Cielo había nacido en una familia de clase media, nunca paso carencias, ni deseo algo que no pudiera tener, porque desde que era una niña se le enseño que era bueno soñar, pero era mejor ser realista, su madre Margarita solo necesitaba decirle una vez, “No puedo comprarte eso, pero mira esto, es par
— No.— Eso está bien, Pamela es alérgica a las fresas, por lo que a sus panques solo le coloco arándanos. — por un segundo Ian arrugo sus labios, tenía ganas de decirle que no le interesaba saber de su hija, pues gracias a ella, Cielo estaba descartada para él como posible mamá. — Tatan. — canturri
Gabriel siempre se sintió perdido, aunque quizás la palabra que mejor lo describía era, marginado, demasiado sádico para ser asesino, demasiado tatuado para ser CEO, con poca paciencia para dirigir un gimnasio y tratar con los idiotas que solo asistían para conquistar mujeres, y así podría seguir po
Gabriel Ángel nació en una familia peculiar, por un lado eran dueños de un imperio de joyas exclusivas, que solo los millonarios podían ostentar el usar y luego… estaba la casta asesina con la que nacían, no se los podía considerar sicarios, claro que no, ellos no tenían dueño, y no tomaban cualquie
— No le estas mintiendo, solo estas ocultando cierta información o mejor dicho cambiándola. — así como Gabriel trataba de justificar cada travesura de Ian para no castigarlo, su hijo trataba de justificar a su padre, para que siguiera siendo perfecto a sus ojos.— La estoy engañando Ian. — reconoció
Gabriel veía a Cielo y no podía comprender como alguien tan pequeña y regordeta pudiera moverse a tal velocidad, pues incluso antes que la pequeña niña de largas trenzas volteara, Cielo ya estaba detrás de ellos.— Mamá, llegas justo a tiempo, el tío me llevara a tomar un helado. — informo sonriente
— Vamos pequeña, no tenemos nada que hacer aquí. — dijo tomando la mano de ambos niños y Gabriel se perdió en esa imagen.— Esto no termina Cielo, te espero en tu casa. — la amenaza, pasada como aviso de Sergio casi provocan que Gabriel pierda el control, pero pudo contenerse, al menos por el moment
Cielo no pensaba seguir tolerando la manipulación que su hermano ejercía sobre ella, ya no más se dijo y mientras Gabriel inscribía al pequeño Ian en el colegio, ella hablaba con la responsable del sector de Kínder, aclarando que por una cuestión personal necesitaba quitar del listado de contactos d