Al bajar las escaleras pedí que se me informara si había cambios. Mientras lo hice noté que mi cabeza pasó por un tipo de trance, ese beso comenzaba a afectarme. Se estaba apoderando de mis sentidos e incluso comencé a sentir tanta emoción que era imposible controlarla.Sonreí, lo hice tratando de ocultarlo. Tenía a mis hombres de frente, hablándome de situaciones fuertes e incluso malas noticias, me hubiera visto mal al sonreír ahí, pero era inevitable. No me podía controlar.—El líder del partido solicita una reunión inmediata.—Me dijo el secretario mientras ocurría mi delirio soñador.—Hemos agendado una videollamada, estarán todos los miembros importantes.Sus palabras eran demasiado serías para no tomarlas en serio. A pasear de tener la guerra ganada, el país aún enfrentaba una terrible situación, la peor parte venía en camino.Le dije que si al secretario, lo hice con señas pues mi boca estaba ocupada con aquella sonrisa estúpida que aún tenía.Él me guió hasta la sala donde habí
El momento romántico aumentó cuando ella y yo entramos en un momento de silencio. Se recargó en mi pecho y yo en su cabeza. Me sentía cómodo, relajado y por supuesto excitado. No era el momento de pensar en eso pero tampoco me habría disgustado acostarme con ella. Mis deseos estaban por encima de cualquier otra situación, al menos en ese momento que tenía los elementos servidos.Pensando en eso decidí dar un paso en ese camino. Busqué sus labios moviendo mi cabeza lentamente. Necesitaba estar seguro de que ella aún sentía algo por mí.Me correspondió casi inmediatamente. Sus labios también subieron buscando a los míos. Nos envolvimos en un momento pasional que empezó con un beso. Tenía tantas ganas de hacerlo que el hecho de chocar por fin, me dió mucha satisfacción.Me besó muy rico, era tan tierna y tan romántica, una combinación muy agradable para aquello.Yo me esforcé en hacer lo mejor posible, tenía que dejar una buena impresión en ella, no me podía permitir que mi reputación ba
Cuando llegué a ella, lo primero que hice fue abrazarla, girarla y comunicarme con el secretario a manera de señas. Él entendió perfectamente lo que estaba pasando y decidió delegar su misión actual para cerciorarse de que Miriam no saliera de aquella habitación hasta que yo lo solucionara.Cuando lo ví marchar me sentí más tranquilo y la abracé de una forma más amorosa, como ella se lo merecía. No tardé mucho en darme cuenta que donde estábamos podía verse la ventana de la habitación donde Míriam estaba.En buena hora le había otorgado la mejor habitación con una vista ideal hacia el terreno.—¿Por qué estás aquí mi amor?—Le pregunté dulcemente para no levantar sospechas.—¿No sabes la situación en la que estamos?—Por ti yo tomaría todos los riesgos.—Me dijo dejándome helado. ¿Qué podía yo contra decirle en aquella acción romántica?—Además tú mismo me dijiste que la batalla había terminado ¿no es así?—La batalla terminó pero el peligro continúa.—Respondí pensativo.—Aún hay muchas co
Ahí estaba yo, conduciendo a máxima velocidad por aquella carretera. Me podia dar el lujo de hacerlo ya que no había tantos carros y el camino era todo recto. Las curvas peligrosas las había dejado atrás y ahora solo deseabas deslizarme para olvidarme de todo. Había escuchado una vez que era muy buena terapia conducir y vaya que era cierto pues sin intención, me dejé llevar por aquel camino.El auto ayudaba mucho, era tan moderno, tan fácil de manejar, que era difícil no caer seducida ante sus encantos.Tenía un estéreo, la radio local no sonaba, la señal se perdía, sin embargo, dejaron puesta una USB con música, era muy buena selección así que el chofer se llevaba un punto por eso.El aire acondicionado también era una gran ventaja, hacía demasiado calor y recibir esa briza fría controlaba todo mi sistema. Los asientos eran tan cómodos qué podía descansar en ellos. Tenía un sensor de movimiento, el cual me hacía más sencillo estacionarme si es que en algún momento planeaba hacerlo. E
