— ¿Por qué la entrego Sergio? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no lo asesinaron tus jefes cuando Cielo escapo? — demasiadas preguntas, y pocas respuestas, cada vez todo se complicaba aún más.— Él nos engañó, a todos, Ñeri dijo que la muy perra se había escapado y le creímos, incluso los jefes, pero luego…
Cielo despertó poco tiempo después de que Gabriel partiera a su emergencia, la culpa no la dejo descansar como su cuerpo se lo pedía y es que, si ella estaba agotada, no queria imaginar cómo se sentía Gabriel y eso la llenaba de culpa, ella estaba invadiendo su hogar, su cama, usando su cuerpo, se r
— No me duele nada, y yo no lloro en las noches, soy hombre. — aseguro como si con ello todo estuviera explicado.— Los hombres también lloran. — rebatió Pam.— ¿Quién dice?— Mi mami.— Bueno, los niños como yo no lloramos.— ¿Nunca, nunca?— Nunca.— Bien, eso es todo dios, y por favor no cambies
— ¿Te gusta lo que ves, bollito de azúcar? — sentía el calor esparcirse por su rostro, aun así, no podía quitar sus ojos de su grueso pene.— Yo… sí que me gusta. — rebatió atontada y como si estuviera poseída por algún espectro lujurioso, llevo su mano al grueso falo, acariciándolo casi con miedo d
Cielo despertó temprano para hacer el desayuno, feliz de sentirse útil, y poder retribuir en algo a Gabriel, aunque se sintió un poco incomoda cuando las empleadas de limpieza llegaron, se veían muy profesionales y su actuar era muy cordial y animado, aun así, su incomodidad no disminuyó.— ¿Pasa al
— ¿Sadismo? — refuto Daki con media sonrisa y Hades lo vio mal.— Si ese fuese el caso, tu serias el primero en saberlo Daki, nunca olvides que mi hijo siente muchas cosas por ti, menos aprecio. — definitivamente los años habían pasado, pero la mirada del verdadero Ángel de la muerte aun hacia traga
— Lo solucionaré. — fue lo único que atino a decir, a modo de disculpa.— Ahora comprendo porque Azazel regreso. — concluyó Hades, pensando que debería ver este tipo de noticias por unos meses más en las noticias, hasta que Gabriel se calmara.— No, no creo que Azazel regresara por mi culpa. — susur
— ¿Mamá? — era la primera vez que Gabriel pasaba por alto que alguien había ingresado en su casa y eso que ella había dejado su bolso en la entrada. — ¿Cómo has estado? ¿llevas mucho esperándonos? — se apresuró a decir mientras llegaba a ella y la abrazaba.— No hace mucho. — mintió con descaro, mie