Se removió incómoda cuando sintió que algo le retumbo en la cabeza. Se saboreo la saliva y solo bostezo ampliamente escuchando como una vibración en la cama donde al lado de una Ava profundamente dormida se encontraba. Parpadeó casi calculadamente intentando entender que estaba pasando con su cuerpo y como se movía el mismo, metiendo las manos bajo la almohada para sacar el celular cuando de nuevo vibró.

Tuvo que sentarse en la orilla y solo se quedó unos segundos percibiendo un mareo profundo en todo su ser por lo que cerró los ojos. Dio un brinco y despertó de esa siesta que de pronto le apagó el sistema cuando el equipo en su mano empezó a sacudirse. Con ojos entrecerrados aceptó la llamada.

—Hola—su voz apenas se entendió.

—Abejita—suspiró de forma pesada, tomándose la cabeza—hola—la risa de Ashton la hizo arrugar el rostro—no me digas que estabas dormida

—De hecho, si—bostezo de nuevo—hola.

—Hola abejita fiestera, ¿Cómo estás?

—Con dolor de cabeza y apenas despierta—señaló suave.