El reloj marcaba las cuatro y cincuenta minutos de la madrugada, todos en la mansión Rucci estaban dormidos, a excepción de los tres agentes de policías asignados por el detective Stuart para seguir monitoreando toda la zona donde posiblemente estaba el secuestrador.Alejado de toda la escena, durmiendo en su apartamento, al lado de su prometida, estaba John, él había estado al lado de su jefa en el momento exacto cuando se llevaron a Caroline. Esto lo descartó de cualquier investigación o interrogatorio, quedando asombrado por como el plan de su amante había funcionado tan perfectamente.Al hacerse las cinco de la madrugada, Alice despertaba, había descansado lo suficiente, ya no podía seguir dormida, debía, por lo menos, hablar con los oficiales de policías para saber cualquier noticia nueva que pueda haber surgido. —¿Tampoco puedes dormir?— escuchó Alice la voz que tanto retumbaba en su corazón, era Francesco, sentado en la cocina, con una taza de leche tibia. —Lo siento, p
La actitud de Marlene era realmente extraña. ¿Qué quiere? ¿Qué espera? Varias interrogantes que ningún integrante de la familia, en especial de sus otros dos hijos Mike y Luke, quienes no podían comprender tanta indiferencia de su madre para con Francesco. ¿Acaso ya no es su hijo favorito?¿Acaso ya no le interesa si sufre o no?La respuesta sólo podía estar en la mente de esa mujer malvada e inconsciente. — ¿Hasta cuando invadirán mi casa? Ya es hora de irnos John, se me hace tarde.— dijo Marlene, pasando por el lado del agente de policías y Zia, indicándole a su lacayo que la siguiera hacia la salida. — Si, señora.— respondió con la cabeza agachada John, como todo un corderito, aún sin poder creer que la mujer más hermosa que había conocido en su vida y de la cual estaba perdidamente enamorado hubiese sufrido semejante golpe. Posiblemente para Marlene, perder a su esposo en aquel fatal accidente la había dejado muy traumada. Haciendo que ella, con su impulso de tener
— Creí que ya no volverías a estar con él a solas, también creí que esto ya era suficiente para que lo desterraras de tu vida.— dijo Aron cuando Francesco se alejó, este era un terrible error, Alice estaba muy afectada con todo lo que pasaba como para recibir un ataque de celos de su nuevo novio.— ¿En serio tendrás un ataque de celos ahora?— recriminó Alice, ella estaba muy sensible y lo último que quería era tener esta conversación nuevamente. — Alice, siempre dejas que él te afecte, no puedes.— reclamaba Aron, perdiendo los papeles definitivamente. — Mi hija está secuestrada, eso es todo en lo que puedo pensar.— gritó Alice, ahora sí estaba descontrolada.— ni si quiera sabes lo que estábamos hablando, ¿Se te ocurrió empezar por ahí?— Cariño, tienes razón, no debí decirte esto, sobre todo en estas circunstancias.— entró en razón Aron rápidamente, ver la furia de su enamorada era algo que lo pegaba contra la pared con fuerza.— Si estarás aquí pendiente de
La adrenalina se había apoderado de casi todos los que estaban en el mini bar, este era el momento que estaban esperando, entregar el dinero y poder recuperar a la dulce e inocente Caroline al fin.Casi todos menos Alice, quien seguía paralizada, estas transacciones podían complicarse y pensar en que su hija estaba de por medio la dejaba sin reacción alguna.— Iré a buscarte un te, estas muy alterada cariño.— le dijo Aron a Alice, levantándose de su silla.— ¿Quieres algo Roxana?— Así estoy bien, gracias.— respondió Roxana, Alice, por su parte, solo pudo asentir, seguía aturdida, quería cerrar los ojos y tener a su hija a su lado, nada más.Con esto, pasaron un par de horas, sin noticias, nadie escribió, nadie avisó nada, esto solo hacía parecer que las cosas habían empeorado.— Han, ¿Dónde diablos estas?— gritaba John al entrar en la casa donde tenían oculta a Caroline. — Shhh, no grites, la niña está dormida aún y no creo que sea buena idea decir esas palabras con
