Mia LennoxMi respiración se entrecorta al ver aquel cuadro, mi única emoción en este momento es miedo al igual que ansiedad, no me siento nada bien. Unas ganas de vomitar llegan a mí, me mareo por la falta de oxígeno que ha dejado de llegar a mi cabeza. —Pequeña, ¿estás bien? —el mafioso intenta acercarse a mí, pero retrocedo en automático vislumbrado dolor en su rostro por mi rechazo. —Ella es idéntica a mí, —susurro como puedo, ni siquiera me reconozco en este momento, ¿Me quiere por eso? Pregunto en mi mente. —Eso no cambia lo que siento por ti —afirma, Enzo pasa una mano por su rostro y deja salir un gruñido—. Pequeña, —corta la distancia entre nosotros para abrazarme—, yo te quiero, no son iguales para mí, —susurra. —¿Cómo puedes decirme algo como eso? —interrogo—. Ver ese retrato es como mirarme en el espejo, —añado en voz baja, me hace dudar de lo que él siente por mí. —Por favor, debes creerme, te quiero a ti, —se separa un poco pa
Enzo MarchettiLa humana frente a mi deja salir una carcajada en el momento que le confirmo que estoy celoso de que otro hombre decida coquetearle al frente de mí. —Enzo, no tienes por qué estar celoso, —dice al terminar de reírse. Bufo, no puedo evitar sentirme de este modo y menos cuando se trata de Mia—. Enzo Marchetti, celoso. —¿Podemos continuar la cena o hablamos de mis celos? —cuestiono, niega y se decide por la Ratatouille, por otro lado, solicito lasaña rellena de pollo. Cenamos con una conversación dirigida en su totalidad a nuestro hijo, ya que resulta gracioso recordar momentos en lo que nuestro cachorro nos hace reír. Al terminar con lo ordenado, el postre llega y llevo mi silla hasta su lado para poder ser quien le dé la torta de chocolate. —¿No pediste postre para ti? —interroga, sonrió y me acerco a su oreja. —Tú eres mi postre esta noche, —beso su mejilla, el corazón de Mia se acelera y me agrada lo que provoco en ella.
Mia LennoxRecibimos el amanecer abrazado y envueltos en las sábanas blancas, mi cabeza la tengo recostada en su pecho mientras que mi pierna derecha descansa sobre las suyas, Enzo deja caricias de manera distraída en mi cintura con su mirada puesta en el horizonte. Nunca debo poner las palabras de Enzo en duda, me hizo el amor hasta que aquellos rayos de luz comenzaron a alumbrar el horizonte, no esperaba que tuviera más preservativos y trajo dos cajas completa. Cuando se terminaron los que traía en su cartera, corrió hacia el Ferrari a buscar lo que dejo en el auto. —Es hermoso, ¿no crees? —interrogo. —Verlo contigo a mi lado lo hace hermoso, —es tan tierno, lo abrazo fuerte y puedo sentirlo sonreír, Enzo sabe que tiene todos los puntos ganados y que no existe nada que pueda alejarme de su lado. —¿A qué hora regresamos? —cuestiono. —Después de desayunar, —se sienta en la cama y hago lo mismo mientras cubro mis pechos con la sábana, Enzo t
Adriano D´angeloNunca he sido bueno para adaptarme y ahora mi vida ha dado un giro bastante grande. Soy un león rojizo, pequeño y ahora tengo un novio que es de mi misma especie, pero con un rango superior, Donato Marchetti, es enorme en ambas formas, él me muestra su hermosa forma animal, blanco, fuerte, ojos rojos y un aura de dominante. Suspiro mientras dejo caricia en su cabeza llena de pelo blanco que descansa en mi regazo, no he querido volver a transformarme, ya que la primera experiencia fue horrible y no quiero pasar por eso de nuevo, Donato me aconsejo que debo hacerlo aunque sea cuatro veces en un mes para que no duela. Ni siquiera sé cómo hacer eso, me siento inútil, sin embargo, el alfa es un buen maestro y me tiene mucha paciencia, Donato levanta su cabeza y mira hacia una dirección específica. Un hombre de piel morena sale de la maleza, es muy hermoso, el león se pone de pie e igual lo hago, mi acompañante regresa a su forma humana quedando desnudo fr
