Salto de mi silla y me pongo a caminar de un sitio a otro, sintiéndome atrapada. Es cierto que acepté casarme con él de mentiras, pero no a esto. ¿Toda la vida? ¡No! ¡No puedo aceptar eso, apenas nos conocemos! Además, tengo mi vida trazada, y no hay cabida para hombres en mi futuro, no quiero que hagan sufrir nadie a mis pequeños. Aunque ahora mismo yo les mentí, y les dije que este hombre que me está pidiendo quedarse la vida entera conmigo quiere ser su padre, pero no lo es. ¿Podré casarme con él solo por ellos? ¿Qué locuras piensas Isabella?—¿Bella…? —Me llama Christian, me detengo delante de él.—¡No estamos enamorados! ¿Cómo vamos a vivir casados así? —pregunto inocentemente, mi mente en estos momentos no funciona.—Bella, yo soy feliz con tu familia —dice tomando mis manos y mirándome de frente a los ojos. —Si algún día, encuentras ese amor que estás esperando, te dejaré ir, sin ningún resentimiento. Te lo prometo.No sé qué decir, lo observo. Libero mis manos y vuelvo a camin
Después de avisarles a mis padres que me iba, me dirijo a mi apartamento. Estoy muy feliz que a mi hermano se le haya ocurrido la idea de casarse, no me importa si es verdad o mentiras, lo voy a apoyar con tal de que no se case con la descarada de Adele. Ella tendrá cegados a mis padres, pero a mí no.Primero voy a pasar por Francia, tengo que descubrir que fue a hacer esa zorra allá cuando se desapareció en el tiempo que Chris estuvo en coma. Dijo que había ido a hacer una pasantía, eso se lo cree ella sola, ni francés sabe hablar, yo la voy a desenmascarar. Además, tengo que ver si en la casa del abuelo dejó alguna fotografía de la chica de la que estaba enamorado mi hermano. ¿Por qué nunca me quiso decir quién era? Ahora no tuviéramos este problema, ni a mí me dio por cumplir mi promesa de no investigar de quién se trataba. A lo mejor logro rastrearla en el hotel cuando él la siguió en la luna de mielTermino de arreglar todo cuando siento el timbre de la puerta, miro por la mirill
Me despierto temprano y no veo a Christian a mi lado, pongo atención para ver si está en el baño, pero tampoco. Así que me meto yo a realizar un buen baño, seguidamente me dirijo a la habitación de los niños, todavía duermen, parece que el aire puro los relaja. Sigo hasta la habitación de Marta, la veo que se está arreglando.—¿Qué haces? ¿A dónde vas? —pregunto viendo lo elegante que se ha vestido. —No te reconozco, ¿esa ropa es nueva?—Me la compró mima para trabajar, dice que tengo que vestir mejor. Que tú y yo no sabemos vestir. Y como está tan emocionada porque Christian la enseñó a comprar por internet en una tablet que le regaló, no deja de comprarnos cosas a todos, el abuelo solo la mira y sonríe. ¡Ha dado un tremendo cambio! Lo que está asustada porque no sabe si tu papá va a venir a verla aquí.Me cuenta sin dejar de arreglarse, en verdad mi amiga es muy hermosa y ahora arreglada, lo es más. Se ha soltado su hermoso cabello que ha lavado y estirado, también se ha quitado los
Estoy frente a la casa de mis padres y es un hervidero de periodistas, eso no le debe hacer ningún bien a mi madre. Le indico a mi chofer que de la vuelta y vaya por detrás de la casa, me bajo, entro por la estrada que yo mismo hice en la cerca de joven, está muy bien camuflada. Corro agazapado hasta la ventana de mi habitación que también sé como abrirla, entro y un gran silencio me recibe, no hay nadie. ¿Dónde se metieron? Voy a salir cuando una pequeña nota amarilla pegada al espejo me llama la atención, la tomo, es de papá."Si por casualidad vienes, estaremos en la finca de Christian Thompson, ve a ver a tu madre, dejaré dicho que te dejen pasar.Y Santiaguito. Gracias por regresar. Papá"Una enorme emoción me embarga, papá sabía que yo venía, siempre lo ha sabido, por eso me perdona. Me guardo la nota y salgo de la misma manera, le ordeno al chofer que me lleve a esa finca. Desde afuera no se ve nada, está muy lejos de la carretera llena de árboles que solo dejan ver las tejas r
