Vuelve a besarla y a mirarla por un segundo a ver si ve algún indicio de que ella escuchó, o va a despertar, pero nada. Isabella sigue durmiendo. Se monta en la silla de ruedas y sale al encuentro de los demás. Santiago al verla se le acerca, y la abraza al ver lo emocionada que está.—¿Todo bien hija? ¿Bella está bien? ¿Por qué lloras?—Sí, sí papá, Bella está bien, solo que la extraño mucho, solo eso…—¡Todos las extrañamos! No llores, ya verás que va a despertar un día de estos. Ahora ven, te tengo una sorpresa. Marta…, mejor, Isabel Sardino hija mía, quiero que conozcas a tu madre a partir de hoy, Susan Rivera. —Dice Santiago enseñando a Susan que la mira nerviosamente.—¿Madre? Se asombra Marta, ya sabía toda la historia de ellos dos. Sin embargo, todavía Santiago no le había anunciado a nadie oficialmente que estaban juntos. Mira a la bella Susan estrujarse nerviosa las manos, y le parece estar mirando a Bella, cuando esperaba que ella le respondiera si aceptaba venir a este
Se hace un silencio algo incómodo en que todos se miran sin saber que decir, hasta que el abuelo Sardino se adelanta y dice.— Ahora que todos estamos reunidos como una familia, como siempre debió ser, vamos a analizar todos los puntos, en lo que lleguen Christian y David, de cómo rebatir todo eso que está sucediendo en los medios de comunicación.—Papá, tenemos un problema con eso. A Susi le da miedo salir de la casa. Tiene un pequeño trauma y solo se anima a venir al hospital a ver a Bella —explica Santiago.—Pues algo debemos hacer. No podemos seguir permitiendo que los sigan denigrando, aunque no hemos tenido perdidas, pero ya estoy a mandar a coger al principito ese y enseñarle lo que le sucede al que se mete con nosotros,—¡Querido! Debes calmarte. —dice Tania por señas y le palmea la espalda y continúa, siendo traducida por Santiago, para que los demás la entiendan. —Creo que si por fin se llevan a Bella para la casa de Christian, podríamos de nuevo irnos todos para allá, in
Está sentado en la oficina del doctor qué atiende a Isabella, junto a su cuñado el doctor David en espera de que les diga si puede llevarse a su esposa para la casa. Ya instalaron todo en la habitación suya lo que necesitaban para mantener la vida de Isabella estable sin ningún tipo de problemas. David se encargará personalmente de atenderla. Al fin, ven aparecer al doctor acompañado del director del hospital, que saludan y se sientan muy serios frente a ellos.—¿Y bien doctor, puedo o no puedo llevarme a mi esposa para la casa? — pregunta impaciente Christian—Antes de contestarte esa pregunta Christian, necesito hacerte otras porque se ha presentado con tu esposa un asunto que no podemos entender —habla el doctor de Isabella mirando al director del hospital que se mueve inquieto.—¿Qué quiere decir doctor? ¿Pasa algo con Bella? —pregunta Christian visiblemente asustado—Ella se mantiene con todos los signos vitales normales — comienza a explicar el doctor sin dejar de mover ne
Pero Christian se aleja furioso tirando la puerta con rabia de la oficina y sale disparado rumbo hacia dónde se encuentra Isabella, aunque al llegar al elevador se detiene y se agacha atrapando su cabeza entre las manos y se echa a llorar—Pobre Bella, pobre Bella. Todo es mi culpa, yo soy el culpable de todo lo que le ha pasado a ella.—Cálmate Chris, todavía no sabemos si fue eso —le pide David pasándole una mano por la espalda tratando de que se calme. — A lo mejor no es lo que tú te imaginas, ella a lo mejor sí estuvo con otro hombre o quizás contigo.—¡No, conmigo no ha estado! ¿Y no escuchaste que yo no puedo embarazar a las mujeres? ¡La violaron David, a mi Bella la violaron cuando se quedó sola! Golpea con furia la pared una y otra vez, hasta que sus manos sueltan sangre y David le impide que siga haciéndolo, y lo abraza con fuerza dejando que se desahogue en su hombro sin saber qué decir o hacer. ¿Cómo es posible que si siempre tuvo vigilancia en su habitación, que le haya p