Mia LennoxObservo a Enzo cortar el mismo su barbar y no tengo duda de que es la imagen más atractiva de todas. Una toalla cubriendo la parte inferior de su cuerpo, crema de afeitar en su mandíbula y su ceño fruncido porque está bastante concentrado en hacerlo bien. —Tu mirada de acosadora me distrae, —anuncia mirándome de reojo. —Es culpa de que mi prometido sea tan sexi, —se ríe y me mira. —Muy halagadora, —dice—. Y ahora que recuerdo, ¿Por qué te has depilado? —interroga, me sonrojo, no entiendo cómo puede saltar de un tema a otro de ese modo. —¿No te gusto? —pregunto. —De todos modos me encantas, nena, —lleva su mirada al espejo—. No debes depilarte para mí, —añade. —Lo tendré en cuenta, —no soy una amante de la cera y todo eso. —Ashley te anda buscando, —anuncia, supongo la escucho con sus sentidos desarrollados. —Iremos de compra, nos vemos luego, —me acerco y se inclina para que pueda besar sus labios en f
Ashley Castle —Me da mucha pena la situación de Mia, —expreso hacia Kendall mientras lo observo secarse después de una ducha. —Enzo se encargará de que todo salga bien, —dice, Kendall se coloca un bóxer para luego ingresar a la cama. —Y todo por una mujer obsesionada con él, —murmuró. —Kristin siempre ha sido algo neurótica y después de su transformación todo eso se complicó, —lo abrazo y Kendall busca una película. —¿No existe una ex loca por ti? —interrogo. —Nunca me había enamorado, ni he tenido novias y todo eso lo sabes. —Entiendo, eso es bueno, —me limito a decirle, Kendall encuentra la película y nos concentramos en ella.(…) —Hija, ¿Cuándo regresas a Estados Unidos? —pregunta mi madre. —Soy madrina de la boda de Mia, tal vez dentro de un mes regrese. —Todavía no entiendo como esa niña daño su vida así tan rápido, —espeta, mi madre nunca tuvo suerte los matrimonios. Mi padre la engaño con
Enzo llega al hotel que Kristin le dijo, se siente muy molesto por lo que está ocurriendo, ya que su boda es dentro de dos semanas y sabe que Mia está sufriendo por esta situación tan desagradable. En el fondo, aquel mafioso italiano espera que la mujer que alguna vez fue parte de su vida no esté involucrada en el secuestro del señor Lennox que ni siquiera se encuentra en ese lugar. El pobre hombre está atado y amordazado en una bodega en espera de órdenes, Kristin recibe a Enzo en su habitación, él muestra su rostro inexpresivo e ingresa mientras que la vampiresa tiene una sonrisa de oreja a oreja. —¿Dónde está el señor Lennox? —interroga. —A penas nos divorciamos y ya pretendes casarte con esa, —la vampiresa camina contoneando sus caderas al sofá y se sienta. —Tenemos un hijo, —le recuerda. —¿La amas? —Lo hago, —ella hace una mueca de desagrado. —Y a mí nunca pudiste amarme, —dice con mucho dolor en su voz—. Yo que
El sol alumbró cada ventana de la enorme mansión de los Marchetti, Enzo permaneció al lado de su prometida toda la noche y sabía que hoy sería el peor día de ella, Kristin no había mentido con que el señor Lennox moriría al amanecer. La vampiresa con una sonrisa de satisfacción cuando el sol alumbro su celda anuncio la dirección de donde estaría el señor Lennox y allí encontraron su cuerpo atado y amordazado con un puñal enterrado en su corazón, Leonardo se encuentra enojado porque no pudieron encontrarlo a tiempo. Cuando el alfa le confesó la verdad a su prometida, el grito desgarrador que salió de sus labios recorrió los pasillos de la mansión que ese día se encontraba en silencio, Mia lloro como nunca y Enzo no le quedo de otra que acurrucarla en su pecho mientras la dejaba llorar. El alfa no podía hacer nada más por ella, se sentía horrible y en el fondo se echaba la