MauroArriesgó su vida.Supo lo que hacía y no le importaron las consecuencias de aquel inesperado arrebato.La bala iba destinada al corazón de la joven rusa, y aunque todos lo advertimos, Luigi fue el único capaz de reaccionar.Empujó a Dasha al interior de la suburban y recibió el impacto mirándola a los ojos, orgulloso de lo que había hecho.Estuve seguro de que si en ese momento la muerte lo hubiese alcanzado, se habría entregado a ella satisfecho.— ¡Luigi! —gritó, horrorizada y se inclinó hacia adelante para cogerle del rostro.El joven esbirro sonrió anonadado con su belleza, estiró su mano y tocó las mejillas de la cría con tanta delicadeza que parecía tener miedo de romperla.Cerró los ojos sabiendo que desfallecería bajo el calor de su contacto.Miré a mí alrededor, el polígono se había convertido en un puto cementerio.. . .Analía« Villa Re. Luigi está herido » había descrito Mauro en aquel mensaje minutos antes.Empujé las puertas del hospital con el corazón en la garga
GiaDasha se había quedado dormida en el regazo de su madre minutos después de que el doctor informara de que la bala no había tocado órganos en el cuerpo de Luigi que pusiesen en riesgo su pronta recuperación.La zona había sido acordonada y algunos efectivos de Vicenzo Costa hicieron las preguntas pertinentes para guardar las apariencias.A veces me asombraba el nivel de influencia que gozaba la familia. Y es que la mafia te daba acceso a cosas que incluso podrían parecer imposible desde una perspectiva ajena.Entraba la media noche cuando miré a Mauro acercarse.— ¿Por qué no descansas un poco? —me dijo—. Hay dos habitaciones disponibles en el área para disposición de la familia.Sonreí en cuanto sus ojos se posaron en nuestro hijo. Estaba en su carriola; besó su frente y le acarició la mejilla con el dorso de los dedos.—Creo que te tomaré la palabra.Y a punto estuve de hacerlo cuando una extraña sensación se arremolinó en mi vientre.—Gia, ¿estás bien?No, no lo estaba y él no t
SebastianMis abuelos paternos tenían una casa de campo en Viena. La había heredado con apenas doce años, justo en el instante en el que presencié una muerte. La propiedad estaba rodeaba de hectáreas verdes, contigua a las pequeñas casas de los agricultores.Cerca de allí, también se encontraba una pista de aterrizaje privada en la que aterrizaríamos sin ningún problema.Miré a Isabella.Ella no hizo más preguntas respecto a nuestro repentino e inesperado viaje. La verdad es que yo llevaba planeándolo justamente para su cumpleaños; sin embargo, los acontecimientos de los últimos meses complicaron las cosas.Apreté su mano. Todavía seguía contrariada con lo sucedido hace un par de horas, así que esperaba que cambiar de aires aliviara un poco.—Señor, ¿están listos para el aterrizaje? —preguntó la azafata regresando de la cabina.Isabella tembló bajó mi contacto y yo besé el dorso de su mano.— ¿Estás lista, mi amor?—Lista.Cerró los ojos y sonrió.. . .BellaTodavía temblaba cuando S
CarloHabía pasado una semana desde que todo había quedado atrás.Stella tuvo una muerte de la que su padre se sintió aborrecido y su madre decepcionada. Esta última creyó conveniente entregarme un sobre sellado que terminé de abrir cuando estuve a solas dentro del auto.« Está en Barcelona. Por favor, hazle crecer como un Ferragni » describía la carta.Sonreí, y tan enorme fue la sensación de bienestar recorriendo mi cuerpo que no pude evitar que los ojos se me empañaran.Seis jodidos años perdidos.Iba a recuperarle, seguro estaba de ello.Encendí el motor del auto y emprendí camino a la casa del lago. Antes me detuve en un pequeño mercado de flores.. . .Llegué justo al tiempo que atardecía.El cielo se había cubierto de púrpura y estrellas para las vísperas de año nuevo. Empujé la puerta y esta hizo un pequeño chasquido interrumpió el silencio. Mauro y Analía se habían llevado al pequeño Alessandro a dar un paseo, así que Gia y yo teníamos un par de horas para nosotros solos e ib