—¿Entonces por qué te sientes culpable si no la escuchaste? Ellos hablaban de las bombas y quizás podría ser de cualquier tipo que no fueran explosivas. Así que deja de llorar y al regresar a la casa, le contarás todo a tu papá y verás que te va a decir lo mismo que te acabo de decir yo. Ahora vamos a ver qué quiere Christian qué es tan serio para que te llame así con tanta urgencia. Llama al chófer que enseguida se dirige para la casa de Christian dónde llegan y todavía no están todos los demás Christian le pide a los dos que entren en el despacho porque necesita hablar urgentemente sin que nadie se entere el motivo.—¿Qué es Chris, tiene algo malo Bella? — pregunta Marta preocupada al ver el semblante que tiene el.—No es eso Marta, se trata de algo muy serio. Y si permití que entrara también Rodrigo, es porque la pregunta que le realizaré necesito que me la contesten con completa honestidad.—Claro que lo haremos Chris, pregunta lo que quieras.—¿Cuando ustedes las secuestraro
Santiago se había quedado observando a Christian, mientras trasladaban a Isabella hacia su casa y su instinto le decía que algo sucedía. Varias veces le preguntó a Christian si sucedía algo o tenía algún problema en que lo supiera, recibió siempre la misma respuesta de que todo estaba bien, aunque no se le escapaban las miradas que intercambiaban él y el doctor David. Por lo que después de enviar a Susan con sus padres a su casa, para que prepararan el traslado a la hacienda de ellos y su padre se había ido con su mamá y Eugenia, a hacer otro tanto junto con los Thompson. Dirigió sus pasos al consultorio del doctor que atendía a su hija y que no había dado la cara en la habitación como debió ser. Lo cual le decía que algo había sucedido con su hija, y él lo iba a averiguar. Seguido por sus guardias de seguridad, entró en la consulta donde todavía se encontraba el director, junto al jefe de la seguridad, justo en el momento que aquel gritaba.—¡No sé lo que van a hacer, per
Se puso de pie mirando al director sin decirle nada, sin disculparse por lo que le había hecho, miró primero al jefe de seguridad y le dijo.—Quiero interrogar personalmente a todos los que pusieron a cuidar a mí hija, así como a los enfermeros terapeutas y doctores, que tuvieron la oportunidad de hacerle eso. Además, necesito una copia de las grabaciones de las cámaras de seguridad de todo el tiempo que mi hija pasó aquí.—Sí, sí señor.—Y como mismo mi yerno Christian Thompson le pidió que nadie supiera de esto, si me llego a enterar que alguien habló del asunto. Los mataré sin contemplación a él y a toda su familia. ¡Mi hija está embarazada de su esposo, que eso quede claro! Dirán que lo estaba antes de separarse de él, aunque hagan a mi nieto sietemesino, ¿de acuerdo? Vamos Adrián, espero toda la información hoy en mi casa. Sale dando un portazo furioso. También con un gran dolor en su corazón por todo lo que le está pasando a su pobre hija por culpa de él no cuidarla com
—¡No, no señor Sardino, nada de eso! Yo realmente al otro día cuando me desperté con ella y mis brazos, estaba muy feliz de saber que había sido el único hombre en la vida de Isabella, e iba a pedirle que dejara a su esposo para que se casara conmigo, pagaría todo lo que tuviera que pagar para lograrlo. Y fue entonces que vi que estaba toda golpeada, tenía los ojos amoratados y los labios muy inflamados. También poseía unas grandes marcas azules en sus mejillas, y su cabeza tenía grandes chichones en la parte de atrás. Me enfurecí mucho y quise salir a matar a Luis, comprendí entonces porque ella había hecho aquello de irse al bar sola. Bajé a la tienda y le compré un juego de pantalones como el que ella acostumbraba a usar, con zapatos y unas gafas para que escondiera los golpes. Luego fui en busca de mi auto para llevarla a la casa de sus abuelos, y al cruzar la calle vi como iban a arrollar a un pequeño, corrí a salvarlo y fue cuando me chocó el auto que por poco me mata.