Capitulo 50

Afortunadamente para mí y mi mente llegamos a nuestro destino. La camioneta pasó por unas rejas y entró en un camino que parecía como una granja, enfrente había una enorme casa de color blanco, no se veía tan lujosa ni protegida como en las que había estado antes con Esteban, pero sin duda esta también le pertenecía. Lo supe porque cuando me levanté para ver el camino, lo ví en la entrada principal esperándonos.

Me bajaron de la camioneta presionandome por ambas manos. Me llevaron enfrente del querido presidente, quien mostró una actitud muy amable.

—¡Miriam querida!—Dijo acercándose a mi para tomarme de los hombres, tenía la intención de darme un abrazo.—¡Me alegro mucho de que estés bien!

Yo no le contesté y tampoco retrocedí, aunque quería hacerlo. Lo evité porque sus hombres estaban detrás de mí, no tenía espacio suficiente para dar ni un paso hacia atrás, pero mis manos las mantuve abajo y mi mirada penetrante en su rostro.

Él notó que lo estaba viendo con odio y desprecio, así q
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP