Una loca me intentó matar.
Lo hizo a pedido de alguien y no me quedaba duda alguna que era alguien de mi familia paterna, eso solo me dejaba con tres opciones claras, la esposa de mi padre, mi hermana Dai o mi hermana Ima.
Cualquiera de las tres, o las tres, era una mala noticia para mí, una noticia por completo terrible que hace que todo cobre un sentido horroroso, más desde el aviso de mi tía y lo que dijo mi hermano. Fue como si las piezas del rompecabeza calzaran para decirme lo malo que era todo.
Confórmate con saber que te quieren muerta, y que tu adversario es mucho más grande y temerario, uno que no va a necesitar armas para destruirte, pequeña bastarda.
Ese había sido el mensaje, ese había sido el punto más álgido de todos, uno que me dejó pensando por horas, después de intentar calmar a un niño que hab&
AmayaDuré ahí horas más que suficientes hasta que me agoté y cuando iba de camino a dormir, un llanto desgarrador me puso alerta por lo que corrí directamente a la habitación que habían dispuesto para Ulises. Fui tan rápida que llegué para ver cómo el niño se sacudía a gritos, a lágrima viva sobre la cama, así que fui directamente a abrazarlo y cuando despertó, sentí la sensación más mala y desgarradora del mundo, sentí que nunca había conocido algo malo hasta ese momento.—Ya, cariño, ya… —le susurré con cariño en el idioma que manejaba.—Quiero a mi mamita, quiero a mi mamá…Sus peticiones me hicieron llorar de impotencia, entonces Alessio entró a la habitación, Gemma vio a escena con devastación
AlessioEscuchar las palabras de Amaya fueron como un golpe en todo el plexo solar, fueron duras, fueron crueles, pero fueron muy ciertas. Y eso me tenía muy conflictuado conmigo mismo ya que si Ulises resultaba ser hijo de mi hermano, no lo vería igual que antes, no lo vería de la misma forma por dos hechos concretos: parte de lo que dijo Paola era cierto, cabía la remota posibilidad de que la mentira tuviera patas cortas y si hubiese estado involucrado con el sitio donde estaba Gemma los primeros días de su secuestro.Eso me hacía dudar mucho, algo como lo que mi hermana tenía muchos problemas, más que todo porque era todo un caos, todo un compendio de situaciones abstractas en las que quedaba como el malo. A mí lo que realmente me molestaba de todo este enredo, era que ella salió lastimada y si eso significa que nuestro hermano estuvo involucrado, p
AlessioNueva York era una ciudad que me gustaba, el clima era de mis preferidos y era tan grande, que te podías perder sin problemas, lo que para mí servía porque de vez en cuando me perdía en sus calles, sin escoltas, sin nadie más que yo mismo contra el mundo, sumergido en un mal de canto, en un mar de paz que el bullicio me daría siempre.Era otro mundo, era otro camino, era algo que no podía hacer luego de mi movimiento militar osado. Pero válido que gracias a Dios Dante no cuestionó, sino que ayudó a controlar para ser un supervisor directo de todas las situaciones. Era un poco cansado, mucho, para ser honesto, sim embargo era lo que era y no podía desaprovechar la oportunidad, una de otro que no podía tirar de lado.—¿Habías venido antes? —le pregunté a Amaya que aún seguía seria.—No —a
AmayaLuego de esa entrada toda emblemática del capo del clan de la camorra del este, entramos a la espléndida casa que para mí era un sueño. Estaba ubicada como en un bosquecillo, en un sitio privado, privilegiado y tenía todo lo que pudiese imaginar, sin embargo, la calidez que ahí habitaba era increíble, sobre todo porque el capo de la Cosa Nostra era todo un caballero que atendía a su mujer con mucho cariño, era muy atento y no dejaba nada por sentado. Era hermoso verlos en pleno estado natural.—Parece que le gusta más la máscara dorada —dijo Dante, el capo de la Cosa Nostra.Me di cuenta de que la niña veía a mi marido con el ceño fruncido, entonces recordé una conversación que tuve con él, una en donde le aconsejaba simplemente ser él, quitarse la máscara y mostrarse al mundo cual era. Él
Amaya—Dijo que no estaba hecha para ti distracción, hombre —comentó y luego me miró con una sonrisa—. Hablas japonés como una nativa.—Bueno, es una de las cosas que podría agradecerle a mi padre, que pagara las escuelas de idiomas —dije con calma y de forma muy, pero muy sincera.—Tendría algo de lógica, después de todo, te tuvo oculta, lo mínimo que podría hacer era enseñarte algo de sus costumbres más sagradas —apostó el y me puse tensa, pero decidí tomarlo por lo que era—. Aunque entiendo por qué lo hizo, porque nos privó de pedir tu mano en matrimonio, mientras que embaucó a este tonto.—Giorflavio —le regañó Alissa—. No seas más imprudente, por favor.—No es ninguna imprudencia —les dije como sím
AlessioLa cena había ido excelente, tan bien que supe que uno de los mejores fines para viajar a Nueva York había sido cumplido con éxitos. Ver que Amaya se había integrado con naturalidad con Alissa era como ver algo bueno pasar, lo que era bonito en más de un sentido. Sin embargo, me di cuenta que al final, cuando presioné con fuerza para que ellas tuvieran el bendito día de chicas, a mi esposa no le gustó tanto.—¿Qué sucede? —le pregunté al despertar—. ¿te molestó que las comprometiera así con la esposa del capo de la Cosa Nostra?Ella detuvo su peinado de cabello y suspiró.—No me molesta, sé que la oferta fue hecha desde el buen tino y Alissa me parece una mujer de lo más amigable e interesante de conocer, sin embargo, quería repasar un poco antes de ir a la gala —me dijo su
Alessio—Creo que a mi hermana lo desaparecieron porque era un punto culminante, tengo la sensación de que algo descubrió y algo decirle a mi padre para pedir ayuda, estos iban a hacer grandes cambios y decidieron matarnos a todos, pero por suerte ni yo ni Gemma estuvimos ahí —apunté a decir con cansancio—. Nos querían eliminar, y como soy una molestia, se están metiendo con todo, lo que no me calza del todo es cómo se relacionaron esas mafias que antes eran amigas nuestras con la Yakuza luego de esa historia tan pintoresca del hombre y de la mujer… Es demasiado.—Por lo que descubrió tu hermano, algo pesado, algo por completo grande que causó revuelto con todo —expuso Dante—. Y… Creo que tengo una idea de cómo pudo suceder.Fruncí el ceño, luego sacó muchas carpetas que le proporcionó el maldito FBI
Amaya—La mujer del ruso es muy cálida, en cambio, las hijas de los chechenos son problemáticas —nos dijo Alissa y Gemma y yo asentimos—. Los hombres son mucho más cuidados, más respetuosos, sin embargo, la cuestión aquí es que si piensan que les estás dando el brazo van a querer probar suerte. Eso hizo que Dante le quebrara la mano a uno de los chechenos y desde ahí están prohibidos acercarse a mí a menos de cinco metros.—Eso no suena nada bien —dije con algo de conflicto—. Pero, me haré la desubicada a ver qué puedo pescar, la gente suele hablar mucho cuando piensan que lo los entienden.Y era una verdad que lastimosamente había probado con creces, una verdad que había hecho que las cosas se pusieran un poco extrañas en algunos momentos de mi vida, como la vez que atrapé a la maestra de cast