La tensión estaba en su punto máximo en la mansión Rucci, los agentes de policías buscaban, desesperados el origen de estos correos electrónicos y aunque estaban algo cerca de descubrir de donde provenían esto no les garantizaba que pudieran dar con el culpable tan fácilmente. También se había hecho un deposito de cien millones de dólares y no se obtenía respuesta de los responsables.Ya Caroline debía estar en los brazos de sus padres desde hace varias horas, el frío ya era inclemente y en los próximos días la temperatura bajaría a tal punto que se esperaban las primeras nevadas de la temporada.Francesco salía de la habitación con el celular pegado al oído, se había puesto pálido, sintiendo como la sangre le corría por las venas con velocidad, con la mirada lo seguía Alice, quien llevaba más de una hora llorando, aún más desesperada, sentir que ya estaba cerca de tener a su hija consigo y que ahora todo se fuera esfumando era realmente tormentoso.— No puedo darte cien por cien
Cada paso que daba Francesco al lado de Phil, hacía que la tensión fuera en aumento, era una situación irreal, como sacada de una película de acción. La única y gran diferencia era que esto se trataba de la vida real, significando que cualquier error pudiera costar la vida de una niña inocente, causando, al final de todo , la destrucción de un padre y una madre que ya no podían soportar esta situación.— Han, debes huir, envié a dos sujetos al segundo piso, vinieron por ti.— decía al teléfono Tim, el viejo destartalado que ya había recibido un soborno por parte de John cuando llegaron al edificio.— Maldición, gracias Tim, te la debo.— respondió Han, quien era amigo del viejo. Esto era un juego macabro la verdad, pero se trataba de una estrategia donde solo el más acto o el mejor preparado o quizás, porque no, el que tenga más suerte saldría victorioso. — Debemos irnos, llegaron dos sujetos a buscarnos aquí, te lo dije, me tenían en la mira.— le dijo Han a John, a quien
Estaban frente a frente Francesco y John, el prometido y el amante de Zia, el que sería el futuro padre y el verdadero padre del bebé que venía en camino.Era un momento difícil, Francesco solo quería tener el poder de salir con su hija a un lugar seguro, dejar todo este drama atrás y olvidarlo para siempre.— En serio que eres imbécil Francesco, con razón tuviste ese accidente, no entiendo como no moriste esa misma noche.— decía John, quien ahora estaba como hipnotizado, el poder que tenia ahora sobre dos vidas lo hacía sentirse muy superior.— no debo decirte esto, la verdad, pero es muy difícil para mí dejar pasar esta oportunidad.— John hacía un cliché, hace varios minutos que pudo acabar con la vida de Francesco y salir con la niña para pedir más dinero o simplemente huir, no tenía sentido seguir haciendo esto cuando ya había asegurado cien millones de dólares.— Solo eres un cobarde, puedo verlo en tus ojos.— dijo Francesco, intentando ganar algo de tiempo, rogando que Ph
Definitivamente algo había cambiado en Francesco, no hablaba igual, no miraba igual, esa ternura por la vida que se podía apreciar luego de despertar del coma y de como lo trataba todo el mundo había desaparecido. Con la ayuda de Han, quien yacía muerto a su lado, había recuperado su memoria, todo volvía, ahora su vida estaba muy clara, como si estos últimos dos años y medio solo habían pasado en su mente, como un sueño o una pesadilla realmente. — No podemos dejarlo vivo, este malnacido quiso matar a tu hija.— le recordaba Mike a su hermano, viéndolo otra ve con algo de miedo dado que él volvía a tener esa mirada dura y severa que siempre tuvo.— Sé lo que hizo y su peor castigo será ver que su hijo crecerá sin su padre, encerrado en una celda hasta que se vaya pudriendo poco a poco.— respondió Francesco, acercándose hasta John, guardando su arma y amarrándole las manos con todas sus fuerzas.— ¿Su hijo?.— intentó preguntar Mike, pero Francesco no lo dejó terminar.—