Aquella casa no tenía grandes lujos, lucía con gran espacio pues casi no tenía muebles ni vigilancia. Era uno de aquellos lugares a los que podía recurrir para pasar desapercibido.Me imaginé que en aquella situación, en la que su vida corría peligro, no había mejor lugar para esconderse.Al estar ahí pude sentirme tranquila, pues sabía que los rebeldes no atacarian.Independientemente de las intenciones, en un ataque armado podría quedar bajo el fuego cruzado sin que ellos supieran que estaba ahí.Aún desconocía los verdaderos alcances de los rebeldes. Había comprobado que el gobierno tenía un gran poder y que no se iba a tronar los dedos para dañar a sus enemigos. Lo tuve que corroborar con aquella mala experiencia.El presidente pidió que nos dejaran solos, nos acercamos a una sala que estaba justo a la derecha de aquella casa. Con sala me refiero a un par de sillones viejos de color café que estaban muy cerca el uno del otro. En la habitación no había mucha luz, carecía de ventana
Mi primera impresión fue muy buena, había una cama, la cual se veía bastante cómoda. El cuarto en general se veía lleno de paz, algo que sin duda necesitaba.Dí el primer paso para avanzar y él me detuvo tomándome del brazo para decirme.—En verdad me da mucho gusto que estés bien.—Parecia que había estado preocupado y que por fin se liberaba de aquella carga.—Te extrañé demasiado.Al decir esas palabras se agachó para quedar cerca de mis labios. Yo me quedé congelada, no me hubiera imaginado que se atrevería a eso, sentirlo cerca fue muy agradable y yo también me acerqué para corresponderle. Nos dimos un beso muy corto pero que significó mucho.Después de eso ambos cerramos los ojos, fue un momento mágico que tuvo que terminar.Él me sonrío y dió un paso hacia atrás, yo camine hacia enfrente después de dar la media vuelta para cerrar la puerta de la habitación.Aún sentía mariposas en el estómago ese cosquilleo que te da cuando alguien querido te hace perder los pies sobre la tierra.
Mi sueño se convirtió en un vil deseo sexual. Al caer en la cama, mi ropa había desaparecido casi por completo, únicamente tenía brasier y calzón. En frente de mí estaba Esteban parado, de igual forma no tenía ropa. Lo pude ver totalmente disfrutando del placer de manera visual. Nos entregamos en la pasión que el momento nos brindó. Me estremeció tanto que incluso pude sudar en mi éxtasis de aquel puro sueño...sí mi cuerpo físico que aún descansaba en la cama de esa habitación, sudó y se estremeció con aquel sueño.Un solo beso bastó para generarme toda esa historia en la misma cama, imaginándome con Esteban ahí.Un sueño que reflejaba lo que mi mente deseaba tener, un encuentro con él. Había ocurrido en mi subconsciente pero había ocurrido, sin importar como había sido yo había sido suya y él había sido mío.Me hubiera encantado quedarme atrapada en aquella visión pero no me fue posible, el tiempo me lo arrebató al igual que mi necesidad física de interactuar con el mundo. Me despert
—¿Cómo estás?—Me dijo en cuanto me vió aún con esa mirada y agregándole una sonrisa.—¿Pudiste dormir?—Si, muchas gracias.—Le respondí yo también con un tono amable.—La cama es muy cómoda.—Me alegro mucho. Es lo que mejor que te puedo ofrecer ahora.—Avanzó para acercarse a la cama y sentarse.—Pero en cuanto estemos en la ciudad, podrás dormir cuanto quieras en una mejor cama.—No hace falta eso —Le dije apenada.—Con que pueda ir a casa y ver a mi madre, con eso estaré bien.—Ella está en perfectas condiciones.—Me dijo ahora un poco más serio.—La guerra no ha llegado a gran escala a la capital, aún así ordené el traslado de tu madre a una zona de bajo riesgo. Me comunicaron las personas que la cuidan, que ha tenido muchos avances, Incluso preguntó por ti.—Me alegro mucho.—Salieron de mis ojos unas lágrimas de felicidad, al fin me llegaban unas buenas noticias.—Te agradezco tanto eso.—No tienes nada que agradecer, lo hice con gusto.—Me tomó de la mano. —Ella es una buena mujer.—Mi p
