Eva.
Miro las tiendas a traves de los vidrios, llevo más de una hora recorriendo el centro comercial con Gigi y todavía no me animo a entrar en ningun sitio, quizá se debe a que en realidad no deseo asistir a ese matrimonio, por como yo veo las cosas es una completa locura, pero por desgracia tengo que acompañar a Aaron mientras soporto ver al padre de mi bebé prometiéndole amor eterno a otra mujer, como si no existiera peor humillación que esa, después tenemos que ir al dichoso brindis a festejar una pareja que ni siquiera se ama. Nada más con verle la cara a Francine y ver el fastidio de Eros se hace evidente que ninguno de los dos quiere al otro. Todo es una jodida tetra. Aunque tampoco pienso sentirme miserable por ellos, después de todo es una tetra en la que ambos decidieron participar.
–¡Eva, tenemos que entrar a algun sitio! – chilla Gigi fastidiada.
Eva. Esta es la jodida semana mas larga de toda mi puta existencia, juro que, entre las náuseas, los constantes mareos, los cuidados que he debido tener, y el hecho de saber que en menos de veinticuatro horas Eros va a casarse ha hecho que todo se sienta del asco. He estado de mal humor, fastidiada, cansada y además de todos los tobillos se me han comenzado a hinchar, solo espero que mañana estén de su tamaño normal porque entonces los zapatos de tacón que se supone que voy a ponerme para el dichoso matrimonio no van a servirme.Entro en mi habitación y agito la puerta haciéndola sonar escandalosamente al cerrarse, me siento en la cama y pongo mis codos en mis rodillas mientras me paso las manos por la cara, necesito respirar profundo antes de mandar todo directo al carajo. Agarro una barrita de proteína que tengo en la mesita de noche a un lado, abro el empaque y me la como, tal parece qu
Eva. –¿Te sientes bien? – me pregunta Aaron.Estamos acostados en la cama de mi habitación, seguimos desnudos, abrazándonos como si de verdad nos quisiéramos, el momento parece mágico y casi idílico, pero no lo siento así, porque a pesar de que estoy entre sus brazos, no puedo dejar de pensar en Eros, su fantasma me está atormentando y me está haciendo imposible sacármelo de la cabeza o del corazón. Me estoy ahogando mientras finjo que todo está bien y que amo a Aaron.–Si, me siento bien – suspiro y escondo la cabeza en su pecho, no quiero que me mire a los ojos y se de cuenta de que todo esto es una farsa que yo misma me he encargado de construir. –Me alegra hacerte feliz – me da un beso en la frente – sé que nos hemos equivoc
Eva. Cuando la alarma del despertador suena yo ya tengo los ojos bien abiertos, no he dormido absolutamente nada, solo un par de horas después de haber llamado a Eros para humillarme por una ultima vez antes de verlo casarse. Esta mañana el sol no entra por la ventana como todas las mañanas, el dia está gris, oscuro, igual a como me siento yo. Tengo un hueco en el pecho que hace que respirar sea una tarea complicada, me duele el alma y me pesa incluso el cuerpo. Solo espero que todo esto pase muy rápido, lo suficiente para que yo no tenga ni siquiera tiempo de darme cuenta. Cuando Eros se haya casado todo se habrá terminado completamente, mientras tanto, mi corazón alberga una posibilidad diminuta y estúpida que me mantiene atada a esa ilusión.–Cariño, ¿Ya estás despierta? – me pregunta Aaron con la voz pastosa.–Si – suspiro, pero la re
Aaron. –Zoé, espera, no tienes que huir de mi – le digo, sé que prometí que me alejaría con tal de arreglar mi relación con Eva, sé que no debería estarla buscando, pero es que verla me hace sentir como un idiota, como un chiquillo que no es capaz de alejarse de su juguete favorito – Zoé, por favor.–No tengo tiempo para hacer esto ahora, mucho menos aquí ni con todas estas personas alrededor – suelta de mala gana, y aunque trata de hablar de manera firme, parece que está a punto de romperse, la conozco lo suficiente como para saber que, a pesar de intentar ser ruda, Zoé es una chica delicada llena de traumas por todo lo que ha tenido que vivir.Ella siempre ha sido débil, aunque haya luchado por demostrar lo contrario durante todos estos años.–Solo quiero saber cómo estás – camino detr
