No sé cuánto tiempo hacía que no me sentía tan feliz, estar en la casa de mis abuelos, rodeado de toda la familia de Bella, sobre todo de los niños, me llena de felicidad. ¡Como deseo que fueran míos de verdad! Hasta los encuentro cada día más parecidos a mí. Le cambié el peinado a Lucas para uno igual al mío, ahora sí parecemos padre e hijo. Tengo que arreglármelas para que mis padres no logren hacerle la prueba de paternidad, deberé conseguir otras de varios laboratorios, sobre todo de ese amigo de ellos. Si consigo uno de ahí, no dudarán más. Mi teléfono suena y lo tomo.—Hola.—Jefe soy Esteban. Me dijo que si veía algo inusual en la señorita Adele, le informara.—¿Qué viste?—Está en la preparación de la fiesta de aniversario de la empresa con Luis Ibáñez, ¿qué quiere que hagamos?—Nada, solo sigue vigilándolos.Yo sabía que ella iba a buscar con quien unirse para planear algo en mi contra. ¿Qué será esta vez? ¿Deberé llevar a los niños a la fiesta? Ojalá y Christie llegue antes.
Llevo dos días sin haber conseguido nada. En el hotel que se hospedó Chris, tampoco pude lograr nada. En la casa del abuelo otra vez me cansé de revisar. Nunca menciona a la chica que le gustaba a Chris. Solo habla en una ocasión de los Sardinos, nada en particular, solo de negocios que entabló con ellos. Estoy regresando al hotel, no me gusta quedarme en la casa porque está en las afueras. Me siento frustrada, ojalá el detective que contraté para seguir la pista de Adele tenga algo, si no será un viaje perdido. Tengo que ir donde mi hermano porque mis padres van a ir el otro fin de semana al aniversario de su editorial, estoy segura de que llevarán a Adele. Debo estar a su lado para ayudarlo. Después de todo, estoy muy feliz de que se haya casado. Ojalá y lo haya hecho todo legal para que no puedan hacer nada.—Llegamos señorita —me avisa el taxista. Pago, me bajo desilusionada, voy a hablar con el detective, si no ha resuelto nada, tomaré el último vuelo y me iré. Al entrar en la
Estamos en la empresa, entramos sin dificultad. Es verdad lo que dice Christian, el auto del abuelo no deja ver quien va dentro del mismo. Tampoco lo reconoce nadie, por lo que entramos directo hasta el elevador, y subimos hasta el último piso sin parar. Así de esa manera, nadie de la empresa tampoco se dio cuenta. Nos reímos porque parecemos dos ladrones escondiéndonos de todos.—Ja, ja, ja…, hace rato que no me divertía ni me reía tanto —dice Christian cuando llegamos arriba.—Ja, ja, ja…, ni yo tampoco. Esto es nuevo para mí, ja, ja, ja… ¿Qué hacemos? Estoy segura de que si nos van a ver al irnos.—No importa, cuando se vengan a dar cuenta, ya no estaremos aquí. Quiero que esta semana, trabajemos primero en el discurso que tengo que dar en el aniversario de la empresa, segundo, en estos nuevos programas. Me di cuenta de que tanto Marta como tú, lo han hecho antes. ¿Me equivoco?—No, es con ese estilo de programas que trabajamos nosotras en Francia. Está sonando tu teléfono.—¿Mi t
Estamos sentados frente a frente, puedo percatarme que todavía David no confía en mí, a pesar de todas las pruebas que le he dado. Me observa detenidamente como si quisiera leerme. Le sonrío tratando de hacer que se relaje y confíe.—¿Podemos hacer un contrato? —pregunta David de nuevo.—Sí, sin problemas, pero tengo una condición para ti, DavidSi se cree que se la voy a poner fácil, está muy equivocado. Yo no me voy sin saber lo que quiero. Si él es desconfiado, yo lo soy más. Y hasta ya no me está pareciendo una mera coincidencia que viajáramos juntos.—¿Para mí? —pregunta algo receloso.—Sí, ¿crees que si te doy mucho dinero puedas saber esa información hoy? —Lo miro de frente, me sostiene la mirada tragando seco —, te aseguro que sería más que suficiente para que operen a tu tía con el mejor neurocirujano que existe y hasta te puedo dar el teléfono de uno, no solo eso. Con la cantidad que les daré podrán cubrir todo lo que sigue después. Se hace un gran silencio, su tío lo obser