Después de girar varias veces estando a la defensiva, me tranquilicé al ver que nadie iba tras de mi.En ocasiones los ruidos de ese lugar podían confundirse con algunos hechos por humanos. Tardé en acostumbrarme a ellos para no sentir ese temor. Mismo que no desapareció del todo.Sabía que tenía que irme de ahí inmediatamente y escapar, pero ¿A dónde lo haría?, ¿qué lugar me podría dar una mejor protección que donde estaba?Fueron preguntas muy difíciles de responder y más cuando eres una persona vigilada por todo el gobierno. Era un hecho que no se los daría, pero tampoco podía esconderme ahí por siempre.Mis dos opciones eran dárselo a alguien que le diera un buen uso. La otra era simplemente desaprecerlo como hasta ahora había estado.La curiosidad por leerlo me ganó, aunque sabía que debía irme de ahí lo antes posible, no lo hice. El maletín tenía una atracción impresionante o tal vez mi curiosidad era en verdad muy grande.Lo que hice fue alejarme un poco del punto donde lo habí
Conforme el tiempo pasó, el ruido se hizo más intenso, tanto porque se acercó y porque no era uno, si no varios vehículos.Me quedé ahí, muy cerca para poder monitor sus movimientos y así encontrar el momento ideal para salir de ahí.Ví llegar a varios cuatrimotos, de esas ideales para el terreno en el que estábamos. Debió costarles mucho menos trabajo llegado ahí que a mí.Se veían muy modernas, distintas a las. que había visto en campamentos o salidas de paseo. Estas parecían robots andantes, unas que traían localizador y radios, cosas muy modernas a las cuales unos pocos tenían acceso.Los hombres que se bajaron tenían muchas similitudes con los que trabajaban para Esteban, así que entendí que venían de su parte.Pude reafirmar esto gracias a que llegaron directos al auto y no a mí. Supe entonces que le habían colocado un rastreador o algo así. Estaba claro que Esteban no me iba a dejar hacerlo sola. Nuevamente había caído en una de sus trampas. Había guiado a aquellos hombres hast
Se extendió diciendo que a raíz de la guerra, su trabajo se veía comprometido pues el gobierno iba a entrar en una etapa en la que no permitiria la crítica en su contra pues lo consideraría un acto rebelde. Era su obligación a toda costa evitar otro movimiento.Después el hombre se centró en el presidente. Esteban salió de su boca y no como un asunto prudente. Lo atacó diciendo que era solo un títere y un estúpido. Y aunque yo pensaba lo mismo, salió en mi ese orgullo enamorado que lo defendió.Ahí notaron que yo tenía una fascinación por él. No lo defendí como una fanática si no como una mujer enamorada. Algo que me trastornó la mente más de lo que ya la tenía.La conversación se volvió turbia. Me miraron muy feo que casi podía jurar que me echarían de su carro. No me podía arriesgar a eso, ¿Qué carajo me pasaba? Tenía la oportunidad perfecta para hacer lo que quería, poner fin a todo pero algo me detenía... ¿Amor?, ¿en serio esa sería la justificación de mi mente para no destruir a
Desafortunadamente para mí, no hubo más tiempo para tener una respuesta.Nos vimos involucrados en una persecución. Varios autos salieron de la nada y comenzaron a seguirnos.Tardamos algunos segundos en reaccionar, se nos hizo muy extraño que alguien nos siguiera, pensamos que solo estaban pasando por ahí, pero al ver su agresividad nos dimos idea que no era normal.—Uno de ellos salió del monte.—Aseguró la copiloto muy nerviosa.—Seguro nos estaban esperando.Mi mente comenzó a creer que me estaban siguiendo a mi. Estuve a punto de confesarles todo y pedirles que me bajaran para que no se metieran en más problemas.Pero sus palabras interrumpieron mis acciones, ellos estaban confesando sus acciones.—Se dieron cuenta muy rápido.—Dijo él maniobrado para escapar del auto que ya estaba a nuestro costado.—¿Cómo nos encontrarian?La feliz pareja se vió sumida en la desesperación total. El miedo se apoderó de ellos a tal manera que me lo contagiaron a mi.Solo miraba hacia atrás para ver e