A las cinco en punto empezó a apagar todo. Tenía el corazón agitado y aun cuando no ha visto a Preston desde que se reunió con él y Jessica solo ha pensado en lo que pasó en su oficina. En la manera que esa voz grave le confesó en su oreja, erizando toda su piel de inmediato, que la había extrañado y no unos días, no ese tiempo que la buscó, sino esos años que han pasado desde que se vieron por primera y última vez hasta ese reencuentro.

Si bien su cuerpo se llenaba de nervios y miedo hay una parte en su cabeza que empieza a crecer con ella, una que tantea como con la punta de los dedos la posibilidad de revivir esa noche que ella tampoco olvidó y de hecho buscó muchas veces más de las que ha sido capaz de aceptar, incluyendo esa última que vivió con su novio.

Claro que esa voz no pensaba en Ashton, ni en Judy, ni en ningún apellido relevante en el mundo de la arqui