Gigi. Abro mi bolso, saco un cigarro y lo enciendo, soy consciente de que Eva está embarazada y que el humo puede hacerle daño, pero lo necesito y ella no me dice nada, solo se mueve a un lado y voltea el rostro, se lo agradezco internamente, me voy a volver loca si no me calmo, ¡Joder! Tengo los nervios de punta y ni siquiera sé muy bien porque, todo esto me huele mal, no se siente correcto y los vellos erizados en mi cuerpo me lo están avisando.Miro a Eva con el rabillo del ojo y me doy cuenta de la cara que tiene, a pesar de que va muy bien maquillada y de que se ve jodidamente bien, eso no aleja su mirada triste, la pobre lo está pasando fatal mientras observa a cada una de las personas que siguen llegando al evento vestidos con trajes pomposos y exagerados, parece que se han tomado en serio que este es el evento del año, aunque la verdad esto no es nada mas que una farsa de la que todos nosot
Gigi. –Eres lo mejor que tengo, Aaron, no te atrevas a dejarme nunca – jadea Zoé, que tiene sus piernas alrededor de la cadera de Aaron.–Ya me di cuenta de que no soy capaz de hacerlo, esa es una estupidez que no estoy dispuesto a cometer de nuevo – gruñe él, agarrándola de la cintura y penetrándola.Me siento viendo una película para adultos, solo que esto es peor, porque conozco a ese par de personas, por un lado, Aaron es el futuro marido de Eva, y por el otro, se suponía que Zoé era la mejor amiga de ella, y sé que ha habido problemas entre ambas, pero es que esto que estoy presenciando no parece algo del momento, ellos se ven muy bien compasados como para que se trate de algo reciente.–Te amo, Aaron, ¡Joder! Te amo con todo mi corazón – Zoé gime, se muerde la boca y lleva la cabeza para atrás dándole
Eva. Juego con mis dedos mientras siento que el pecho se me acelera a medida que la iglesia se llena y todos toman asiento, esto es real, está sucediendo y lo peor de todo es que yo no estoy preparada, no voy a ser capaz de verlo casándose, creí que podia ser fuerte y fingir, pensé que iba a ser mas fácil, pero estos pocos segundos en que he estado aquí se han sentido como un maldito infierno. No sé que demonios hacer, o donde mirar, estoy como perdida en medio de un montón de tul y sonrisas. Me llevo una mano al vientre y la mantengo ahí, creo que debo ser fuerte por este bebé, en algun momento sentí que ya no me quedaba nada por lo cual luchar, pero este nuevo ser que está creciendo dentro de mi me está demostrando lo contrario.–Perdón la tardanza – dice Gigi sentándose a mi lado.–¿Lo encontraste? ¿D
Eva. –Algún dia, tú vas a ser la persona que este caminando hacia el altar, yo voy a estar esperando por ti allá al frente y seré yo quien me emocionaré hasta las lagrimas cuando te vea caminando hacia mi vestida de blanco, con un velo tapando tu hermoso rostro y lista para ser mía por el resto de nuestras vidas – dice Aaron tras mi espalda, yo cierro los ojos mientras lo escucho hablar y visualizo sus palabras, pero por mucho que quiera que las cosas sean diferentes, todo lo que él acaba de sonar no suena como la vida que quiero.–Si, seremos nosotros – frunzo los labios y pongo mi mano encimade la suya.–Ese dia será muy pronto, Eva – me da un beso en la mejilla y a mi me recorre un escalofrío por toda la columna vertebral, tristemente no es de emoción o porque me gusten sus besos, desgraciadamente ese escalofrió es por miedo&helli