Enzo Marchetti—Señor Marchetti, —saluda en el momento que ingreso a mi apartamento en Venecia, le doy un asentimiento, a el ama de llaves—. Como ha ordenado, las cerraduras fueron cambiadas y las claves de acceso también, le he dejado todo en su oficina y les avise al personal que la señorita Kristin no es bienvenida en su casa, —informa de manera detallada. —¿Su ropa? —Todo fue enviado al lugar que usted dijo, —asiento. —Gracias por todo, —niega mientras hace un gesto con su mano para restarle importancia al asunto. Voy directo a mi oficina para poder llamarle a Mia por Skype, no tarda mucho tiempo en responderme y me hace muy feliz verla con nuestro hijo a su lado. —Hola, nena, —saludo. —Hola, italiano, —sonrió mientras niego. —Ya los extraño. —Nosotros también, espero regreses pronto, —dice. —Lo haré, —espeto—. Mañana me encontraré con Kristin para lo del divorcio, espero que esta entienda mi situació
Ashley CastleSuspiro mientras sus labios recorren mi cuerpo, es tierno y bastante delicado, me gusta la manera en que hace esto y me impacienta, Kendall se encarga de quitar mi ropa hasta dejarme desnuda. —Eres hermosa, Ashley, —sus ojos centellan como dos luceros enrojecidos y con pupilas felinas. Es mi turno de admirarlo, beso sus labios rojos para incitarlo a dejarme colocar sobre él, no me lo permite y deja salir un bajo gruñido—. Las hembras no pueden domar a los alfas, —lo escucho murmurar. —Lamento informarte que no soy una loba o leona, —lo hago girarse. Noto que sus labios se curvan en una sonrisa, beso su cuello y torso hasta llegar a sus pantalones, me deshago del botón y luego del cierre, Kendall eleva su cadera para que pueda bajarlo y su amigo cae a su vientre. Nunca lo imagine de este modo, es grande, grueso y puedo notar venas marcadas en este, Kendall es perfecto y un virgen dotado, el vello púbico recorre desde su pubis hasta su ombligo, m
Enzo llega en la madrugada a la mansión, lo reciben con cordialidad los trabajadores y este se limita a asentirle. El mafioso solo quiere estar con su familia, camina a paso rápido hacia su habitación e ingresa en silencio, sin embargo, le toma por sorpresa encontrarlos despierto. —Enzo, —la humana sale de la cama con su bebé en brazos, el mafioso los abraza y besa su frente. —Pequeña, ¿Qué hacen despiertos a esta hora? —interroga, Liam lo mira mientras balbucea con mucha alegría y estira sus brazos hacia su padre esperando que lo cargue. —Creo que este pequeño sabía que vendrías y me despertó, —responde. —Buen chico, —acaricia la mejilla de su pequeño. La pequeña familia comparte por un rato, Mia deja a sus hombres despierto y se duerme bajo la supervisión de ambos, Enzo se encarga de Liam logrando que se duerma para poder ducharse y entrar a la cama con ellos.(…) Cuando Adriano despertó, lo hizo envuelto en los brazos de Donato,
Enzo por un momento pensó que había ganado esta batalla con Kristin, pero ella solo es un peón de la familia Santoro que es una de las más poderosas de Sicilia, conformada por nueve vampiros. —Mi criatura, —saluda Victor en el momento que su hija Kristin ingresa a la oficina. —Padre, —lo saluda con dos besos. —¿Qué ha pasado con el príncipe heredero en la reunión? —interroga ansioso de saber que hará el joven Marchetti. —El contrato de matrimonio solo me ofrece lo que sea ha adquirido en el tiempo que tenemos de casado, es insólito y lo peor es que su bastardo fue concebido antes de casarnos, —Victor sabía esa información, pero esperaba que Kristin lo sedujera y lo trajera de su lado de nuevo. —Tu misión era clara hija mía, —expresa. —Lo sé, padre, pero si hubiera visto su mirada de desprecio hacia mí, ni siquiera pude hablarle, —anuncia—. Me dijiste que me ayudarías a que estuviera conmigo por la eternidad, —el vampiro líder
