II
CAMBIO DE ÉPOCAEra el año dos mil ochenta y en los laboratorios del doctor
Burton Miller se escuchaban murmullos, que progresivamente se convirtieron en voces hablando entre sí:
–Esto es lo más grande que jamás se ha realizado en la historia de la ciencia.–¡Vamos, apúrate!, Miller no está aquí. Tenemos que idear la forma de llevarnos la máquina. –La única opción que tenemos para apropiarnos delinvento es deshacernos de él. Lo he pensado mucho durante este último año.
Me hallaba en el interior de Génesis, nombre con el que
bauticé a la nave, y pude escucharlos hablar. La nave se activó involuntariamente, al menos así lo creí en ese momento, y en segundos estaba viajando hacia épocas primitivas. Es aquí cuando ráfagas de luz me envolvieron a velocidades increíbles, en las que pude percibir la rotación de miles de cuerpos celestes que dominaban aquel universo paralelo que recorría caminos al cambio del tiempo. Se formaban armonías hermosas que develaban mi alma salvaje y oscurecían mi mente. Sentí como si mi espíritu estuviera encerrado dentro de un cuerpo desechable, que finalmente soy
yo en este cuerpo y tal vez esté en otro en algún momento.Como yo, cada ser de distintos universos quedaban atrapados en cuarzos, volviéndose estos imágenes y proyecciones humanas. Llegaban a distintos planetas sin saber quiénes son ni por qué existe ese gran vacío en ellos; ignoran que su largo sueño es la causa de su olvido. Comienzan a desmemoriarse, siendo personas comunes. Algunos de los más antiguos en ser liberados de sus piedras se vuelven creadores para los recién llegados. Les envían mensajesformados en las nubes de las selvas ancestrales, en las piedras dispersas de las cordilleras, en los valles recónditos de pueblos lejanos, en continentes aún en formación. Todo esto para que entiendan lo efímero de las imágenes que pasaron por mi mente. Después de aquel viaje tan revelador, caí en un tiempo antiguo, donde los hombres que aún habitaban esa tierra mantenían en su alma la pureza de las fieras más salvajes. Corría el año dos mil ochenta y cinco; ya habían pasado cinco largos años de la desaparición del Dr. Burton.Frente a una computadora se encontraba Eva, una bella joven, al parecer llevaba mucho tiempo buscando la clave que le permita acceder al programa de creación de Génesis. Se sentía muy cansada pero sólo le importaba encontrar a su padre, quien había desaparecido en el tiempo sin que se sepa el lugar de su destino.
Charts Ferwins y David Brindel, alumnos míos, le habían narrado lo que sucedió con aquella nave. Sin embargo, obviaron mencionar que todo esto fue causa de un intento de robo que ellos mismos quisieron perpetrar muycuida dosamente. Eva era mi hija, quien buscando cualquier pista por pequeña que fuese anhelaba encontrarme sin importar donde estuviera. Charts y David no eran de confiar, pero ella los necesitaba para construir una réplica de Génesis.Una tarde, sentada en el sofá de su departamento, situado en el piso más alto de un edificio en el centro de una montaña, Eva observaba fotografías de nosotros juntos. El lugar era pequeño pero acogedor. Le encantaba aquel lugar, ya que tenía impregnado todos los recuerdos de su infancia; nos fascinaba pasear juntos por la pequeña jungla que había en la montaña cercana. Era una costumbre que tenía desde siempre, incluso desde antes que su madre muriera; paseaba orgulloso con mi bella esposa cogidos de la mano.
Imaginábamos entre bromas, cómo sería vivir en un universo donde sobrevivir sólo sea posible con lo que nos brindara la naturaleza. Gracias a este recuerdo de infancia, Eva comenzó a hilar ideas sobre mi paradero.
