Gabriel cargo a Cielo hasta llevarla a la cómoda cama, observando que, en la pequeña mesa del dormitorio, alguien, tal vez su madre, había dejado una jarra de zumo de fruta y las píldoras para la ansiedad que Cielo cargaba con ella, seguro que su madre las había encontrado en su bolso y no pudo evit
— Tu no tenías como saberlo, tú no tienes la culpa de nada Cielo, solo fue él y su mente retorcida, que todo lo que ha hecho no te haga creer que tú eres la culpable… solo te estoy contando todo esto, porque necesito que comprendas el motivo por el cual lo matare. — Cielo estaba aturdida, aun luego
— No, él ni siquiera sabe que es padre, creo que lo piensan usar, manejar mediante Pamela. — la furia la recorrió, su hija era una víctima, el padre de su hija era una víctima, ella era una víctima, ¿Cómo podía ser que un grupo de personas, si es que así se les podía llamar, los usaran como objetos?
Cielo siguió a Gabriel por el lateral de la mansión, no pudo evitar el asombrarse al ver como una luz o laser, escaneaba su ojo, y luego, cuando ingresaron en ese pequeño cuarto que más se asemejaba a un lavadero, la joven estuvo a punto de felicitarlo por su broma, pero cuando el tatuado hundió un
Y así el tiempo paso, una semana le fue más que suficiente a Sergio el comprender que Cielo se le había escapado, una semana fue tiempo de sobra para que Roman consiguiera otra guarida y otro grupo de Crips que lo obedeciera, una semana fue lo que Cielo se tomó para comprender que su vida había camb
— Eso no me asegura que no me vuele la cabeza. — acoto Marco, sí, ambos se conocían, habían disparado hombro a hombro cuando Valentina y los reyes habían muerto.— Marco. — el mencionado vio con intriga a Cielo, las dos veces que había interactuado con aquella mujer, una fue cuando le hizo reanimaci
Ser mafioso no era un trabajo fácil, mucho menos algo que alguien con poco intelecto pudiese ser, pero siempre estaban las personas con mente corta y grandes sueños, esos que pensaban que por solo llevar sangre de mafiosos pudiesen ser iguales que sus antepasados, peor aún, eran esos que venían de c
— El que no está comprendiendo eres tú Marco. — dijo apretando los dientes Cielo, algo había cambiado en la mirada café de esa regordeta mujer, un brillo de locura asomaba en sus ojos, uno que era muy parecido al que Gabriel dejaba ver cuando Azazel tomaba el control de todo. — Pamela es mi hija, tú