Al día siguiente

Aunque no había dormido lo suficiente en toda la noche por tanta preocupación, con un poco de maquillaje, me sentía renovada y lista para lo que debía enfrentarme. Porque, definitivamente debía ser muy fuerte para poder ir hasta la empresa de mi esposo y fingir que nada pasó entre nosotros.

Sabiendo que debía ser responsable con mi trabajo, me preparo para ir hasta allí, utilizando el transporte público que me lleva a la empresa donde debo trabajar a partir de ahora, teniendo en cuenta que todos saben que ahora soy la señora Every.

—Buen día señora Every y felicidades por su boda. — dicen todos, cada vez que paso cerca de ellos.

Quisiera decir que tengo el mismo ánimo con el que ellos me saludan, pero, evidentemente no estoy de humor para fingir ser una persona amigable y por ello, simplemente sonrío delicadamente y avanzo hasta mi