Adriano D´angeloMi madre me deseo un feliz viaje, me limité a sonreírle esperando que así sea. Ahora solo leo un libro que traje mientras que el exitoso empresario toma de su vaso de whisky en frente mío, ni siquiera nos hemos hablado después de nuestra pequeña discusión de esta mañana, Donato es muy reservado con sus temas y me molesta que no quiera ser abierto conmigo. No pienso hablarle, ni mirarlo, ya que no fui el que inicio esta pelea, suelto el aire retenido y trato de concentrarme en el texto. Puedo escucharlo dejar salir un suspiro y mueve su pierna rozando la mía de manera intencional, no lo miro, pero el empresario parece no rendirse en querer llamar mi atención, porque vuelve a rozarme. —Cachorro, ¿está enojado conmigo? —cuestiona con voz muy calmada y de tal forma que derretiría el mismo polo norte entero. —¿Tú qué crees? —pregunto sin siquiera mirarlo. —No estés enojado conmigo, no me gusta, —suspiro y lo miro. —¿Crees que me
Kendall está tan apegado de Ashley que por ese motivo la ha invitado a permanecer de manera permanente en su habitación, no quiero tenerla lejos y ya estaba que dormía a su lado en el aposento de invitados. El joven Marchetti observa a su hembra dormir y se siente completo cuando la humana está junto a él. La joven se remueve en sus brazos hasta despertar, suspira y abre sus ojos encontrándose con los del chico que la acompaña, Kendall le da una sonrisa de lado. —Buenos días, —saluda el príncipe, Ashley responde su saludo—. Hoy tendremos una cita, —anuncia tomándola por sorpresa. —¿A dónde? —pregunta. —Mi padre tiene un barco, Poseidón se llama, lo han preparado para mí y pasaremos dos días en alta mar, ¿te gusta la idea? —ella enseguida asiente. —Me encanta, ¿A qué hora nos vamos? —Kendall dirige su mirada al reloj en su mesa de noche. —En una hora. Ashley permanece por varios minutos abrazada del alfa hasta que Kendall
Enzo Marchetti—Señor Marchetti, —saluda en el momento que ingreso a mi apartamento en Venecia, le doy un asentimiento, a el ama de llaves—. Como ha ordenado, las cerraduras fueron cambiadas y las claves de acceso también, le he dejado todo en su oficina y les avise al personal que la señorita Kristin no es bienvenida en su casa, —informa de manera detallada. —¿Su ropa? —Todo fue enviado al lugar que usted dijo, —asiento. —Gracias por todo, —niega mientras hace un gesto con su mano para restarle importancia al asunto. Voy directo a mi oficina para poder llamarle a Mia por Skype, no tarda mucho tiempo en responderme y me hace muy feliz verla con nuestro hijo a su lado. —Hola, nena, —saludo. —Hola, italiano, —sonrió mientras niego. —Ya los extraño. —Nosotros también, espero regreses pronto, —dice. —Lo haré, —espeto—. Mañana me encontraré con Kristin para lo del divorcio, espero que esta entienda mi situació
Ashley CastleSuspiro mientras sus labios recorren mi cuerpo, es tierno y bastante delicado, me gusta la manera en que hace esto y me impacienta, Kendall se encarga de quitar mi ropa hasta dejarme desnuda. —Eres hermosa, Ashley, —sus ojos centellan como dos luceros enrojecidos y con pupilas felinas. Es mi turno de admirarlo, beso sus labios rojos para incitarlo a dejarme colocar sobre él, no me lo permite y deja salir un bajo gruñido—. Las hembras no pueden domar a los alfas, —lo escucho murmurar. —Lamento informarte que no soy una loba o leona, —lo hago girarse. Noto que sus labios se curvan en una sonrisa, beso su cuello y torso hasta llegar a sus pantalones, me deshago del botón y luego del cierre, Kendall eleva su cadera para que pueda bajarlo y su amigo cae a su vientre. Nunca lo imagine de este modo, es grande, grueso y puedo notar venas marcadas en este, Kendall es perfecto y un virgen dotado, el vello púbico recorre desde su pubis hasta su ombligo, m