Está observando la pantalla del televisor donde se puede ver el auto de Christian entrando a su casa con una mujer a su lado, mientras el locutor habla de ella.Queridos amigos, al fin hemos develado quien es la afortunada que contrajera matrimonio con el heredero más codiciado de todos los tiempos, Christian Thompson. Se trata de nada más y nada menos que la no menos deseada heredera del imperio de los Sardinos, Isabella Sardino. Tengo entendido que ella estuvo casada con Luis Ibáñez, pero que él mismo se anuló, a muy poco tiempo de contraer nupcias.Según fuentes muy cercanas a la pareja, ellos llevan muchos años de relación, aunque nadie puede dar fe de tal cosa. En estos momentos todo salió a la luz, porque su esposa, según dicen, se integró a trabajar junto a él en su empresa para ayudarlo, otras fuentes dicen que fue debido a la aparición de otra joven reclamando ser la prometida de Christian Thompson…Apaga el televisor molesta, ¿cómo es que Christian conoce a esa chica? Nunca
No sé cuánto tiempo hacía que no me sentía tan feliz, estar en la casa de mis abuelos, rodeado de toda la familia de Bella, sobre todo de los niños, me llena de felicidad. ¡Como deseo que fueran míos de verdad! Hasta los encuentro cada día más parecidos a mí. Le cambié el peinado a Lucas para uno igual al mío, ahora sí parecemos padre e hijo. Tengo que arreglármelas para que mis padres no logren hacerle la prueba de paternidad, deberé conseguir otras de varios laboratorios, sobre todo de ese amigo de ellos. Si consigo uno de ahí, no dudarán más. Mi teléfono suena y lo tomo.—Hola.—Jefe soy Esteban. Me dijo que si veía algo inusual en la señorita Adele, le informara.—¿Qué viste?—Está en la preparación de la fiesta de aniversario de la empresa con Luis Ibáñez, ¿qué quiere que hagamos?—Nada, solo sigue vigilándolos.Yo sabía que ella iba a buscar con quien unirse para planear algo en mi contra. ¿Qué será esta vez? ¿Deberé llevar a los niños a la fiesta? Ojalá y Christie llegue antes.
Llevo dos días sin haber conseguido nada. En el hotel que se hospedó Chris, tampoco pude lograr nada. En la casa del abuelo otra vez me cansé de revisar. Nunca menciona a la chica que le gustaba a Chris. Solo habla en una ocasión de los Sardinos, nada en particular, solo de negocios que entabló con ellos. Estoy regresando al hotel, no me gusta quedarme en la casa porque está en las afueras. Me siento frustrada, ojalá el detective que contraté para seguir la pista de Adele tenga algo, si no será un viaje perdido. Tengo que ir donde mi hermano porque mis padres van a ir el otro fin de semana al aniversario de su editorial, estoy segura de que llevarán a Adele. Debo estar a su lado para ayudarlo. Después de todo, estoy muy feliz de que se haya casado. Ojalá y lo haya hecho todo legal para que no puedan hacer nada.—Llegamos señorita —me avisa el taxista. Pago, me bajo desilusionada, voy a hablar con el detective, si no ha resuelto nada, tomaré el último vuelo y me iré. Al entrar en la
Estamos en la empresa, entramos sin dificultad. Es verdad lo que dice Christian, el auto del abuelo no deja ver quien va dentro del mismo. Tampoco lo reconoce nadie, por lo que entramos directo hasta el elevador, y subimos hasta el último piso sin parar. Así de esa manera, nadie de la empresa tampoco se dio cuenta. Nos reímos porque parecemos dos ladrones escondiéndonos de todos.—Ja, ja, ja…, hace rato que no me divertía ni me reía tanto —dice Christian cuando llegamos arriba.—Ja, ja, ja…, ni yo tampoco. Esto es nuevo para mí, ja, ja, ja… ¿Qué hacemos? Estoy segura de que si nos van a ver al irnos.—No importa, cuando se vengan a dar cuenta, ya no estaremos aquí. Quiero que esta semana, trabajemos primero en el discurso que tengo que dar en el aniversario de la empresa, segundo, en estos nuevos programas. Me di cuenta de que tanto Marta como tú, lo han hecho antes. ¿Me equivoco?—No, es con ese estilo de programas que trabajamos nosotras en Francia. Está sonando tu teléfono.—¿Mi t