Trataba de verme sentado en ese sofá, leyéndole historias como cuando solía hacerlo antes de dormir.Una de ellas siempre le había conmovido. Hablaba de una mujer muy joven y hermosa que esperaba una criatura. Ella estaba felizmente casada con un científico. El destino le dio un golpe muy fuerte, ya que la bella mujer cayó gravemente enferma, falleciendo el mismo día que dio a luz. Su padre bautizó a la niña recién nacida como Eva, en recuerdo a su madre que perdió la vida por traerla al mundo.Desde los actos más simples, como el nacimiento de pequeños renacuajos en un charco de lluvia o las semillas germinando gracias al rocío en un atardecer, la idea de buscar el origen de la vida en nuestra
propia naturaleza es muy importante, por lo que volver a un estado primitivo es necesario para poder apreciar a la tierra inacabable en su esencia pura, como la de un abrazo. Todo era ciencia y mediante ella, Eva y yo entendimos que para unirnos a esa vida que se expresaba en todos los seres vivos, teníamos que volcar nuestra atención a un tiempo anterior al nuestro–¡Claro! Qué tonta he sido, estuvo frente a mí todo el tiempo. ¡Esa es la clave secreta que mi padre dejó y no pude darme cuenta! Tristán, piensa en esto: ¿qué es lo más importante a nivel científico que mi padre quería estudiar?¿Qué le hubiera encantado descubrir? ¡Aquel origen profundo de la vida del que siempre me contaba! ¿Sabes lo que mi nombre significa?Tristán la miró sin entender nada, sus ojos perdidos acompañados con el movimiento de su cabeza daban a entender que estaba analizando la situación. Al rato, tomó aire y se expresó con un ¡UHAU! ¡UHAU!, moviendo la
cola de un lado para el otro.–¡Sí! Claro que sí, la respuesta a todas mis preguntas es una sola. La clave está en lo único inacabable y eterno. ¡La vida es el secreto! Podré empezar por fin la búsqueda, y debo construir una nueva y mejorada máquina del tiempo.
¡Vamos Tristán, tenemos que entrar en el programa “Buscando el origen” del que hablaba mi padre!
Cogió la computadora y comenzó a indagar en diversosarchivos que tenía en el sistema. Una vez encontrado, insertó la clave. Al ver que era correcta dio saltos de alegría.
–¡Sí! Lo sabía, te lo dije Tristán, te lo dije.El perro también dio un salto de alegría al ver a su dueña contenta, soltando fuertes ladridos y moviendo la cola.
–Por fin tenemos los planos para construir nuevamente el gran invento de mi padre.Eva comenzó a trabajar con fórmulas, medidas y los elementos necesarios para la construcción de la nueva máquina del tiempo. Mientrastanto, Charts Ferwins y David Brindel se encontraban en los laboratorios Miller, elaborando la base sólida que sería la estructura de Génesis II. Tendrían que utilizar titanio, un material muy sólido y resistente
al calor, perfecto para trabajar con aleaciones.Ellos estaban informados de la aparición de la clave,
pero Eva dudaba si confiar o no en los dos; por lo que optó
por no entregarles los planos de la última etapa de construcción ni tampoco la clave para el programa. Sin embargo, ella los necesitaba ya que eran los únicos que habían
profundizado en los estudios de su padre desde que inició el programa “Buscando el origen”.Charts Ferwins era un hombre de unos treinta y cinco años de edad, aunque aparentaba unos cuantos menos. Llevaba la expresión de una persona fría y sin escrúpulos,con una mirada seria y una sonrisa retorcida de medio lado, apariencia deportiva y una voz que imponía mucho respeto. En cuanto a David Brindel, tenía la misma edad queCharts pero aparentaba tener muchos más. Su expresión era tranquila y pensativa. Usaba anteojos de medida, con textura delgada y de pocas palabras.Sus ideas e inferencias se realizaban casi siempre, debido a que tenía una inteligencia que lo distinguía del promedio.–David, tenemos que apropiarnos de esos planos y de ser posible de la clave secreta también. Para finiquitar el asunto y no dejar evidencias, acabaremos con la hermosa señorita Miller.
