Luego de asesinar a quemarropa a Ashley, admito que me sentí imponente porque quería hacerla sufrir, porque ella no le dio esa muerte fácil y sencilla a mi amigo Noah, ella no le dio esa oportunidad, ella lo hizo sufrir y lo hizo sufrir demasiado, es por eso que quería hacerle lo mismo, es por lo que quería que pagara de la manera en la que se lo merecía, pero en ese momento sabía que no había nada más que hacer, que tenía que moverme, que tenía que ser rápida y que tenía que hacer lo que me pidieron, es por eso que corrí como pude, corrí con todas mis fuerzas por la arena de aquella playa hasta que, llegué dónde el hombre de la lancha, que me miró buscando por todos lados a Dom, pero la expresión en mi rostro fue muy convincente al decirle que no, que era solo yo, que Dom no lo había logrado, así que me subí a la lancha y él arrancó. El viaje fue horrible, comencé a sentir mareos y ganas inmensas de vomitar, lo cual se hizo realidad y tuve que evacuarlo todo en un bote de basura mien
Me siento extraña, como si estuviera flotando en un mundo de solo negro, porque es lo que veo solo negro a mi alrededor, me siento vacía, tan vacía como si mi cuerpo no tuviera nada dentro de él, liviana, hueca, no recuerdo lo que hacía antes de sentirme así, ni recuerdo lo que me pasó, no recuerdo mucho de hecho, cuando por fin escucho algo, algo que proviene de la profunda oscuridad que está frente a mí veo que se trata de aquellas chicas adolescentes a las cuales dejé que le hicieran aquella cosa horrible que ya saben, se ven extrañas, como si se hubieran mantenido en el cuerpo de una niñas, pero su mirada me dice que ya no lo son. Al verme, no hacen nada, solo pasan de lado.—¿Dónde estoy? —pregunto intentando que ellas me digan algo, lo que sea, pero solo se ríen entre ellas al escucharme y salen corriendo.Este no puede ser el infierno, Victoria, porque esas niñas no están muertas, o al menos las reales, a menos que ellas sean esa parte de ellas que maté y por eso están aquí, p
Es impresionante cómo tu vida puede dar un giro de ciento ochenta grados en solo cuestión de segundos, desde que tuve mi experiencia con la muerte, que estuve muy cerca de ella aprendí a comprender, entender y valorar cosas que antes no hacía, como a mi madre, a mi hermana, a mi esposo, más allá de lo material que estas personas pudieran o no darme aprendí a valorarlas y quererlas por lo que eran, no por lo que tenía. No quiere decir que ahora me volví santa y que me harán una película o un documental que pasarán por televisión o Netflix en semana santa, por supuesto que no, estoy segura y recuerdo todos los días que no soy una buena persona y que las atrocidades que he hecho nunca serán perdonadas, así cure el cáncer o le construya a un hogar a cada familia damnificada del mundo o así le consiga un hogar a cada niño huérfano del mundo. Sé que nada de eso va a compensar nada que hice y tampoco les voy a mentir a ustedes que me conocen más que nadie al decir que cambié, que cambié del
Un año después… Ha pasado el año más maravilloso de mi vida, porque lo pasé junto a la mujer que amo y que amaré el resto de mis días. Victoria es una chica especial, lo noté desde el momento en que la vi en aquella foto con su cigarro en la mano, su postura recta, erguida, como inspirando poder y su mirada penetrante, aunque no me estuviera viendo directamente. Desde que ese momento supe que ella tenía algo y debo admitir que yo en ese instante cambié, porque sin saberlo se convertiría en mi droga, en mi criptonita, en mi obsesión. Tan rápido como me di cuenta de que ella era diferente, también noté que mi cuerpo la anhelaba, que quería saber qué era eso diferente, que quería conocerla, que la quería para mí. No me defraudó cuando la conocí, no era cómo la había imaginado, era mejor, entonces supe en ese preciso instante que definitivamente yo haría cualquier cosa por ella, en serio, cualquier cosa, al mismo tiempo, que sin saber ella también estaba decidida a hacer cualquier cosa p
