Amelia, consumida por los nervios que le causó la discusión con Maximilien, ni siquiera esperó que el día de trabajo terminara, salió corriendo directo a su nueva casa, lo único que anhelaba, era ver a sus pequeños, pues se sintió amenazada por Maximilien. Al cruzar el umbral de la puerta, lo primero que hizo fue recibir el abrazo de Eithan y Lucien, los brazos de sus hijos fueron tan reconfortantes en ese instante, que ni siquiera se dio cuenta de que Olivia la estaba observando. —¡Amelia! cariño, has regresado temprano del trabajo ¿pasó algo?—Olivia se acercó preocupada al ver lo pálido de su rostro. —Niños, vayan al cuarto de juegos, en un momento estoy con ustedes, debo hablar con la tía Olivia—Amelia ordenó a sus hijos, los niños asintieron y se fueron de allí. Las dos mujeres se sentaron en la sala de estar, mientras que Olivia servía un par de tazas de té, Amelia seguía con cara de angustia. —¿Vas a decirme que está pasando Amelia?—Olivia la miró a los ojos—Olivia, cuando
Mientras tanto, Maximilien no la estaba pasando nada bien, los dos días de espera fueron eternos, y la ansiedad, por saber los resultados de la investigación, lo estaba carcomiendo. —Dorian, dime que has conseguido lo que te pedí—miró a su investigador con ansias —No fue tan fácil, pero si lo logre, hay algo muy importante que sucedió el día de tu matrimonio. —¡¿Ah sí?! ¿que?—preguntó Maximilien sarcástico, lejos de imaginar la realidad —Ese día, después de que Amelia salió corriendo de la iglesia, tuvo un accidente demasiado grave, está viva de milagro —¡¿Qué?!—para Maximilien la noticia le caía como un balde de agua fría, ella pudo haber muerto por su culpa, tomó aire y se sentó de nuevo en su silla. —¿como que un accidente? no puede ser, ¿qué pasó después? —Pues Olivia fue quien la llevó al hospital en ese momento, fue una casualidad me imagino, porque Olivia estaba en tu boda ese día, tal vez la vio, no lo sé, pero fue ella finalmente quien ayudó a Amelia, luego salió del pa
Cabizbajo y malhumorado, Maximilien se encerró en su despacho, los celos lo estaban consumiendo por completo, después de que se casó con Selene, buscó a Amelia por más de tres años, cuando pensó que jamás sabría de ella, regresó de repente para volver su vida un laberinto.Sirvió una copa de vino, pero este le sabía más amargo de lo normal, con ira, estrelló la copa contra la pared manchando todo con el color vinotinto de la bebida, mientras que la puerta de su despacho se abría. Selene y su madre se quedaron atónitas al ver el espectáculo. —¡Hijo! ¿qué está pasando aquí?—Mary le gritó a Maximilien confundida—¿Qué? ¿acaso no les enseñaron a golpear la puerta primero?—refunfuño Maximilien Selene se quedó viéndolo también con algo de enojo y se cruzó de brazos—No sabíamos que debíamos entrar a tu oficina con permiso, soy tu esposa y ella tu madre, ahora dime ¿qué es lo que está pasando?—Maximilien tomó aire, y sin saber que responder, simplemente mintió—Un negocio que salió mal y
Amelia por su parte, no dejaba de tener cierta preocupación por el caudal de mentiras que estaba diciendo, sin embargo, sus gemelos eran su mayor prioridad, desprotegerlos no estaba entre sus planes. —Amelia, es demasiado importante la reunión que tienes mañana temprano mi niña, se que te estoy pidiendo demasiado, pero todo esto va a ser por la nueva razón social.—Olivia se había alejado de los negocios de Archer y Asociados, a causa de una enfermedad que invadía su cuerpo, en Amelia encontró la aliada perfecta para manejarlos. —¡Claro que sí! Mañana estaré muy temprano en la compañía, pero algo que realmente me preocupa, es tu estado de salud Olivia, siento que debemos seguir el tratamiento completo como te lo receto el especialista en Alemania, para mi es demasiado difícil verte así. —Amelia… por mi no tienes que preocuparte, enfócate en los negocios, en el futuro, en tu posición como Amelia Hastings, la nueva dueña de la compañía Hastings LM, enfócate en tus hijos y cuando y