–No te apresures Charts, cálmate y enfría tus neuronas.Si matamos a Eva Miller, tarde o temprano su padre nos encon trará ya que él cuenta con la Génesis original. Lo que tenemos
que hacer es ganarnos su confianza y ayudarla a terminar la máquina. Una vez terminado el trabajo, viajaremos juntos enbusca de su papito querido. Si todo sale tal cual, terminaremos con la vida de Burton y Eva Miller. No hay otra manera de apropiarnos absolutamente del grandioso invento.–¡Sí! Tienes mucha razón. Tal vez sólo por diversión también mate a su mugroso perro –se miraron el uno al otro, dejando salir sus risas enfermizas.
Por otro lado, Eva tenía ya en mente el lugar cronológico donde comenzaría su búsqueda: Podría buscarlo en el año dos mil ochenta, justo antes de que desaparezca en el tiempo. Pero podría perder todo lo estudiado en otra época. Ade más, se encontraría con ella misma cinco años más joven, lo cual podría causar su autodestrucción molecular; la teoría científica indica que dos cuerpos con moléculas idénticas al encontrarse en una misma dimensión se fusionan, mutan y se autodestruyen por incompatibilidad atómica.La única manera de iniciar la búsqueda sería en la época exacta donde la programación desde dentro de la nave seactivó por accidente, y sumarle los cinco años transcurri dos. El anhelo de Eva de viajar junto a su padre a una épocaprimitiva era quizá la razón por la que nos volveríamos a encontrar. Felizmente faltaban sólo los últimos detalles; elproceso, fabricación y montaje de la nueva nave duró aproximadamente un año, en el cual Charts y David se ganaronla confianza de Eva gracias a la buena fe demostrada y su voluntad por la causa que unía aparentemente a los tres: encontrar a Burton.–Señorita Eva, hemos terminado de construir la estructura del Génesis II. No se nos ha escapado ningún detalle –interrumpió David Brindel.–Me parece perfecto. Por mi parte, tengo avanzado el temporizador de cambio, sólo me faltaría terminar con el amplificador de velocidad para así poder cambiar de dimensión. Recuerden que debemos romper la barrera del tiempo llegando a viajar con la rapidez de la luz –explicó Eva Miller.–David y yo queremos saber si nos permitiría viajar con usted al lugar en el tiempo donde buscará a su padre –
dijo Charts, aprovechando la confianza que habían logrado.
–Bueno, lo he estado pensando mucho y creo que lo mejor será que los tripulantes para este importante viaje seamos David, Tristán, yo y, por supuesto, tú Charts.
–Gracias señorita Miller, nosotros estamos muy comprometidos con esta búsqueda, ya que estimamos mucho a su padre por haber sido nuestro maestro.–Me encanta saber eso. Ahora ayúdenme a finalizar el amplificador y el temporizador a toda prisa –afirmó Eva, quien siguiendo las indicaciones de la computadora, trataba de construir cuanto antes la Génesis II.
–Ahora necesitamos la clave del programa, de esa manera podríamos avanzar con el ensamblaje.–Escúchenme ustedes dos; cuando mi padre desapareció en el tiempo desconfié de ustedes.Muchos quisieran robar el invento de mi padre; sin embargo, los necesitaba para la búsqueda, y ese es el motivo por el que nunca les di ni la clave secreta ni los últimos planos de construcción.Charts Ferwins y David Brindel se miraron atónitos.Sus rostros tenían una expresión ridícula y parecían sentirse desnudos en mitad de un escenario, sin tener como esconderse de la enorme multitud que los hostigaba con risas y mofas. Eva continuó diciendo:
–Pese a todo debo reconocer que he estado equivocada ya que ustedes han demostrado cariño por mi padre y se han ganado mi confianza. Aquí tienen la clave y los últimos planos. No habrá más secretos y compartiremos todo de ahora en adelante.