Nunca me había detenido a pensar qué me trajo hasta aquí, qué me convirtió en este ser tan despreciable y odiado que soy ahora; tal vez fue mi innegable curiosidad que todos notaron en mí, o mi astucia en librarme de los problemas o la capacidad inaudita que tengo de siempre salirme con la mía, sea lo que sea, sea a quien sea, doy gracias, llegué a dudar de mí misma, a pensar que no llegaría tan lejos, tan viva.De hecho, para ser sincera, creía que moriría tan rápido como una cucaracha, pero hasta ellas son capaces de sobrevivir a una explosión nuclear. Yo lo hice y me siento orgullosa de eso, al fin de cuentas, era lo único que quería y lo conseguí.En todo caso, no les voy a arruinar el final, pero si quiero que disfruten el desarrollo, el más exquisito y magnifico desarrollo que me llevó a convertirme en la mujer que soy la hora, el más frívolo y oscuro desarrollo que me llevó a mi perdiciónMudarte a una nueva ciudad para todos, o al menos, la gran mayoría de personas siempre ser
Mientras bajo las escaleras inspecciono un poco más la estructura de la que ahora es mi nueva casa. Paredes viejas, algunos cuadros de Andrea cuando apenas era una bebé, un olor peculiar, como a viejo y una que otra telaraña, sin embargo, no puedo negar la tranquilidad que se siente en este lugar.El vecindario es callado, por lo que he podido notar, además Andrew parece no ser un pederasta en potencia, en cambio, la que se comportó muy mal fui yo, tampoco es alcohólico como el ultimo novio y nos preparó una cena hecha en casa la primera noche, no las sobras del día anterior como lo hizo Steven, el anterior al último.Al llegar a la primera planta de la casa me dirijo al comedor donde ya los tres me esperan con sus miradas espectadoras. Noto que hay mucha comida sobre la mesa y no puedo evitar sonreír. —Parece que ya sé cómo ganarte; con la comida —comenta Andrew mientras se sirve un poco de pasta.—No creo que sea la manera correcta, no la verás comiendo mucho, no quiere engordar —l
Me despierto por unos toques desesperados en mi puerta, son leves hasta que se vuelven cada vez más insoportables, yo opto por ignorarlos colocando la almohada sobre mi cabeza como si esta fuera un pequeño caparazón que me cubre del ruido, sin embargo, el molesto sonido sigue así que me levanto de la cama y abro la puerta encontrándome de frente a Andrea. Con ojos aun adormitados noto lo simpática que se ve en sus jeans ajustados, su camisa corta, su cabello recogido en una coleta alta, un maquillaje muy bonito y unos tennis.—Creí haberte dicho anoche que hoy es tu primer día de escuela y que estuvieras lista las siete. Son las siete con quince, creo que vamos a llegar tarde.—Y yo creí haberte dicho que no estudiarás más en esa escuela —le contesto en medio de un bostezo. Ella arque la ceja.—Ver para creer, señorita, ver para creer, ahora mueve tu bonito culo al baño y hazlo ya, porque llegaremos tarde.Sonrío ligeramente cuando la veo alejarse puesto que, aunque pensé totalmente l
Andrew y yo vamos camino hacia el norte del pueblo y mientras el auto sigue su curso no puedo evitar sentirme aún más cautivada que la primera vez de todo este paraíso. Las casas son como de otro mundo, un mundo que no conozco, pero del que ansío pertenecer y este es mi primer paso para hacerlo, para poder cumplir lo que siempre he querido; ser alguien respetado y temido.Porque sí, es mejor ser temido que amado, y ese poder solo te lo da una cosa; el dinero.Seguimos avanzando hasta llegar por poco a las afueras de la ciudad, donde el auto se detiene frente a una casa de dos plantas, muy hogareña de un bonito color azul, con un césped elegante y bien podado, cuatro ventanales grandes justo al frente, una chimenea y un imponente y sofisticado balcón.—Hemos llegado, Victoria —comienza a hablar Andrew luego de apagar el auto—, quiero que sepas que trataré de hacer todo lo que esté a mi alcance, pero no puedo prometerte nada, ¿estás bien con eso?—No te preocupes, Andrew, el hecho de qu