Después de un largo entrenamiento, los hombres Marchetti y Valentino deciden regresar a la mansión dividiéndose al entrar para ir con sus parejas o respetivas habitaciones, lo que se encuentran solteros, Kendall no encuentra a su novia y solo Kaori se acerca a este. —Si busca a Ashley, ella se encuentra en la cabaña del lago —este le da una sonrisa e intenta irse, sin embargo, su honesta hermana lo detiene—. Pero antes dúchate, apestas —Kendall alza sus cejas y luego pone los ojos en blanco antes de marcharse a su habitación. El joven alfa se da una ducha rápida y viste con un jean azul, camisa negra de mangas cortas y unas botas militares que provoca que se mire más alto, Kendall abandona la mansión y camina rápido hacia la cabaña del lago llegando en pocos minutos. —Amor —la llama al ingresar, él puede escuchar el latido del corazón de Ashley, y por lo tanto, decide seguir el sonido hacia la parte trasera de la cabaña, encontrándose al abrir la puerta que
Enzo da el primer paso invitando a su amada a seguirlo, él camina con su cabeza en alto portando un traje dorado y siendo el sostén de Mia que tiene su mirada puesta en el frente. Los presentes admiran la belleza de ambos y la conexión que irradian, ellos llegan al altar y como ensayaron hacen una reverencia a los reyes regentes. —Ante ustedes, el príncipe heredero y su esposa, —presenta Leonardo con su imponente voz—. Hoy mi título y el de mi esposa serán transferidos a ustedes para que velen por el bien de nuestros tratados, establezcan el orden en la especie sin anteponer a ninguna sobre la otra y protejan nuestras leyes bajo juramento de sangre —anuncia. —Enzo Marchetti ¿vienes aquí a reclamar tu lugar en la corona bajo tu propia voluntad y presentas a esta joven mujer como tu hembra elegida para dejar la descendencia de la corona? —interroga la reina. —Por el honor, mi sangre y por los tratados juro ante todos que estoy aquí de forma voluntaria para reclamar mi lugar y que l
Estimado lector.Les pido disculpas por la ausencia del capítulo final, pero todo tiene una razón y es que la visión, manos y computador son fundamentales para un escritor.He tenido complicaciones con mi visión, mi resultado fue antimatismo, pero hoy al fin logré conseguir mis lentes para poder escribir tranquilo el capítulo final de este libros.Estoy bastante contento de poder crear nuestra última escena en la cual los dejaré deseando conocer a nuestro próximo personaje: Dantes Marchetti.También estaré compartiendo un nuevo libro “La última hija de la luna” espero verlos por allí y disfrutar de nuevos personajes, trama y del romance de hombres lobos. ¡Pronto tendremos el capítulo final! Yerimil Pérez ❤️
Tres años después Una vez Mia Lennox dijo que no creía en el destino y que cada cosa que ocurre en tu vida futura es por decisiones tuyas, sin embargo, la joven de veintitrés años, casi veinticuatro, agradece a Dios, diosa luna y destino de haberla puesto en camino de Enzo Marchetti, el cual sea convertido en el pilar de mayor importancia en su familia. Ella lo considera sin duda alguna el padre perfecto, ya que el rey siempre está en momentos muy significativos en la vida de su hijo Liam y su pequeña hija Naila, que tiene por significado ojos grandes. Nombre que fue asignado por Enzo en el instante que la tuvo en sus brazos y conectar mirada con ese nuevo ser que llego a darle más luz a su vida. Naila es el centro de atención de todos en la pequeña familia, Liam adora a su hermana y siempre es un sobreprotector con la joven, Enzo piensa que su hija es una pequeña omega y por eso el instinto de su cachorro varón de protegerla. El pequeño no se aleja nunca de ella, ni siquiera permit
Para un humano, cincuenta años es toda una vida, se dan todos los lujos que puedan costearse, se enamoran, se reproducen y luego mueren, porque es la ley de su naturaleza, sin embargo, el tiempo para un ser sobrenatural no es nada y menos cuando este lo tiene todo. Su rostro sombrío, su barba cortada a la perfección, el cabello de su cabeza raspado y unos lentes de sol cubriendo sus ojos carentes de alguna emoción, es lo que reciben las personas que caminan por la calle de Venecia al ver a ese hombre de traje azul marino y un metro noventa de estatura. Muchas mujeres se detienen a mirarlo; haciéndose la idea de que es algún modelo italiano, sin embargo, no tienen la suerte de llamar su atención, Enzo Marchetti no tiene el más mínimo interés por humanas hormonales y maldice el tapón que recorre la calle que lleva a la empresa que maneja. La reunión es tan importante que tuvo que bajar del auto y emprender camino a pie, ya que de lo contrario estaría llegando t
Mia Lennox —Mia, Ashley, el vuelo sale en seis horas y ustedes siguen tiradas como orangutanes, —se queja mi hermosa madre. Escucho como arrastra sus pies por la habitación y luego la oscuridad que la inundaba es reemplazada por la luz solar, me quejo y cubro mi cabeza con las colchas, no entiendo por qué es tan exagerada, ni que fuéramos a perder el vuelo. —No quiero volver a llamarlas, —anuncia antes de abandonar mi habitación, reconozco como hija que no quiero escuchar el segundo llamado de mi madre y la razón es porque puede llegar con un cubo de agua helada sacada de lo más profundo del refrigerador. —¿Esperas el segundo llamado? —cuestiona mi mejor amiga con burla en su voz. —Ni loca, —murmuro, estiro mi cuerpo para alivianar la tensión muscular y mis huesos truenan como cheetos de esos crujientes. Mi mayor deseo de cumpleaños siempre fue viajar a Italia, me gusta la moda y los mejores diseñadores son italianos, me tomó por sorpresa cuando mi bella madre
Enzo Marchetti —Las inversiones realizadas en la empresa para el nuevo yate son seguras y garantizan una rentabilidad superior a cualquier socio, no tendrán pérdidas. —le explico detalladamente sobre el modelo que se estará lanzado, es obvio que solo multimillonarios tendrán acceso a tal obra de arte que le proporcionara grandes ingresos a cualquier accionista. —No cuestionamos sus palabras y apruebo el proyecto, señor Marchetti —asiento sin mostrar emoción alguna. No me interesan sus inversiones y todo esto es una fachada para los negocios que llevo. No hay mucho que agregarle a esta junta por lo quedamos por culminada la reunión, me paso a mi oficina y reviso algunos documento en mi laptop hasta que mi secretaria interrumpe. —Señor, su hermano Kendall ha llegado. —Que pase, —el mayor del parto de cuatrillizos de mi madre ingresa a la oficina con su ceño fruncido. —¿Desde cuándo tenemos que pedir permiso para entrar? —interroga tomando asient
Mia Lennox —¡Papá! —me lanzo a este cuando lo veo en el lobby del hotel, me carga y me abraza con fuerza. —Pequeña. Ahora que lo ve me doy cuenta de que lo extrañaba bastante, me deja varios besos en mi frente y luego conecta su mirada con la mía. —¿Por qué no avisaste que venías? —interrogo. —Quería sorprenderte. —Lo has logrado, —anuncio. —¿Dónde está tu madre? —pregunta. —Está esperándome en el comedor, ya sabes lo exigente que es con las horas de comida, —mi padre asiente y nos ponemos en marcha hacia el lugar mencionado. &n