Enzo llega en la madrugada a la mansión, lo reciben con cordialidad los trabajadores y este se limita a asentirle. El mafioso solo quiere estar con su familia, camina a paso rápido hacia su habitación e ingresa en silencio, sin embargo, le toma por sorpresa encontrarlos despierto. —Enzo, —la humana sale de la cama con su bebé en brazos, el mafioso los abraza y besa su frente. —Pequeña, ¿Qué hacen despiertos a esta hora? —interroga, Liam lo mira mientras balbucea con mucha alegría y estira sus brazos hacia su padre esperando que lo cargue. —Creo que este pequeño sabía que vendrías y me despertó, —responde. —Buen chico, —acaricia la mejilla de su pequeño. La pequeña familia comparte por un rato, Mia deja a sus hombres despierto y se duerme bajo la supervisión de ambos, Enzo se encarga de Liam logrando que se duerma para poder ducharse y entrar a la cama con ellos.(…) Cuando Adriano despertó, lo hizo envuelto en los brazos de Donato,
Enzo por un momento pensó que había ganado esta batalla con Kristin, pero ella solo es un peón de la familia Santoro que es una de las más poderosas de Sicilia, conformada por nueve vampiros. —Mi criatura, —saluda Victor en el momento que su hija Kristin ingresa a la oficina. —Padre, —lo saluda con dos besos. —¿Qué ha pasado con el príncipe heredero en la reunión? —interroga ansioso de saber que hará el joven Marchetti. —El contrato de matrimonio solo me ofrece lo que sea ha adquirido en el tiempo que tenemos de casado, es insólito y lo peor es que su bastardo fue concebido antes de casarnos, —Victor sabía esa información, pero esperaba que Kristin lo sedujera y lo trajera de su lado de nuevo. —Tu misión era clara hija mía, —expresa. —Lo sé, padre, pero si hubiera visto su mirada de desprecio hacia mí, ni siquiera pude hablarle, —anuncia—. Me dijiste que me ayudarías a que estuviera conmigo por la eternidad, —el vampiro líder
Enzo MarchettiEstoy bastante sorprendido con el documento que me ha entregado mi padre, Kristin firmo el divorcio, lo miro en busca de una explicación y este prepara dos vasos con whisky para luego invitarme a ir al balcón. —Su creador lo trajo, —dice, me extiende la caja con habanos y tomó uno, lo enciendo y estoy impaciente por saber más sobre lo que tiene que decir—. Estuve durante muchos años esperando este momento, supuse que algún día Victor Santoro daría la cara y me pediría ser parte del consejo ahora que nuestras familias se unieron, sin embargo, es un hombre astuto, —hace una pausa para fumar. »Este nunca espero que llegara una humana igual a Astrid y que dejarías a Kristin de lado por ella, por un momento imagine que le haría daño a la joven Lennox, pero es un hombre con miedo a lo que puedo hacerle si rompe el tratado de paz, —no tengo duda de que mi padre arrancaría su cabeza de ser necesario. »Sabía que la convirtió para ver si algún día llega
Mia LennoxMi respiración se entrecorta al ver aquel cuadro, mi única emoción en este momento es miedo al igual que ansiedad, no me siento nada bien. Unas ganas de vomitar llegan a mí, me mareo por la falta de oxígeno que ha dejado de llegar a mi cabeza. —Pequeña, ¿estás bien? —el mafioso intenta acercarse a mí, pero retrocedo en automático vislumbrado dolor en su rostro por mi rechazo. —Ella es idéntica a mí, —susurro como puedo, ni siquiera me reconozco en este momento, ¿Me quiere por eso? Pregunto en mi mente. —Eso no cambia lo que siento por ti —afirma, Enzo pasa una mano por su rostro y deja salir un gruñido—. Pequeña, —corta la distancia entre nosotros para abrazarme—, yo te quiero, no son iguales para mí, —susurra. —¿Cómo puedes decirme algo como eso? —interrogo—. Ver ese retrato es como mirarme en el espejo, —añado en voz baja, me hace dudar de lo que él siente por mí. —Por favor, debes creerme, te quiero a ti, —se separa un poco pa