Maximilien salió directo hacia su oficina, quería sentirse malhumorado por la bofetada que le dio Amelia, pero, por el contrario, sentía una especie de felicidad en su interior, su sonrisa invadía su rostro de oreja a oreja, llevaba demasiado tiempo sin probar sus labios, tenerla tan cerca, por extraño que sonara, le quitó gran parte de su enojo.Durante los siguientes días, Amelia evitó cualquier encuentro con Maximilien, debía mantener su concentración en la gran reunión que perdió el día del incidente en el elevador. Ese día por fin había llegado y ella ya estaba lista para darle la cara a quienes serían los grandes acreedores de su nueva razón social, si lograba finiquitar los negocios con ellos, el declive de Archer y Asociados vendría muy pronto. Y por fin se iría de nuevo lejos de esa ciudad.Esa mañana fue excelente, la reunión fue todo un éxito y logro convencerlos de que la mitad de los negocios se quedaran en Hastings LM, aunque era una jugada muy sucia para Archer y Asoc
Amelia salió cogida de la mano de Billy, apenas cruzaron el umbral de la puerta de la compañía, sus lagrimas rodaron sin control por sus mejillas. Soltó la mano de su amigo, y saco un pañuelo de su cartera para secar su rostro. —Amelia, ¿estás bien? —le preguntó Billy preocupado —Sí, muy bien—se secó las lagrimas y levantó la cabeza firme de nuevo —vamos, llévame a ese gran lugar que me dijiste, tengo apetito. —Está bien—Ambos se subieron al auto de Billy, un espectacular BMW, ella apenas sonrío al abrochar el cinturón. —Los negocios están yendo bien ¿verdad? —lo miró de reojo —Sí Amelia van muy bien, pero me ha costado bastante trabajo tener lo que tengo, tú sabes que nunca acepte la ayuda de Hernán, me hubiera gustado quitarme su apellido, pero bueno, vamos que quiero comer algo. Ambos llegaron a un precioso restaurante ubicado en el más prestigioso vecindario de la ciudad, se sentaron en una mesa con vistas a un hermoso paisaje, mientras esperaron el menú. —Que lugar tan prec
Ya en el auto, Maximilien sintió como poco a poco recobró la respiración, haber visto a Amelia de nuevo con su esposo le causó demasiado malestar, pero quien no salía de su enojo era Selene, que se giró hacia la ventana para que él no viera su dolor.—Selene, cariño por favor ¿Por qué estas enojada? —Selene no dejó de mirar por la ventana, sus labios temblaban, el llanto estaba próximo a caer—¿Crees que no me doy cuenta? — dijo ella en un hilo de voz, Maximilien agachó su cabeza culpable, pero a él le gustaría mandar en su corazón y no sentir lo que estaba sintiendo en ese momento.—No sé exactamente de que me estás hablando Selene, pero quiero que seas consciente de que eres mi esposa, y estás embarazada, tu eres lo más importante para mí—Maximilien le dio un beso sobre la mano, tomó su mentón con delicadeza, la giró hacia él y la beso en la mejilla.—Espero cumplas con lo que me prometiste Maximilien, que me demuestres ese amor profundo que dices sentir por nosotros, Amelia ya no d
Amelia no estaba esperando visitas en ese momento, tampoco tenía una cita programada, levantó la mirada de la pantalla de su laptop, y lo primero que vino a su cabeza fue la imagen de Maximilien al otro lado de la puerta, tragó entero de solo pensarlo, se levantó y arregló su vestido, tuvo que esperar por unos segundos a que el color rojo de sus mejillas se desvaneciera.De nuevo la puerta sonó, con el corazón bombeando a mil por hora abrió. Sus ojos se abrieron con sorpresa al darse cuenta de quien estaba al otro lado.—La magnifica CEO de Archer y Asociados, ¡Amelia! ¿Cómo estás? —Jean se abalanzó sobre ella y le dio dos besos, uno en cada mejilla. Mientras que ella con desilusión le esbozó una fingida gran sonrisa.—¡Jean! No me esperaba tu visita ¿Cómo estás? Sigue por favor—ella le señaló para que entrara a la oficina.—Bueno, sé que soy inoportuno al venir sin avisar, pero estaba cerrando unos negocios en otro departamento de la compañía, así que pensé, ¿Por qué no saludarte? —J