James estaba al lado de su mejor amigo acariciando su pelo y viendo como este dormía. Después de tanto batallar lo consiguió. Nadia estaba en la cocina haciendo algo de comer para James, Michael y ella... bueno más para ella. El teléfono sonó, pero él no le tomó importancia porque después de dos toques no volvió a sonar. Suspiró cerrando los ojos un momento, hasta que sintió a alguien correr por el pasillo. Nadia entró a la habitación bastante agitada y James frunció el ceño con preocupación.
— ¿Qué pasa? — preguntó, en un susurro—. ¿Michael está bien?
— Alguien en el teléfono dice que quiere hablar con Damián, dice que sabe quién tiene a Charlotte —contest&oa
— Veo que tienes bastantes agallas —dijo Harry, acercándose a él, sin temor alguno.— ¿Dónde está Charlotte? —preguntó, sin rodeos.— Tu ex- sumisa está esperándome desnuda en la habitación. Ahora entiendo por qué la amas tanto. Es tan candente en la cama y tan inocente —frunció la frente, y miró a Damián con aire de superioridad—. Sabes, siempre tienes a las mejores sumisas contigo, eso es algo que me tiene realmente fascinado— Eso es mentira, tú la obligaste a hacerlo contigo a la fuerza. Eres asqueroso. ¿No te cansas de joderme la vida Baker?— Sabes que me encanta todo lo que tienes y Charlotte no es la excepc
Habían pasado tres meses completos desde que Charlotte estaba en coma, Damián en ningún momento perdía la fe de que su bebé despertará de su profundo sueño. Así como había pasado el tiempo, con eso llegó el esperado juicio en contra de Harry Baker.Todos estaban en el lugar donde se estaba realizando el juicio, todos estaban al pendiente del veredicto del jurado y del juez.Judith, quien ya no tenía el collar de perro, estaba junto con Luck, Damián estaba acompañado de su mejor amigo y de Nadia quien sí tenía un collar muy hermoso en su cuello.— El jurado ha llegado a un veredicto —anunció el policía, cuando todos los del jurado le entregaron un papel al juez.
Charlotte fue dada de alta. Había pasado una semana desde que había despertado y Damián estaba a su lado. No estaba muy contenta de ir con él, ya que no lo conocía o al menos su mente no procesaba algún recuerdo de este todavía. Pero otra parte de ella le decía que era bueno y nada le pasara. Subieron al auto, sin decir una palabra. Damián comenzó a conducir hacia su casa con Charlotte nerviosa, algo que era normal en el comportamiento de la chica.— ¿Cuál es su nombre? —preguntó nerviosa.— Damián Walter —respondió, con la vista al frente.— ¿Hacia dónde vamos? —indagó, con voz preocupada.— Vamos a nuest
Damián despertó al oír a su despertador sonar a sí que lo apagó de mala gana, pero vio una cabellera castaña en su pecho y un brazo que lo tenía muy bien sujetado de la cintura como si no quisiera que él se vaya de su lado. Río con gracias, ya que a lo mejor Charlotte lo llamó la noche anterior y él no despertó, por eso ella una vez hizo cambio de roles, y aprovechó que tenía el sueño pesado.Acarició su cabello con suavidad, recordando los buenos momentos que pasó con Charlotte. Cuando la conoció, aceptó ser la niñera de su hijo, sin saber que había segundas intenciones, cuando le quitó la virginidad y supo que tenía que tener mucho cuidado con ella, y cuando le dijo que lo amaba.De alguna
Por más que trató de prestar atención en el trabajo, Charlotte se la estaba poniendo difícil.Su hijo lo llamó minutos antes de que si no lo llevaba con su madre de regreso, iba a matar a uno de los niños de la escuela, porque estaba harto de estar en clases, comer, dormir y volver a la misma rutina de siempre.Era un alfa, es más que obvio se iba a imponer.— Dime —contestó Damián, irritado.— Señor Walter, lo busca el oficial Jonás —comunicó Clara, por el teléfono, ya que lo tenía en altavoz.— Sí. Dile que pase —mandó, soltando un suspiro y colgando el teléfono.
Charlotte despertó por unos golpes que sonaban en la puerta, así que abrió los ojos con pesadez y bufó. — Está abierto — se sentó en la cama, pasándose las manos por el rostro.— Ya tienes que ir a la universidad —dijo Damián, entrando—. Yo te llevaré hoy —anunció, ajustando su corbata, y Charlotte asintió.— Está bien, gracias —se levantó de la cama.— Te espero abajo —salió de la habitación y ella quería que Damián le diera un beso, solo uno.Se dio una ducha, escuchó que la puerta estaba abierta, por unos minutos pensó que se trataba de Damián, pero él no entró al baño y los pasos que escuchaba en el piso, eran delicados, hasta que ya no escuchó nada. Movió su cuello, contando hasta diez por si alguien entraba, gritar y matarlo. Primero su vida antes que la de cualquier persona. Envolvió una toalla alrededor de su cuerpo, salió del baño y se encontró con un niño, el cual tenía los brazos cruzados y la misma mirada de alfa dominante que tenía su padre.— Mi papá me dijo que no tie
— ¿Ya se va, señor? —preguntó uno de sus trabajadores. — Sí, ya me voy —respondió Harry—. Nos vemos en la noche, tengo cosas que resolver —cerró la puerta. Tomó las llaves de su auto alquilado, ya que ni podía tener uno propio en ese momento. Llegó al parque donde estaría, la inocente Charlotte esperándolo en el mismo lugar de siempre y no se equivocó en lo absoluto, puesto que estaba sentada en la misma banca de siempre. Desde que regresó, lo primero que había hecho era investigar todo sobre ella, para no perderla de vista, todo estaba saliendo tal y como quería. — Hey...—saludó abrazándola, y aspirando su olor. — ¿Qué tal? — Estoy bien, ¿y tú? —preguntó fingiendo interés. — Estoy bien, hasta ahora —sonrió la humana. — Aún no voy a dejar de decirte que eres muy hermosa —acarició el rostro de Charlotte. — Gracias. ¿Te puedo hacer algunas preguntas? —preguntó tímida. — Sí, hazla sin miedo —se encogió de hombros. Tenía que mostrarse lo más interesado posible en las cosas que el
Damián devoraba los labios de la humana con fervor, su lengua exploraba cada parte de la cavidad bucal de esta. Charlotte tenía sus manos en el cuello de Damián para profundizar el beso. Tomó las caderas de la chica para levantarla y que ella colocará sus piernas en la cintura de él. Comenzó a caminar, pero antes cerró la puerta con seguro para que nadie los interrumpiera.Llegó al escritorio, donde tiró todo lo que estaba en este, para colocar a Charlotte sobre este. Se despegó de sus labios para mirarla a los ojos. Esa mirada en sus ojos que tanto había extrañado y que ahora la tenía para él.«Trátala bien, nada de ser brusco con ella si no quiere»«Estoy haciendo todo lo que mi h