Me acomodo en mi asiento, esta vez saqué la primera clase, fue de lo más desagradable la visita a ese doctor, estaba empeñado en verme. Menos mal que me acompañó David e hice entrar a mi guardaespalda personal, que lo miró como si quisiera matarlo desde la puerta, cuando insistía en revisarme. Es gracioso David, mira que decir la historia que inventé y me tomaba la mano. Estaba más nervioso que yo, bueno, se juega mucho, si alguien lo descubre puede perder su licencia médica. Ahora deja avisarle a Chris que ya me monté en el avión. ¿Qué sorpresa es esa que me tendrá preparada? De seguro es que va a ir con su esposa a recogerme. Deja ver que siguen diciendo esos chismosos de los periodistas amarillistas. Vaya, siguen en lo mismo, hacen cientos de especulaciones sobre la vida de ellos, puedo ver la mano de Adele detrás de muchas historias, sobre todo esta que dice que él tiene prometida. Menos mal que Chris, no ha respondido nada. Mamá debe estar que se come de los hígados queriendo
Nos pasamos casi toda la noche hablando con Christie, no se ha cansado de abrazarme, besarme y darme las gracias por haberme casado con su hermano para librarlo de Adele. No le dijimos que nuestro matrimonio no era de verdad. Christian se quedó callado cuando ella le preguntó y luego se la llevó con él. No sé qué le dijo, el caso es que su hermana me dice cuñada.—Te ayudaré Bella, ya verás. Todo saldrá como mi hermano quiere. Te lo prometo, no tengas miedo, me tienes a mí y a tu esposo. Me dijo cuando me abrazó y besó al irse a su habitación. Lo que sí le dijimos que los niños no son de él, ella se asombró del parecido que tiene con su hermano, hasta dijo que Lucy se parece a ella de bebé, y cree que la idea que tuvo Christian de hacer las pruebas parentales con sus cabellos, fue genial y ofreció a dar más. Ella también trae cabello de los cuatro en una cadena colgada de su pecho, igual que la de su hermano.Nosotros todavía conversamos un poco más mientras nos bañamos, él afuera y
Seguí conversando con Christie todo el trayecto, ella me cuenta todo sobre Adele, y hasta a mí, después de lo que me dijo Christian y ahora mi cuñada, me convenzo de que lo tuvo que engañar. De pronto me encuentro alegrándome de que haya sucedido, porque ahora es mío. Estoy muy confundida de todas estas sensaciones que desata la visión de mi esposo en mi cuerpo, pero sobre todo de los pensamientos de posesividad que estoy teniendo. No me reconozco.Terminamos la carrera, al llegar a mi habitación, vi como Christian salía del baño sin camisa con su cabello mojado, era realmente hermoso y sexi. Me quedé en la puerta observándolo, sin saber qué hacer, escuchando como mi corazón latía apresurado, y sintiendo como toda yo ardía de deseos.—¿Pasa algo Bella?—No, nada —respondí entrando directo al baño.Desnudé mi cuerpo rápidamente, percatándome de lo sensible que estaba mi piel, al menor roce de mis manos, me erizaba y una sensación de complacencia, me traía a mi mente la única noche de p
Todas las chicas siempre soñamos con nuestro primer beso, nuestro primer amor. Lo romantizamos al punto de crear una gran expectación al respecto. Yo también lo hice, a pesar de estar imbuida en los estudios y la lectura, dejaba correr mi imaginación y deseaba que apareciera ese príncipe azul de fantasía, a salvarme de mi rutinaria e invisible vida.Sin embargo, mi primer roce de ese tipo, fue con Luis, lo más desagradable y asqueroso que pude experimentar en mi vida, estuve lavando mi boca por días y no pretendía volver a hacer eso jamás. Pues mi primera experiencia estaba muy lejos de esa descripción idílica y romántica que leía en todas las historias de amor.Luego vino mi noche de locura, en que tomé tanto alcohol que no recuerdo si sentí algo con aquellos besos, todo está borroso en mi memoria. Como si de un mal sueño se tratara, si no hubiesen quedado mis hijos como testigos de que realmente sucedió, lo habría olvidado por completo, pues ni del otro acto me acuerdo como fue, si