—Mátenlos.Neri abrió los ojos al escuchar la orden de Hiro, llena de terror miró a Kento y al señor Yamato y no entendió, ¿Qué había pasado?, ¿Por qué Hiro ordenaba matarlos?.—Y tú…— dijo Hiro y la miró de esa forma despectiva, estaba enojado, se podía ver a kilómetros. —Yo mismo me voy a ocupar de ti.Neri pegó un grito cuando él la tomó del brazo con fuerza y la arrastró fuera de aquella habitación. (Horas antes…)La pequeña Aiko desayunaba felizmente mientras que Neri le daba de comer al felino que estaba sentado de una manera muy agraciada moviendo su cola de un lado a otro con sutileza.Y por otro lado Hiro lo miraba con desdén. —¿Por qué ese gato te quiere?, ¿Qué le hiciste?, ¿Y por que se ve mas limpió?.—Lo bañé, él y yo…digamos que tuvimos una conexión.Hiro solo arrugó un poco la nariz. —Es extraño, él no se deja agarrar por casi nadie, solo por Aiko y por…—Señor.Los dos miraron hacía la puerta, ahí había un hombre, el cual hizo una reverencia.—Dime.—Lo busca
—Hiro por favor...—Suplicaba Neri mientras era arrastrada hasta otra habitación, mientras que Hiro decía cosas en japonés que Nery no entendía. —Puedes decirme que ocurre.Minutos antes todo parecía ir de maravilla, llegaron a un bar exclusivo, Neri estaba fascinada con la hermosa ciudad nocturna, tanta tecnología, tantas cosas asombrosas que ver. En aquel bar había habitaciones privadas, todos se reunieron en una de esas habitaciones, había unas cuantas mujeres, Neri no sabía si eran amigas o mujeres de la vida galante y tampoco le importaba mucho, Hiro estaba junto a ella y no parecía importarle aquellas mujeres.Había muchos hombres, casi todos usaban la misma vestimenta, camisa blanca de vestir y pantalones negros de vestir, todos se veían relajados, parecían personas normales que solo buscaban un poco de diversión, así que Neri se sintió en confianza.Aunque aun estaba la barrera del idioma, por lo que solo se mantenía en silencio y sonriendo de vez en cuando.Hiro por otro lado
Neri estaba en aquella habitación frotando sus manos con temor.“Mátenlos”, ¿Cómo puede ordenar eso así como así?, ¿Qué clase de hombre era?.Se pegó en la frente y resopló llena de frustración. “Tonta Neri”.La puerta se abrió y ella se puso de pie casi de inmediato. Hiro estaba serio, se sentó en el sofá con calma y la miró detenidamente.—Lo siento—dijo al fin.Ella no entendía. Abrió la boca incrédula y se sobó la frente. —¿Cómo puedes ser tan idiota?—Lo cuestionó sin piedad.Hiro guardó silencio, iba a dejarla desahogarse, además estaban solos, ella podía llamarlo como quisiera.—¿Cómo puedes ser tan frio?, ordenaste matarlos sin saber, hiciste que me arrodillara frente a ti— dijo Neri muy indignada, ahora que el miedo se había ido, quería golpearlo. —¿Qué clase de persona eres?.Hiro tenia la respuesta en su boca, pero no la dijo, justo ahora era mejor no hablar.—Creí que dijiste que confiarías en mi, ¿Tengo que cuidarme de todo lo que digo o lo que hago?, ¿Sera así siempre?, y
*Neri*.Cada movimiento era perfecto, las manos de Hiro invadiendo mi cuerpo, tocando mi piel, y sus labios, ¡Cielos!, ¿Cómo me había perdido de esto?.Ahora entendía a mis amigas, ahora entendía por que cuando hablaban de sexo* lo hacían tan emocionadas, ahora entendía porque sus rostros se iluminaban.—Eres tan sexi.Yo sonreí y lo miré directo a los ojos. —¿Yo soy sexi?—pregunté un poco dudosa, él era el sexi, tenía un cuerpo duro y perfecto, sus tatuajes eran deslumbrantes, tenía algunas cicatrices, pero tenia miedo de preguntar.—Si.Lancé un gemido cuando él me apretó con fuerza y continúe moviéndome sobre él.—Eres un infeliz.Él me cargó y me recostó en la mesa de centro que había en aquel lugar, sujetó mis piernas y me hizo gozar como nunca. Creo que no hacía falta decirle que tan infeliz era, él ya lo tenía mas que claro.Salí de aquel lugar un poco adolorida, pero satisfecha, jamás pensé que algo así iba a pasarme, pensé que tendría citas románticas, que tendría conversacio