Enzo MarchettiEstoy bastante sorprendido con el documento que me ha entregado mi padre, Kristin firmo el divorcio, lo miro en busca de una explicación y este prepara dos vasos con whisky para luego invitarme a ir al balcón. —Su creador lo trajo, —dice, me extiende la caja con habanos y tomó uno, lo enciendo y estoy impaciente por saber más sobre lo que tiene que decir—. Estuve durante muchos años esperando este momento, supuse que algún día Victor Santoro daría la cara y me pediría ser parte del consejo ahora que nuestras familias se unieron, sin embargo, es un hombre astuto, —hace una pausa para fumar. »Este nunca espero que llegara una humana igual a Astrid y que dejarías a Kristin de lado por ella, por un momento imagine que le haría daño a la joven Lennox, pero es un hombre con miedo a lo que puedo hacerle si rompe el tratado de paz, —no tengo duda de que mi padre arrancaría su cabeza de ser necesario. »Sabía que la convirtió para ver si algún día llega
Mia LennoxMi respiración se entrecorta al ver aquel cuadro, mi única emoción en este momento es miedo al igual que ansiedad, no me siento nada bien. Unas ganas de vomitar llegan a mí, me mareo por la falta de oxígeno que ha dejado de llegar a mi cabeza. —Pequeña, ¿estás bien? —el mafioso intenta acercarse a mí, pero retrocedo en automático vislumbrado dolor en su rostro por mi rechazo. —Ella es idéntica a mí, —susurro como puedo, ni siquiera me reconozco en este momento, ¿Me quiere por eso? Pregunto en mi mente. —Eso no cambia lo que siento por ti —afirma, Enzo pasa una mano por su rostro y deja salir un gruñido—. Pequeña, —corta la distancia entre nosotros para abrazarme—, yo te quiero, no son iguales para mí, —susurra. —¿Cómo puedes decirme algo como eso? —interrogo—. Ver ese retrato es como mirarme en el espejo, —añado en voz baja, me hace dudar de lo que él siente por mí. —Por favor, debes creerme, te quiero a ti, —se separa un poco pa
Enzo MarchettiLa humana frente a mi deja salir una carcajada en el momento que le confirmo que estoy celoso de que otro hombre decida coquetearle al frente de mí. —Enzo, no tienes por qué estar celoso, —dice al terminar de reírse. Bufo, no puedo evitar sentirme de este modo y menos cuando se trata de Mia—. Enzo Marchetti, celoso. —¿Podemos continuar la cena o hablamos de mis celos? —cuestiono, niega y se decide por la Ratatouille, por otro lado, solicito lasaña rellena de pollo. Cenamos con una conversación dirigida en su totalidad a nuestro hijo, ya que resulta gracioso recordar momentos en lo que nuestro cachorro nos hace reír. Al terminar con lo ordenado, el postre llega y llevo mi silla hasta su lado para poder ser quien le dé la torta de chocolate. —¿No pediste postre para ti? —interroga, sonrió y me acerco a su oreja. —Tú eres mi postre esta noche, —beso su mejilla, el corazón de Mia se acelera y me agrada lo que provoco en ella.
Mia LennoxRecibimos el amanecer abrazado y envueltos en las sábanas blancas, mi cabeza la tengo recostada en su pecho mientras que mi pierna derecha descansa sobre las suyas, Enzo deja caricias de manera distraída en mi cintura con su mirada puesta en el horizonte. Nunca debo poner las palabras de Enzo en duda, me hizo el amor hasta que aquellos rayos de luz comenzaron a alumbrar el horizonte, no esperaba que tuviera más preservativos y trajo dos cajas completa. Cuando se terminaron los que traía en su cartera, corrió hacia el Ferrari a buscar lo que dejo en el auto. —Es hermoso, ¿no crees? —interrogo. —Verlo contigo a mi lado lo hace hermoso, —es tan tierno, lo abrazo fuerte y puedo sentirlo sonreír, Enzo sabe que tiene todos los puntos ganados y que no existe nada que pueda alejarme de su lado. —¿A qué hora regresamos? —cuestiono. —Después de desayunar, —se sienta en la cama y hago lo mismo mientras cubro mis pechos con la sábana, Enzo t