Eva.
Me siento en el sofá de Aaron y espero que él ocupe el puesto al lado mío, pero Aaron se queda de pie con los brazos cruzados a un lado de la estancia, yo aspiro el aroma que hay en el ambiente, es el mismo que salía del cuello de Zoé, ¡joder! Tal parece que la mujer se bañó en perfume aquí en casa de mi novio, es penetrante el perfume, tanto que me toca hacer un mohín con la nariz para eliminar la molestia momentánea.
–¿Entonces viniste a que habláramos?
–Si – estiro la espalda y levanto el mentón tratando de mantener la dignidad – creo que es momento de resolver el ultimátum que te di antes de…
–¿De desaparecer? – me corta.
–Estaba con Gigi, no desaparecida, ella se fue con alguien más y deje el bolso en su carro, eso es todo.
–¿Entonces com
Eva.–No tienes que recordárselo, Campbell – dice Eros con la voz firme al tiempo en que sale del ascensor y se dirige a no sé dónde.Yo veo su cuerpo alejarse de nosotros y entonces suelto un suspiro pesado, una pelea menos ya es suficiente para mí. Yo intento hacer lo mismo que él saliendo de la caja metálica, pero Eros se cruza los brazos y se pone frente a mi impidiéndome hacerlo.–¿Podrías quitarte de mi camino? Tenemos una reunión a la cual asistir – le recuerdo.–¿Qué es lo que intentas hacer, Eva? ¿De qué demonios se trata este jueguito? ¿Anoche te quedaste conmigo y balbuceaste sobre lo jodida que estaba tu relación con Aaron y hoy apareces aquí besándolo como si fueran qué? – hace una mueca de asco - ¿Los protagonistas de una historia romántica?
Eva.Espero un rato para salir del lugar, no quiero que nadie pueda darse cuenta de que estuvimos encerrados en cuatro paredes a punto de follar.–¿Dónde has estado metida? – chilla Gigi llegando hasta donde estoy, pero sinceramente no estoy de humor como para responder sus descaradas preguntas.Gigi no conoce la palabra vergüenza, no sé como viene corriendo a donde mi asi como asi después de haberme dejado tirada el fin de semana.–¿Dónde están mis cosas? – le pido con rabia.–¿Te refieres a tu bolso?–Si, ese mismo, ¿Dónde lo dejaste?–Está en mi habitación – responde mirándome con el ceño fruncido, lo sé por el vistazo que le eché con el rabillo del ojo – ¡Oye! ¿Por qué estás tan enojada? – ella me agarra del brazo y me hace detene
Eros.¿Será que esta mujer de verdad es así de estúpida o es que está fingiendo serlo solo para sacarme de quicio? Me niego a que una persona no sea capaz de darse cuenta de algo que literalmente está en sus narices. Aaron no ama a Eva, es que no creo que ni siquiera la quiera, él solo esta jugando con ella para conservar su puesto como como mayor, ¡Joder! Yo escuché cuando mi padre, el jodido ministro de esta mierda le grito en su cara que tenía que casarse o si no se le revocaría su cargo, y ella como una idiota se deja usar de esa forma.–Larsson, adentro – Eva viene caminando hacia la sala con Gigi a su lado.–Si, señor – agacha la cabeza y acelera el paso.Yo sonrío internamente cuando veo que me mira con odio, me gusta esa mirada, como si me estuviera retando por dentro, ella no necesita de palabras, Eva es capaz de mand
Eros.–Un gusto haberte conocido, Francine, pero yo tengo que irme, debo establecer una estrategia…–Tu no vas a ir a ningún lado, dile a alguien más que haga por ti lo que tienes que hacer – mi padre chasquea la lengua – tu vas a llevar a Francine a almorzar. Tienes hambre, ¿Cierto Francine?Ella frunce los labios pequeños y rosados antes de contestar – por supuesto – dice.–No tengo tiempo.–No te estoy preguntando, llevarás a Francine a almorzar y recuerda que te está hablando el ministro.A mi padre no le gustan los juegos, está acostumbrado a que la gente haga lo que se le dé la gana, quizá de él heredé este carácter de mierda que tengo, lo conozco demasiado como para saber que no tengo otra opción más que llevar a esta mujer a un almuerzo en el que definitivamente ninguno de los dos va
