—Dijo que no estaba hecha para ti distracción, hombre —comentó y luego me miró con una sonrisa—. Hablas japonés como una nativa.
—Bueno, es una de las cosas que podría agradecerle a mi padre, que pagara las escuelas de idiomas —dije con calma y de forma muy, pero muy sincera.
—Tendría algo de lógica, después de todo, te tuvo oculta, lo mínimo que podría hacer era enseñarte algo de sus costumbres más sagradas —apostó el y me puse tensa, pero decidí tomarlo por lo que era—. Aunque entiendo por qué lo hizo, porque nos privó de pedir tu mano en matrimonio, mientras que embaucó a este tonto.
—Giorflavio —le regañó Alissa—. No seas más imprudente, por favor.
—No es ninguna imprudencia —les dije como sím
AlessioLa cena había ido excelente, tan bien que supe que uno de los mejores fines para viajar a Nueva York había sido cumplido con éxitos. Ver que Amaya se había integrado con naturalidad con Alissa era como ver algo bueno pasar, lo que era bonito en más de un sentido. Sin embargo, me di cuenta que al final, cuando presioné con fuerza para que ellas tuvieran el bendito día de chicas, a mi esposa no le gustó tanto.—¿Qué sucede? —le pregunté al despertar—. ¿te molestó que las comprometiera así con la esposa del capo de la Cosa Nostra?Ella detuvo su peinado de cabello y suspiró.—No me molesta, sé que la oferta fue hecha desde el buen tino y Alissa me parece una mujer de lo más amigable e interesante de conocer, sin embargo, quería repasar un poco antes de ir a la gala —me dijo su
Alessio—Creo que a mi hermana lo desaparecieron porque era un punto culminante, tengo la sensación de que algo descubrió y algo decirle a mi padre para pedir ayuda, estos iban a hacer grandes cambios y decidieron matarnos a todos, pero por suerte ni yo ni Gemma estuvimos ahí —apunté a decir con cansancio—. Nos querían eliminar, y como soy una molestia, se están metiendo con todo, lo que no me calza del todo es cómo se relacionaron esas mafias que antes eran amigas nuestras con la Yakuza luego de esa historia tan pintoresca del hombre y de la mujer… Es demasiado.—Por lo que descubrió tu hermano, algo pesado, algo por completo grande que causó revuelto con todo —expuso Dante—. Y… Creo que tengo una idea de cómo pudo suceder.Fruncí el ceño, luego sacó muchas carpetas que le proporcionó el maldito FBI
Amaya—La mujer del ruso es muy cálida, en cambio, las hijas de los chechenos son problemáticas —nos dijo Alissa y Gemma y yo asentimos—. Los hombres son mucho más cuidados, más respetuosos, sin embargo, la cuestión aquí es que si piensan que les estás dando el brazo van a querer probar suerte. Eso hizo que Dante le quebrara la mano a uno de los chechenos y desde ahí están prohibidos acercarse a mí a menos de cinco metros.—Eso no suena nada bien —dije con algo de conflicto—. Pero, me haré la desubicada a ver qué puedo pescar, la gente suele hablar mucho cuando piensan que lo los entienden.Y era una verdad que lastimosamente había probado con creces, una verdad que había hecho que las cosas se pusieran un poco extrañas en algunos momentos de mi vida, como la vez que atrapé a la maestra de cast
Amaya—Todo marchará bien —dijo mi hermano y no lo creí, ni por un mísero segundo.Las cosas ya no serían igual, el mundo jamás sería igual, terminaría tragada, dolida, desesperada y con el corazón a flor de piel, con el puño aguantando mi ira perenne. La traición sabía ácida, la traición sabía mal y todo estaba en un punto tan patético que solo quería ocultarme para siempre y no regresar jamás, no volver a ver a nadie, no volver a sentir nada.*****Estaba en una casa en Long Island para cuando llegó la noche. Sorprendentemente, mi hermano era muy bueno ocultando personas, información y demás, no dijo mucho cuando le conté lo que escuché, el hecho de que mi esposo me había usado como ganado para reproducción, que mi Dai insinuó que me padre me mand&o
Alessio—No te va a salir bien la jugada, haz hecho lo peor para mantenerla a salvo y las has expuesto de la peor manera de todas —espetó con rabia—. Pero tendrás que lidiar con ello, tendrás que pagar con las malditas consecuencias de tus actos.—Yo no seré el único, haré que pagues por todo, por absolutamente todo y no quedarán resto de ti por enterrar —la amenacé y ella con facilidad se soltó de mí.Me empujó y se acomodó para salir de ahí como si no hubiese pasado nada.Cuando salí, minutos después, estaban los mafiosos reunidos para hacer un brindis, toda la maldita crema y nata del submundo, gente mala que hacía cosas muy malas para beneficios propios, gente a la que se le recordarían las reglas para que no fuesen tan osados como para ir en contra de una base que nos daba ciertas ve
Alessio—¿De qué demonios se trata eso? —preguntó mi suegro al ver a su hija.Este me vio y se dio cuenta de mi sorpresa, entonces miró a Dante quien lo veía con el ceño fruncido, totalmente molesto al punto de perder su paciencia por completo, como si más que rabia en ira, estuviese en un punto de completo dolor, de ira total con la que no quería lidiar, pero que le tocaba dado los acontecimientos.—En estas reuniones hicieron acuerdos en los que dispusieron varias, cosas y lastimosamente solo ellos tienen el conocimiento de qué hicieron, pero es obvio que la Yakuza tuvo participación directa o indirecta con ello.—Kore wa fukanōdesu, machigai ga aru ni chigai arimasen...—Me temo que no lo hay Hiroshi, tu hija tiene que ver en esto, pero solo ellos pueden respondernos —comentó Dante con seriedad—
AmayaPasaron dos días completos antes de que mi hermano viniese a traerme noticias sobre lo que estaba sucediendo. Luego de ver lo que les ocurrió a los rusos, no puede evitar sentirme fuera de mi piel, por completo preocupada e imaginando el gran desastre que había ocurrido luego de los rusos.—Padre tuvo un infarto —dijo y sentí que mi corazón se iba a detener—. Está estable, pero requirió cirugía de corazón abierto porque tuvo complicaciones valvulares.—Dioses él…—No te mandó a matar con Paola —reconoció y sentí un alivio inmenso al mismo tiempo que sentí vergüenza—. Aunque tú no lo creas, eres el tesoro más grande de ese hombre, tanto que pareciera que no nos quiere a nosotros.—Yo no…—Nuestro padre te ama y trató de
Amaya—No… Tú solo me usaste —lo acusé con la ira brotando de cada por de mi sistema—, yo solo fui una transacción más para tu venganza y ahora, si estoy embarazada… Tengo que vivir este embarazo en medio de un desastre, en medio de estrés, en medio del miedo constante de que al saberse que mi bebé sea un blanco —le dije con una cascada de lágrimas rodando por mis ojos—. Nada está bien, no quería traer un niño al mundo en estas condiciones, no quería tener un hijo contigo, no quería…Yo solo no aguanté más y el acumulado, el estrés, el compendió me derrumbó a un nivel que caí en el piso y me eché a llorar largo y tendido. Él, en contra de mi voluntad, se agachó para encajonarme en sus brazos, en un intento de darme un consuelo que llegaba tarde y que me estaba t