Ya habían pasado dos días desde que Charlotte había desaparecido. Damián estaba más histérico que nunca y James tenía ganas de matarlo cada vez que se ponía así. Desde que desapareció, Damián en ningún momento ha soltado el collar que le regaló con la esperanza de que Charlotte cruzara por esa puerta y le dijera que nunca se fue. Unas lágrimas rebeldes podían salir de sus ojos en cualquier momento, pero él rápidamente subía la cabeza para que estas no salieran. Tiró otra vez una botella de Whiskey a la pared y esto hizo que James lo miraba enojado.— Damián, debes de tranquilizarte, por favor así no conseguirás nada —expresó James, agarrándolo de los hombros—. Michael te necesita, es tu hijo también.— Tú no entiendes, yo la amo, si algo le pasa me muero — reveló, llorando por primera vez en mucho tiempo—. Ahora entiendo por qué mi hijo la quiere tanto.—Ay, mi amigo, estás enamorado —lo abrazó con algo de fuerza—. Tienes que mostrarte fuerte, porque Michael deseará verte en cualquier
James estaba al lado de su mejor amigo acariciando su pelo y viendo como este dormía. Después de tanto batallar lo consiguió. Nadia estaba en la cocina haciendo algo de comer para James, Michael y ella... bueno más para ella. El teléfono sonó, pero él no le tomó importancia porque después de dos toques no volvió a sonar. Suspiró cerrando los ojos un momento, hasta que sintió a alguien correr por el pasillo. Nadia entró a la habitación bastante agitada y James frunció el ceño con preocupación.— ¿Qué pasa? — preguntó, en un susurro—. ¿Michael está bien?— Alguien en el teléfono dice que quiere hablar con Damián, dice que sabe quién tiene a Charlotte —contest&oa
— Veo que tienes bastantes agallas —dijo Harry, acercándose a él, sin temor alguno.— ¿Dónde está Charlotte? —preguntó, sin rodeos.— Tu ex- sumisa está esperándome desnuda en la habitación. Ahora entiendo por qué la amas tanto. Es tan candente en la cama y tan inocente —frunció la frente, y miró a Damián con aire de superioridad—. Sabes, siempre tienes a las mejores sumisas contigo, eso es algo que me tiene realmente fascinado— Eso es mentira, tú la obligaste a hacerlo contigo a la fuerza. Eres asqueroso. ¿No te cansas de joderme la vida Baker?— Sabes que me encanta todo lo que tienes y Charlotte no es la excepc
Habían pasado tres meses completos desde que Charlotte estaba en coma, Damián en ningún momento perdía la fe de que su bebé despertará de su profundo sueño. Así como había pasado el tiempo, con eso llegó el esperado juicio en contra de Harry Baker.Todos estaban en el lugar donde se estaba realizando el juicio, todos estaban al pendiente del veredicto del jurado y del juez.Judith, quien ya no tenía el collar de perro, estaba junto con Luck, Damián estaba acompañado de su mejor amigo y de Nadia quien sí tenía un collar muy hermoso en su cuello.— El jurado ha llegado a un veredicto —anunció el policía, cuando todos los del jurado le entregaron un papel al juez.
Charlotte fue dada de alta. Había pasado una semana desde que había despertado y Damián estaba a su lado. No estaba muy contenta de ir con él, ya que no lo conocía o al menos su mente no procesaba algún recuerdo de este todavía. Pero otra parte de ella le decía que era bueno y nada le pasara. Subieron al auto, sin decir una palabra. Damián comenzó a conducir hacia su casa con Charlotte nerviosa, algo que era normal en el comportamiento de la chica.— ¿Cuál es su nombre? —preguntó nerviosa.— Damián Walter —respondió, con la vista al frente.— ¿Hacia dónde vamos? —indagó, con voz preocupada.— Vamos a nuest
Damián despertó al oír a su despertador sonar a sí que lo apagó de mala gana, pero vio una cabellera castaña en su pecho y un brazo que lo tenía muy bien sujetado de la cintura como si no quisiera que él se vaya de su lado. Río con gracias, ya que a lo mejor Charlotte lo llamó la noche anterior y él no despertó, por eso ella una vez hizo cambio de roles, y aprovechó que tenía el sueño pesado.Acarició su cabello con suavidad, recordando los buenos momentos que pasó con Charlotte. Cuando la conoció, aceptó ser la niñera de su hijo, sin saber que había segundas intenciones, cuando le quitó la virginidad y supo que tenía que tener mucho cuidado con ella, y cuando le dijo que lo amaba.De alguna
Por más que trató de prestar atención en el trabajo, Charlotte se la estaba poniendo difícil.Su hijo lo llamó minutos antes de que si no lo llevaba con su madre de regreso, iba a matar a uno de los niños de la escuela, porque estaba harto de estar en clases, comer, dormir y volver a la misma rutina de siempre.Era un alfa, es más que obvio se iba a imponer.— Dime —contestó Damián, irritado.— Señor Walter, lo busca el oficial Jonás —comunicó Clara, por el teléfono, ya que lo tenía en altavoz.— Sí. Dile que pase —mandó, soltando un suspiro y colgando el teléfono.
Charlotte despertó por unos golpes que sonaban en la puerta, así que abrió los ojos con pesadez y bufó. — Está abierto — se sentó en la cama, pasándose las manos por el rostro.— Ya tienes que ir a la universidad —dijo Damián, entrando—. Yo te llevaré hoy —anunció, ajustando su corbata, y Charlotte asintió.— Está bien, gracias —se levantó de la cama.— Te espero abajo —salió de la habitación y ella quería que Damián le diera un beso, solo uno.Se dio una ducha, escuchó que la puerta estaba abierta, por unos minutos pensó que se trataba de Damián, pero él no entró al baño y los pasos que escuchaba en el piso, eran delicados, hasta que ya no escuchó nada. Movió su cuello, contando hasta diez por si alguien entraba, gritar y matarlo. Primero su vida antes que la de cualquier persona. Envolvió una toalla alrededor de su cuerpo, salió del baño y se encontró con un niño, el cual tenía los brazos cruzados y la misma mirada de alfa dominante que tenía su padre.— Mi papá me dijo que no tie