Eva.–Esa mujer se ve demasiado estirada – bufa Gigi mirando a la chica que está con Campbell.–La mujer es guapa, no seas injusta – ruedo los ojos – no hay necesidad que la trates como a un bicho raro, Campbell puede estar con quien se le dé la gana – ambas nos sentamos en una mesa desde donde tenemos una vista perfecta de todo lo que está sucediendo entre el par ese - lo de nosotros solo fue un error.–Aja – Gigi levanta una ceja y me mira con incredulidad – puedo ver en tus ojos que te está matando el hecho de que esté con esa mujer, no tienes que mentirme, ni a mí, ni a ti tampoco… Ahora que lo pienso, es curioso verte con esa mirada de loca dispuesta a matar, nunca te había visto así con Aaron, nunca lo has celado con nadie.–Porque Aaron no me da motivos, ¿Cuándo vas a entender que Aaron es como el
Eros.La teniente James me mira como un niño miraría a un dulce, es muy graciosa la forma en que sus ojos brillan, la tengo comiendo de la palma de mi mano, no puedo creer que no me hubiera dado cuenta de eso sino hasta ahora, creo que he estado demasiado ocupado metido entre las piernas de Eva como para haber visto que James está botando la baba por mí.–Si, esta noche estaría genial – ella juega con sus manos de forma nerviosa.–Te daré la dirección del restaurante – digo, y entonces mis ojos viajan a las dos mujeres que están detrás de James, más específicamente a Eva, que me mira como si le estuviera apuntando con un arma en la sien – ¿Sabes qué? Podemos cenar en mi departamento, ¿Te gusta la comida italiana?–Me encanta la comida italiana – ¡Joder! A esta mujer lo único que le falta
Eva. –Maldito descarado de mierda – refunfuño e intento acelerar el paso para alcanzar a Zoé que se fue de aquí hecha una furia, y no la culpo, la verdad es que yo me siento igual o peor que mi mejor amiga.Veo la espalda de la chica y camino detrás de ella, sin embargo, volteo la cabeza ligeramente a la izquierda y entonces mis ojos se cruzan con el cuerpo alto y fornido de Eros que tambien se aleja de donde estábamos hace unos minutos, mi cordura me dice que siga a Zoé, que ella es lo único importante ahora y que no debo ir a buscar pelea con su hermano. Eso es lo que me dice mi sentido común, sin embargo, mis piernas me obligan a girar a la izquierda para seguirlo.–Tú de verdad que eres el mayor idiota en este mundo, ¿Cierto? – le grito, cuando estoy lo suficientemente cerca de él.Veo como sus hombros crecen y se endere
Eva. Siento el dolor de cabeza instantáneo, no solo por el halón de cabello y porque James no ha quitado sus manos de encima mío, sino, además, por el impacto de mi cuerpo chocando con el césped recién cortado, ¡Joder! Creo que me he dado con una piedra, porque me duele demasiado el costado derecho del torso.–¡James, suéltame! – le pido a la mujer mientras intento neutralizar sus manos, pero al igual que yo, Savannah tambien cuenta con entrenamiento militar y es una de las mujeres más fuertes de toda la jodida base, se la pasa en el gimnasio en su tiempo libre. A pesar de estar construida a base de cirugías tambien ha tenido que mantenerlas con dieta y ejercicio.–¡James, esto se nos ha salido de las manos! – sigo gritando mientras hecho un vistazo alrededor, ¿Qué se hicieron todos los saldados de la base? Qué mom