Los ojos de Charts y David inconscientemente giraron
hacia la izquierda. Si les hubiera pedido que contaran con lujo de detalles la historia de la desaparición de su padre, hubiera
sido sencillo darse cuenta de la mentira. Tristán lanzó un amargo ladrido en señal de protesta, pero ella solo lo acarició sin entender su mensaje (el ser humano que recuerda deja ir la mirada hacia la derecha, pero al inventar, crear o mentir usa la parte izquierda de su cerebro, orientando la mirada hacia esa dirección). Eva ignoraba todos estos detalles, aun así las expresiones de ambos eran notorias. El plano y la clave eran para Charts y David suculentas paletas de caramelo que, cual niños, habían esperado por tanto tiempo.–Vamos Tristán, debemos de terminar de ensamblar esta nave lo más rápido posible. Mi padre nos espera en algún lugar.Eva se retiró a su departamento dejando solos a Charts y David, quienes se miraban sonriendo y abrazándose después en señal de triunfo.–Te lo dije Charts, el plan tenía que dar resultado. Al ganarnos su confianza todo es mucho más sencillo para lograr nuestro objetivo.
–Tu plan ha sido perfecto. Ahora debemos encontrar a Miller donde quiera que esté y enviarlo junto a su hija y su pulgoso perro a conocer el infierno.Sirvieron dos copas de un fino licor e hicieron un brin dis por su triunfo.–Este licor es muy bueno. Pronto tendremos la canti dad que nos venga en gana, porque ahora somos dueños
del invento más grande de toda la historia.
–Estoy seguro de que así será Charts, pero debemos ser muy cuidadosos con el plan. Primero matemos al doctor
Miller y luego viajemos nuevamente en el tiempo para eli minar a sus padres antes de que lo hayan engendrado, así no quedará rastro de su existencia.-Realmente me sorprende tu malicia David, lo tienes todo perfectamente calculado. Hasta temo que también quieras deshacerte de mí.–Jamás pasaría eso por mi cabeza, ¿qué haría yo solocon el éxito sin tener a un amigo que comparta mis planes?
Nos conocemos desde que te encontrabas en la cuna y yo
en la incubadora. Crecimos y estudiamos juntos, conoci mos a nuestras mujeres en la misma universidad, nos casamos en la misma iglesia y hasta enviudamos en el mismo
accidente. Nos aferramos a la posibilidad de cambiar la historia y así conocimos al doctor Burton Miller. Hemos soñado con esto desde que descubrimos su excelente idea de volver en el tiempo. El programa “Buscando el origen”es nuestro tesoro compartido, nunca te quitaría ese derecho. Si hay en esta vida algo que respeto es nuestra amistad.Eres la única persona a quien no mataría por lograr mis propósitos.David se encontraba motivado y luego de darle un abrazo a su amigo, alzó la copa diciendo:–Esto es por nuestra amistad y porque el plan de ganar la confianza de la señorita Miller ya está concluido. ¡Salud!
–¿Crees tú que deberíamos llevar algún arma en espe cial por si se encuentra en el futuro?–interrumpió Charts.–La señorita Miller tiene la fecha exacta donde lo buscaremos, así que será difícil saberlo antes.
–Es cierto, apenas nos informe de la fecha, llevaremos el arma perfecta para matar a toda la familia Miller.Sin sospechar nada al respecto, Eva se encontraba en su departamento hablando tranquilamente con su mascota.–Sabes Tristán, estoy realmente contenta de que me haya equivocado con respecto a David y Charts, lo admito, son personas raras, pero son buenos.Tristán dejó salir un gemido como si se lamentara de lo que su dueña decía. Puso las patas delanteras encima de su hocico, algo frustrado.
