Cuando la tarde llegó Ada finalmente decidió aceptar la cita propuesta de Kevin por lo que poco después de terminar su jornada de trabajo. Lucia maquilló el rostro de Ada, cepilló su largo cabello dorado y le hizo unas ondas. Ada desabrochó unos botones de su ajustada blusa por sugerencia de Lucía, camino hacia el exterior de la cafetería y se dirigió hacia el joven que, al verla, se sonrojó profundamente.

—Estas bellísima, Ada parec