Se me queda mirando, pero no dice absolutamente nada, ni una sola palabra, solamente me mira sin verme, como si le estuviera dando vueltas al asunto dentro de su cabeza. Está devastado, no hace falta conocerlo mucho para darse cuenta de ello. La sonrisa que hace unos minutos no se le quitaba del rostro, ahora ha desaparecido por completo.-Alex –le llamo para captar su atención- habla conmigo-Ingrid, ella ha… ella ha obtenido la custodia de los bebésEn cuanto escucho sus palabras mi cuerpo se congela completamente. No sé qué decir, qué hacer. Solo puedo pensar en ellos, en esos pequeños que se han ajustado a estar con su padre que es quien los conoce, quien sabe lo que les sucede con solo verlos.Pienso en mí, en todo el cariño que les he tomado. Sé perfectamente bien que no soy la madre, que no los tuve en mi vientre durante nueve meses, pero los he cuidado como si fueran míos y lo seguiría haciendo sin dudarlo.¿De qué forma a podido esa chica conseguir que el juez le diera
Tal y como se lo había prometido, al día siguiente, acompañé a Alex al parque con los gemelos para entregárselos a Ingrid. Estoy sentada en un banco viendo con dolor cómo él está jugando con los pequeños en la caja de arena. Los ama tanto ¿Cómo alguien es capaz de hacer esto solo por venganza? Noto cómo la tristeza habita cada vez más en los ojos de Alex, intenta disimularlo, pero lo conozco, jamás lo había visto así de decaído. Debe sentir que le quitan un pedazo indispensable de él.Traté con todas mis fuerzas de convencerlo ayer de que él no tenía la culpa de nada de lo que estaba sucediendo, pero creo que no lo logré con éxito, en el fondo, él piensa que es el culpable, que es un mal padre por no haber podido evitar que se los quitaran.Quiero distraerlo, pero no sé qué pueda decirle para ello, ahora mismo solo está concentrado en sus niños y lo veo como lo mejor que puede hacer.Solo es por un fin de semana, pero sé que se le hará eterno. Desde que nacieron ha estado con ello
El resto del día nos lo pasamos sin sombra en la casa. No sabíamos qué hacer, mi cabeza me hacía escuchar los llantos de los gemelos a cada rato solo para recordar que era imposible porque no estaban ahí con nosotros. La calma nos estaba matando lentamente. Estuvimos un buen rato sentados en el sofá del salón principal mirando la tele sin verla realmente. Mis ojos estaban perdidos en el abismo al igual que los de Alex, probablemente pensando en alguna forma de recuperarlos lo ante posible.Tiene que trabajar muy bien en esa apelación. Lo que diga en ese juicio, es lo único que podrá traernos a los bebés de vuelta con nosotros. Solo Dios nos puede ayudar ahora mismo, espero que esté de nuestro lado, lo necesitamos.Todavía no sé qué le habrá dicho Ingrid al juez, que mentira habrá inventado para que él haya accedido a darle parte de la custodia los fines de semana, eso es absurdo. Lo único que me consuela es saber que ella no podrá hacerse cargo de ellos, en cuanto le den una mala
Alex se baja del auto y rápidamente da la vuelta para abrir mi puerta y ayudarme a salir. Me extiende la mano y me regala una sonrisa, la segunda desde que vinimos para acá, algo que le agradezco realmente.En cuanto coloco uno de mis pies fuera del coche, los flashes comienzan a parpadear como locos. No tengo ni la más mínima idea de cómo las personas pueden soportar esto, es lo más incómodo, peor que estar mirando al sol en pleno verano.Mis ojos no son capaces de mantenerse abiertos por mucho tiempo. Me veo obligada a colocarme una mano en la frente con la esperanza de que me ayude a darme un poco de sombra, pero es casi en vano.-No lo parece, pero te acostumbrarás –me dice Alex al darse cuenta del trabajo que estaba pasando- intenta dirigir tu mirada hacia el suelo de vez en cuando, por lo menos eso me funciona a mí Me dice y me hace un guiño con su ojo. Parece que ha sido capaz de cambiar su chip y me está mostrando su apoyo en medio de toda esta multitud.Parece que, al f
