Gabriel sabía que nadie los molestaría, había hablado con Alma y esta le había asegurado que se ocuparía de los niños, los llevaría al colegio y luego iría por ellos, y así de ese modo Gabriel se podria ocupar de Cielo, su Cielo, uno que estaba seguro estaría nublado por largos días, luego de que él
— Todo estará bien amor, no permitiré que se acerque a ti, jamás te volverá a lastimar. — solo eso podía prometer, porque por más que deseara el pasado no se podía cambiar.— No comprendo si ellos sabían todo esto, ¿Por qué le pidieron que me cuidara? — Gabriel espero unos minutos para responder, no
— No lo sabes, Marco, tú no sabes eso, solo lo estas suponiendo, de la misma forma que pensaste que Nammi había traicionado a tus padres.— Nammi… ¿has hablado con ella? — indago elevando la cabeza, solo para ver la verdad en sus ojos.— sí, hable con ella. — Marco se puso de pie, nuevamente su mira
— Hablo como madre y porque conozco la historia de la tuya, ¿recuerdas como engañaron a la reina y como trataron de engañar a Dulce? ¿En verdad debo ser yo la que te informe que, si tu hija tiene algún apego con su madre, te odiara de por vida si lastimas a esa mujer?, ¿estás dispuesto a enfrentar a
Gabriel cargo a Cielo hasta llevarla a la cómoda cama, observando que, en la pequeña mesa del dormitorio, alguien, tal vez su madre, había dejado una jarra de zumo de fruta y las píldoras para la ansiedad que Cielo cargaba con ella, seguro que su madre las había encontrado en su bolso y no pudo evit
— Tu no tenías como saberlo, tú no tienes la culpa de nada Cielo, solo fue él y su mente retorcida, que todo lo que ha hecho no te haga creer que tú eres la culpable… solo te estoy contando todo esto, porque necesito que comprendas el motivo por el cual lo matare. — Cielo estaba aturdida, aun luego
— No, él ni siquiera sabe que es padre, creo que lo piensan usar, manejar mediante Pamela. — la furia la recorrió, su hija era una víctima, el padre de su hija era una víctima, ella era una víctima, ¿Cómo podía ser que un grupo de personas, si es que así se les podía llamar, los usaran como objetos?
Cielo siguió a Gabriel por el lateral de la mansión, no pudo evitar el asombrarse al ver como una luz o laser, escaneaba su ojo, y luego, cuando ingresaron en ese pequeño cuarto que más se asemejaba a un lavadero, la joven estuvo a punto de felicitarlo por su broma, pero cuando el tatuado hundió un