Hiro estaba en una enorme sala de juntas, todo en aquel edificio era glamuroso, no esperaba ser recibido, tuvo que cobrar algunos favores para poder estar en aquel lugar.Yamato estaba de pie junto a un enorme ventanal que daba a la hermosa ciudad de Seúl.—Tiene buen gustó—Comentó Yamato.—Si, me doy cuenta.De pronto las puertas de aquella sala se abrieron y Hiro no se molestó en ponerse de pie, había oído mucho de Daniel Wong, el empresario multimillonario con un imperio tan grande que estaba posicionado como uno de los empresarios mas ricos del mundo.Joven, listo, talentoso, atractivo, de familia millonaria…una lista larga.—Vayamos directo al grano, estoy muy ocupado justo ahora— dijo Daniel mientras se quedaba ahí de pie, no sabía quien era Hiro Okada y tampoco le importaba, no estaba buscando socios y tampoco había dormido en días, así que estaba de mal humor y cansado, no era una buena combinación.Hiro no se molestó por su tono áspero, estaba intrigado por aquel caballero, e
Neri se levantó como todas las mañanas, se bañó, se cambió, se peinó, se lavó los dientes y fue por Aiko, la pequeña aún dormía junto con Ru, la despertó con cuidado y la vistió.Cuando estuvieron listas, bajaron a tomar el desayuno, pero esta mañana no sería como las demás, esta mañana estaba destinada a ser diferente.Unas risas provenían de la cocina, Neri se sentía un poco confundida, no sabía que vendrían visitas, entró junto con Aiko y se quedo estática al ver a la bonita mujer que estaba sonriendo junto a Hiro Okada, su Hiro Okada, ¿Por qué estaban tan juntos?.Lo mas sorprendente fue que Aiko corrió emocionada hasta esa mujer, no sabía quien era, pero estaba mas que claro que tenia una fuerte relación con la familia Okada.Era una mujer japonesa despampanante, las mujeres anteriores no le llegaban a los talones a esta nueva mujer.—Nasomi, déjame presentarte a Neri, ella es la niñera de Aiko.“La niñera de Aiko”, si, eso era verdad, pero Neri sintió que a aquella presentació
Hiro trataba de calmar a su hija, pero todo parecía que solo lo empeoraba más y más, mientras que Neri trataba de entender la situación.—Hiro, ¿Podemos hablar?—preguntó Nasomi.Neri se acerco a Aiko y se arrodillo frente a ella para quedar a su altura.—Aiko, ¿Tienes sueño?, seguramente te cansaste mucho.Aiko respiro hondo y asintió, Nasomi la había llevado de compras, en su mayoría fueron aburridas para Aiko, hasta que Nasomi fue al área de juguetes, le compró dos helados y una caja de chocolates, solo por eso fue divertido para Aiko.—Llevare a Aiko a la cama— dijo Neri y la tomó de la mano.Hiro y Nasomi se quedaron solos, Hiro se sentía frustrado, usualmente él ordenaba algo y lo obedecían sin chistar, pero con Aiko era algo imposible.—Hiro, hoy que estuve con Aiko me di cuenta de algo, a ella le hace falta una figura materna.—Ve directo al grano Nasomi.—Casémonos.—No, esa no es una opción para mi.—¿Tan repulsiva soy para ti?.—No es eso, te conozco de muchos años, mi cariñ
En las afueras de Tokio un hombre sonreía mientras bebía un trago.—Esos malditos.—Una guerra ahora, no será buena.—Estoy harto de Hiro, no es bueno para el negocio dejarlo crecer, hace lo que quiere todo el tiempo, mientras que nosotros nos quedamos con las sobras.—Tranquilo, no podemos enfrentarlo así como así, tenemos que darle donde mas le duele, quebrarlo desde el interior.—¿En que piensas?.—Primero vamos a ocuparnos de Yamato, si el maldito no quiere ser parte de nosotros, entonces mandémosle un mensaje.—Claro.—Ocúpate de su esposa y de su hijo, luego mátalo a él, en cuanto a Kento…ocúpate de él.—¿Qué hay de Hiro?.—No lo enfrentaremos en su territorio, dejemos que él venga a aquí, deshazte de su hija, vamos a alborotar el avispero un poco.—Muy bien, ese plan me gusta.—Ya veras que muy pronto, Hiro Okada va a caer.…………*Neri*Mi vista estaba fija en el menú, todo estaba en japonés, sonreí avergonzada y Hiro solo me veía con atención, ¿Por qué me veía de ese modo?, m