SebastianLa última semana Isabella había experimentado la calma en toda la extensión de la palabra. Finalmente sabía lo que era sentirse desprovista de cualquier miedo y dolor.Una noche, cobijados en una de las hamacas de la terraza y bajo las estrellas de un cielo Austriaco, habló conmigo.Me dijo que las pesadillas habían cedido en casi su totalidad, que yo veía el cuerpo de Sandro desprenderse de su propia mano y que tampoco sentía la necesidad de recurrir a los fármacos para conciliar el sueño. También me dijo que le alegraba respirar aquella clase de normalidad en la que ninguno de nuestros enemigos tenía acceso a nuestras vidas.La trivialidad era una buena terapia y a mí me gustaba estar a su lado para percibir de cerca su proceso.Me conto que a veces, cuando se miraba al espejo y me cazaba observando su cuerpo desnudo a través del reflejo, una parte de ella se avergonzaba. Todavía no estaba lista para volver a entregarse.Me gustó su sinceridad, por eso fui incapaz de tocar
Sebastian Los chicos volaron a Viena para principios de febrero. Fue una sorpresa, Isabella no tenía si quiera idea de que volvería a tener a sus amigas y hermanos al alcance de una reconfortante caricia. Enzo trajo consigo a su chica y a sus dos pequeños hijos; la había mantenido lejos de la mafia todo este tiempo. Luigi, por su parte, batallaba con las secuelas que había desarrollado la joven rusa luego de haber permanecido secuestrada por demasiado tiempo. Su relación era lenta pero iba por buen camino. Katherina había aceptado la invitación sin ningún problema, agradecida por lo que habíamos hecho por ella y su hija. Rigo fue el primero en recibir el contacto de Isabella. Se habían mirado fijamente a los ojos y compartieron en silencio el inmenso cariño que sentía el uno por la otra. Mis padres se unieron a nosotros dos semanas después, cuando los últimos días de invierno parecían casi inexistentes. Ya pronto se asentaría una brisa primaveral y podríamos disfrutar de la hierba
Hola, querido lector. Te agraedzco que hayas llegado al final de la historia de Isabella y Sebastian, ahora me gustaria invitarte a leer la de Emilio & Grecia en "El hijo del italiano" la encuentran en mi perfil y habrán apariciones de algunos de NUESTROS MAFIOSOS y sus chicas en algunos capitulos como personajes secundarios. ¡No pueden perdersela! Tendrán una aparición muy buena para la trama. El hijo del italiano está es una historia de romance erotica, embarazo, amor-odio entre los personajes, pasión desbordante, sin límites. Una historia que te hará desear estar dentro de ella Pueden encontrarme en mi página de face book para más detalles, adelantos e información sobre este libro; estoy como Miladys Caroline Un abrazo, mila :)
Bella Odiaba discutir con él. Odiaba la forma en la que sus ojos me miraban decepcionados, pero, sobre todo, me odiaba a mí misma por habernos arrastrado a esta situación de no retorno. Era plenamente consciente de mis acciones, y por eso supe que tuve que haberme detenido. Tuve incluso que haber dejado la botella de whisky dentro del minibar del comedor y no sorber de ella. Tuve que haber dejado las maldit4s pastillas hace cuatro meses y no haberme convertido en una jodida adicta a ellas. Pero desde que había desarrollado ese estúpido insomnio no había sido capaz de detenerme. Si cerraba los ojos, la obscuridad me absorbía de un solo bocado. Ninguno de los que estaban en aquella mesa tenían si quiera una puta idea de cómo se sentía querer dormir y no poder hacerlo porque las sombras te consumían. No tenían si quiera la mínima idea de lo que se sentía depender de unos jodidos fármacos para poder conciliar el sueño tres putas horas. No más. No menos. . . . Gia El s