Eva estaba concentrada en el cálculo exacto para llegar al momento en que su padre viajó y luego sumarle los cincoaños transcurridos con los meses, horas, minutos, sesegdos y milésimas de segundo que habían pasado desde aquel
entonces. De encontrarlo antes o después en un tiempo paralelo en ambas dimensiones, existía la posibilidad de que usase la nave y me encontrase a mí mismo, causando teóricamente una autodestrucción molecular por la fusión de las mismas. Eva sabía que sólo se trataba de una teoría, pero decidió tomar todas las precauciones.Poco tiempo después, junto a David Brindel y Charts Ferwins, culminaron el ensamblaje de Génesis II, dándole nuevamente vida al proyecto “Buscando el origen”, que años atrás había iniciado Burton Miller basándose en la Teoría de la Relatividad de Einstein y en algunos estudios sobre los agujeros negrosESCENA IIIÉPOCAS PRIMITIVASSe oyó un grito en la jungla, seguido por un rugido espeluznante. Una bestia hambrienta tenía acorralada a la pequeñaMia, quien gritaba con todas sus fuerzas.–¡Auxilio, auxilio, por favor, alguien ayúdeme!Afortunadamente no andaba lejos y pude oír de inmediato a la niña.–¡Mia! ¿Dónde estás? –grité con todas mis fuerzas.La niña volvió a dar un grito de auxilio y corrí de inmediato.–No te muevas –le dije con voz serena.Trepada en lo alto de un roble seco, que estaba a puntode ser quebrado por la fiera, la pequeña se aferraba a la vida. Quedé anonadado por el impresionante porte del animal:patas enormes, garras perversas, músculos poderosos entodo el cuerpo, acompañados de una mirada asesina y col millos tan afilados que podrían partir a un caballo de unasola mordida. Miré a la niña con rostro empalidecido y sentí como si alguien cogiera mis pies y los atara contra el suelo. Mi cue
ESCENA IVEL ZATARAMe acostumbré a vivir en aquel tiempo, fortaleciendo vínculos con Saabu y la pequeña Mia. Junto a ellos aprendí a reconocer aquel estado primario de las cosas. Una mañana estábamos trabajando en la construcción de una balsa, sirviéndonos de un enorme tronco que habíamos halladoen una caminata buscando alimento. Nos valíamos única mente de piedras con filo para tallar aquella madera tanrobusta. Algunas técnicas que usaba Saabu para elaborar la balsa, así como la habilidad que tenía Mia para aprender de nosotros, me sorprendió mucho. Les había prometido enseñarles a navegar cuando todo esté listo, y así poder atrapar algunos peces que abundaban en ríos lejanos, ya que teníamos algunas redes que días atrás habíamos tejido con lianas y fibras vegetales.–Podremos conocer miles de lugares nuevos: bosques, montañas y llanuras de diferentes tipos. Daremos a conocernuevas especies a la aldea explorando el mundo con esta balsita. Y si ten
. ESCENAVRETORNO A LA ALDEAHabían pasado ya algunos días, mientras nos alejábamos de lo que identifiqué como la Siberia Oriental. Para entonces, seguíamos viajando por mares helados rumbo a la aldea.Zatara fue un fiel compañero en la travesía por los mares calmados de fin del mundo, donde las aves parecían mudarde nido sin ser temporada por sólo querer estar acurruca das en sus mansas aguas. Una de esas tardes, Saabu mehabló algo preocupado:–Señor Burton, tenemos un problema.–¿Qué ocurre?–Ya es de noche y el cielo está muy nublado, lo que me impide ver las estrellas.–Ya entiendo, ¿no puedes guiarte por las constelaciones como te enseñé?–Sí, ahora ellas me indican hacia dónde está el norte, elsur, el este, el oeste y al no poder verlas temo que podríamos terminar perdidos, además las provisiones se están agotando.Su preocupación era muy justificada. Los remotos paisajes me distrajeron y no pude prevenir t