"Señor presidente ¿Está usted seguro de querer lanzar ese ataque? Recuerde que después de eso no habrá marcha atrás y seremos conocidos como el gobierno más extremo de todos.Mis hombres me seguían cuestionando después de haber tomado esa decisión. Para mí era la mejor solución, aunque para ellos estar jugando a la guerrilla era lo correcto, pues se trataba de un ejército inferior a nosotros que solo deseaba un poco de atención.Yo argumenté que era mejor el hecho de mostrar nuestro poderío militar antes de que a alguien más se le ocurriera retarnos, así quedaría mejor con los otros países y no como un presidente que tuvo miedo.Todo esto estaba diseñado por mi desesperación de encontrar a Miriam pero eso era un secreto que tenía que tener bien guardado en mi interior.—Así es, estoy seguro de lanzar el ataque.—Contesté ocultando los nervios.—Ese es un punto estratégico muy versátil y podremos acabar con gran parte de ellos sin que se lo esperen. Después de eso, solo tendremos que lim
Me impresionó la eficacia del secretario para reunir esa información en tan poco tiempo. Sin duda el uso de la tecnología era un gran beneficio o un perjuicio según a quien le corresponda.La base de datos con la que contaba así como el reconocimiento facial, eran muy buenos.—Junto con él hemos capturado a uno de sus generales.—Contonúo con el reporte.—Su moral ha bajado pero no por el ataque que hicimos. Según su general, la moral decayó porque su plan se basaba en adquirir el maletín rojo y la única persona que podría encontrarlo, desapareció.—¿Ellos desconcen que Miriam escapó?—Pregunté intrigado.—Si, la fueron a buscar durante el bombardeo pero la habitación ya no existía.—Me contestó igual de contento que yo.—Solo asumieron que el fuego la consumióEsa había sido una magnífica noticia para mí, pues el enemigo había perdido todo en ese ataque.Su arma secreta era Miriam junto a ella el desprestigio social que traería encontrar el maletín rojo. Ahora ellos la creían muerta así c
Las horas avanzaron y los acontecimientos transcurrieron. Mi novia y yo habíamos colgado más contentos que nunca. Ella me había pedido que le pusiera al tanto de todo y así lo hice, además me pidió ayuda para rescatar a un familiar que se había quedado atorado en el centro del país. Le dije que inmediatamente lo haría.La sorpresa mayor para mí fue cuando me dijo que no se había ido, que pese a todo los inconvenientes ella había decidido quedarse y que deseaba verme. Al conocer la situación actual del país yo accedí pues sabía que no correría ningún peligro si llegaba a mi lado.El viaje tardaría por lo menos mediodía así que tenía tiempo suficiente para solucionar mis pendientes, entre ellos recibirá Miriam.En este caso ya tenía un plan, necesitaba que ella buscara el maletín y me lo entregara.Mis hombres necesitan regresar y solo dejaría un par de incógnitos que la siguieran para entregármela a salvo.Aquellos dos hombres "Z" e "Y" estaban totalmente preparados para el espionaje,
Al bajar las escaleras pedí que se me informara si había cambios. Mientras lo hice noté que mi cabeza pasó por un tipo de trance, ese beso comenzaba a afectarme. Se estaba apoderando de mis sentidos e incluso comencé a sentir tanta emoción que era imposible controlarla.Sonreí, lo hice tratando de ocultarlo. Tenía a mis hombres de frente, hablándome de situaciones fuertes e incluso malas noticias, me hubiera visto mal al sonreír ahí, pero era inevitable. No me podía controlar.—El líder del partido solicita una reunión inmediata.—Me dijo el secretario mientras ocurría mi delirio soñador.—Hemos agendado una videollamada, estarán todos los miembros importantes.Sus palabras eran demasiado serías para no tomarlas en serio. A pasear de tener la guerra ganada, el país aún enfrentaba una terrible situación, la peor parte venía en camino.Le dije que si al secretario, lo hice con señas pues mi boca estaba ocupada con aquella sonrisa estúpida que aún tenía.Él me guió hasta la sala donde habí