Alex y yo entramos al salón principal justo detrás de Alina y Sed. Por suerte para ellos, todavía faltan unos minutos para el gran discurso y Sed aprovecha para decirle a Alex:-¿Sabes? He estado escuchando rumores sobre las últimas transacciones y unificación que has hecho en la empresa-¿Rumores? Eso es imposible, eso no lo sabe nadie todavía, el negocio no está cerrado Justo en ese momento mi cabeza recuerda todo. La semana pasada Alex tenía una reunión con otro importante CEO para hablar sobre esa unión. Sobre este mismo tema fue que escuché aquella vez a ese hombre hablando en una de las oficinas de la empresa.Soy lo peor, con todas las cosas que han estado pasando últimamente, se me había olvidado mencionarle a Alex este tema ¡Con lo importante que era! ¿Cómo pude? ¿Cómo se me pudo haber olvidado algo de tanta relevancia como esto?-Nerea –me dice Alina mientras me toma por la mano- Vamos, dejemos a los chicos hablar sobre estas cosas, son aburridas-No puedo Alina, te
Abro mis ojos y la claridad hace que los cierre de pronto. Luego de unos segundos puedo volver a abrirlos solo para darme cuenta que estoy en un avión con Alex a mi lado. Me quedo mirándolo desconcertada, no estoy entendiendo nada.Él comienza a acariciar mi cabello mientras me explica dulcemente que anoche me quedé dormida en el coche de camino al hotel. Él mismo me llevó en brazos y, cuando todo estuvo recogido, me llevó de vuelta hasta aquí.Soy consciente de que, cuando me quedo dormida, se puede caer el mundo a mi alrededor que no me entero. Siempre ha sido así desde pequeña. Mi mamá me hace las anécdotas de cuando le tocaba despertarme para ir al colegio, dice que podía ser un proceso bastante largo y tedioso.De igual forma, siento que ha tenido un gesto súper dulce al cargarme él mismo y no despertarme. En ocasiones como estas siento que no lo merezco porque, contrato a lo que todo el mundo dice, él tiene un corazón enorme.Me siento como si fuera la chica más afortunada d
El sonido del elevador me indica que ya he llegado a la última planta, algo que ya sabía porque no he podido dejar de mirar la pantalla en la que muestra el número del piso en el que estoy. Por fin las puertas se abren y me encuentro en un pasillo súper elegante. Miro a ambos lados y solo veo unas puertas al final. En este piso solo vive ella. Camino decidida hasta el departamento. Nunca el tiempo se me había hecho tan lento como ahora.Tengo tanta emoción, ojalá y Alex hubiese podido venir a buscarlos conmigo, me sintiera más segura y los gemelos se iban a volver locos al vernos a los dos, pero con todos los líos que hay en la empresa, no pudo acompañarme.Yo solo quiero verles sus caritas sonrientes, sus manos pequeñitas y escuchar su propio idioma que, de alguna manera, he sido capaz de entenderlo ya. Lo único que me preocupa es la atención que le hayan dado a los niños en estos días.Ingrid va a tener que inventarse una buena excusa para explicarme el por qué estaba en Las Vega
Unos cuantos minutos después estaba entrando por la puerta principal del hospital, caminando como loca en busca de ayuda. Sentía que la fiebre les había subido a los gemelos y eso me preocupaba enormemente. Una amable enfermera, al ver en el estado de desesperación que me encontraba, tomó a uno de ellos en brazos y me ayudó a llevarlos con su doctor. Desde ese entonces he estado divagando por el pasillo, caminando de un lado al otro esperando a que alguien salga y se acerque a mí con alguna buena noticia.-Linda Escucho la voz de Alex detrás de mí y me giro en un acto reflejo, viene caminando a mi dirección seguido de mi madre. En cuanto lo veo, siento como el alivio recorre todo mi cuerpo. Sin pensármelo dos veces, salgo corriendo hacia sus brazos, hacia mi lugar seguro.-No sabes cuánto me alegro de que hayas llegado –le digo con mi cabeza pegada a su pecho- estoy un poco asustada ya, los gemelos llevan un buen tiempo ahí dentro y todavía no he sabido nada de ellos-Intent