ESCENA VIENCUENTRO DE DOS ÉPOCASSentía la presencia inminente de mi hija. En el tiempo enque me encontraba, yo podía intuir muy bien que las casualidades no existían y que aquella nave, tan parecida a la queme trajo, estaba aquí con una razón muy específica: encontrarme.–Realmente funcionó, Tristán dijo Eva los temporizadores indican que hemos llegado a tiempos muy salvajes.–Es cierto Charts, hemos logrado cambiar de época–afirmó David.–Tenemos que apagar la nave –le respondió.Afuera los aldeanos se encontraban muy atemorizados, sabiendo que dentro de esa extraña luz llegaban personas de otros mundos, por desconocer el propósito de aquellas visitas. En un momento, la compuerta de la Génesis II se abrió dejando ver a una extraña criatura cuadrúpeda quelanzaba sonidos extraños contra ellos.–Es Tristán –grité con emoción.–¿Tristán? –preguntó Saabu, quien no tenía idea de lo que era aquel ser.–¿Qué es
SEGUNDA PARTEESCENAIREGRESIONESMi nombre es Burton Miller. Nací en una ciudad cuyo nombre no revelaré,ya que no tengo la certeza si realmente fue ahí donde comenzó todo. Tengosueños que aparentemente son recuerdos; quizá fui un gran científico queinventó una nave llamada Génesis para viajar en el tiempo. Como resultadofui cuentista en otra época y mis historias encantaban a muchos sin saber queeran mis propios recuerdos. Tal vez tuve muchos nombres, entre los que están“Fortunato”, un hombre que se convertía en lobo; “Benedicto Bendón”, quefinalmente terminó siendo un monstruo, pero en un momento de lucidezdecidió lanzarse a un volcán encendido. Quizá fui un príncipe y muchas cosasmás que no creo correcto contar.Esta mañana mientras alimentaba a mis animales, pajarracos negros a los que llamábamos por estos lugares“
ESCENAIIEL ESCLAVOAlrededor de la medianoche cerré la puerta con llave y medispuse a dormir una siesta, ya que me esperaba un día dearduo trabajo. De pronto las ventanas de mi habitación seiluminaron y un fuerte rugido en el cielo sacudió los vitrales; no podía ser una tormenta eléctrica ya que no era temporada, pero decidí no prestar atención y en medio deruidosos truenos y destellantes relámpagos intenté dormir, mirando fijamente el techo de mi dormitorio y tratan do de no distraerme con nada para que mi mente se pongaen blanco, tal como me enseñó una bella chica con la quecompartí mi período en la universidad. Logré quedarmedormido por unos minutos, hasta que el resonar de lostruenos me desconcentró nuevamente. Desperté de golpey noté que grandes olas venían hacia mí. Las regresioneshabían vuelto y ahora me encontraba en alta mar en
ESCENAIIILICANTROPÍAEsta vez desperté dentro de una cueva obscura. Fuera deella, no muy lejos, muchos aldeanos me buscaban paramatarme. Mis recuerdos de ese entonces no me permitíansaber el porqué, lo único que recordaba era que mi nombrerespondía al de Fortunato, y fui fusionado con un lobogracias al dios creador.Sin embargo, los recuerdos de otras vidas estaban frescos en mi mente. Y sabía que míticamente, la licantropía eraun estado sobrenatural y lograba que las personas puedantransformarse en lobos. El hombre lobo, también conocidocomo licántropo, era una criatura legendaria presente enmuchas culturas del mundo. Algunos creen que éste es el másuniversal de todos los mitos y hasta en nuestros días, muchagente cree en la existencia de estos seres. Al tanto de esto, medi cuenta que todas las caracterís
ESCENAIVEL NIGROMANTEDesperté esta vez en mitad del campo, donde no había másque tranquilidad por ese entonces. Era un domingo por lamañana, casi el mediodía, cuando un fuerte golpe se escuchó en la puerta de madera. Por la intensidad de los bastonazos inmediatamente intuí que se trataba de una emergencia, por lo que acudí al llamado rápidamente. Al abrir la puerta, me encontré con un hombre de aspecto muy antiguo, aproximadamente unos setenta años de edad, parecido a un nigromante al que recordaba cuando en una de misregresiones viví en el África.–Dígame, ¿qué sucede? –pregunté.El hombre tenía toda la apariencia de un médico brujo,quizá con conocimientos de magia negra. Sin decir una solapalabra, se dirigió hacia la chimenea de la casa y cogió conmucho cuidado los restos de aquel librito que días anteshabía tirado al fuego. Su aspecto era desordenad