—Porque estamos corriendo tremendo peligro, es por eso que vino el hombre de seguridad de papá. Tenemos que irnos cuanto antes de aquí. Les explica muy serio, porque en verdad teme que esos yates que viera Rodrigo en su recorrido cuando venían, estén llegando ya a la isla, son para atacarlos y teme que los encierren y no puedan escapar con los niños. Bella vuelve a entrar a la habitación y comienza a vestirse como le indicara su padre muy asustada. Mientras Santiago regresa al despacho donde Rodrigo le informa, que acaba de hablar con su papá y que enviaría el yate mayor, para recogerlos y eso lo llena de satisfacción. Porque con ese, podrán irse a pesar de la gran tormenta que está reinando con fuertes aires, que hace que las olas se vuelvan muy peligrosas para los más pequeños que ellos tienen. Mientras en la ciudad, Eva está reunida con unos cuantos hombres en una casa desconocida en las afueras. A pesar de la lluvia que está cayendo, ella ha logrado venir a reunirse con
Christian se ha quedado en silencio después de escuchar todo lo que le ha dicho el doctor, mientras su hermana llora a su lado asustada, por lo que piensa que puede acabar con la vida de su hermano. Las últimas pruebas han corroborado el diagnóstico que habían previsto anteriormente y necesita hacer una operación con urgencias para no quedarse ciego por completo, y para extraer el pequeño tumor que tiene presionando los nervios ópticos debajo de la glándula hipófisis.—¿Cuánto tiempo tengo para decidir eso? — pregunta Christian—Preferiría que lo decidieras ahora mismo, para ver si te programamos la operación lo antes posible — le dice el neurocirujano en compañía de David, que abraza a su novia que está muy asustada.—No, necesito primero resolver algunas cosas antes de tomar una decisión como esa, en la que puedo perder mi vida o quedar muy mal como usted me acaba de explicar. Haré el tratamiento antiinflamatorio que me dijo para recuperar mi visión y resolver todo lo que tengo pen
Guarda el teléfono en espera de ver quién es el que viene en dicho auto, pero no reconoce a nadie de los que se bajan y vienen hasta donde él se encuentra.—Buenas tardes.—Buenas tardes,¿quién es usted si me permite saber y que quieren esta casa?—Néstor Guzmán es mi nombre. Soy el prometido de Adele y me dijeron que estaría aquí en esta casa esperando por mí.—¿Cómo dijo? ¿El prometido de Adele? ¿Y por qué habría de estar en esta casa? — pregunta el señor Thompson dándose cuenta que es al tipo que le vendieron a su ex nuera.—¿ Y usted quién es?— Soy el señor Thompson, padre del dueño de esta casa Christian Thompson, que fue el ex prometido de Adele, y que actualmente se encuentra felizmente casado con Isabella Sardino y tiene dos hijos. Así que aquí no va a encontrar a su prometida, que ya hace mucho tiempo que no la vemos por todo esto. —Responde firmemente mirando al hombre a los ojos, que mira la casa como si quisiera penetrar en ella. El señor Thompson mira las intencio
Christie observa al hombre que tiene delante de ella sonriente, muy seria. Mira a su guardaespaldas personal que asiente con la cabeza, y se marcha a realizar lo que ella le ha mandado hacer.— Por favor señor Néstor, pase a mi oficina. Abre la puerta dándole paso para después introducirse y dejarla abierta, hasta sentarse detrás de su buró, llamando a su secretaria diciéndole que le traiga algo de beber a los señores. Luego de acomodarse, lo mira directamente a los ojos y le pregunta.—¿A qué debo su visita? Si vino a hablar de su prometida, le digo que perdió su tiempo, no sé nada de ella.—No he venido a hablar de Adele, he venido para avisarle que voy a invertir en su empresa, bueno para hacerle más sincero, voy a comprar todas las acciones que están en venta de la misma.—¿A qué acciones usted se refiere? Nuestra empresa en estos momentos no está vendiendo ningún tipo de acciones.—No, pero lo estarán en unos momentos.—¿A qué se refiere? Hable claro para poderle entender.—
Mientras Isabella llama una y otra vez a Christian, sin obtener ningún tipo de respuesta porque no puede comunicarse. En lo que trata de calmar a sus hijos que están gritando asustados ante los grandes golpes y tumbos que da el yate de un lugar a otro, cuando escucha el grito de Marta llamando a su papá. Toma a sus hijos sin importarle el peligro y corre hacia el puente desesperada.—¿Qué pasó con papá Marta, qué pasó con papá?—¡Isabella! ¿Te volviste loca? ¡Baja para el camarote con los niños, te puede llevar una ola como hizo con papá!—¡¿Qué?!De pronto se escucha un enorme golpe que hace que el yate se detenga por un momento y todos son arrastrados hacia adelante.—¿Qué pasó Marta?—¡Chocamos con un arrecife Isabella, chocamos! Grita en lo que trata de maniobrar, siendo golpeada por las olas y mirando como se acercan peligrosamente los que los persiguen.—Las armas Bela, ¿dónde las dejaste?—¡Chicas, corran, tenemos que abandonar el yate, se está hundiendo! —les grita Rodrigo
Christie ha llegado a la casa junto con su guardaespaldas, y corre a abrazar a David y se echa a llorar, porque se ha enterado de lo que le pasó a su hermano. —¿Cómo está mamá? ¿Ya se enteró? —No le he dicho nada. ¿Qué fue lo que te pasó? Y no me digas que nada, porque tu secretaria me llamó.—Ese estúpido hombre que compró a Adele, se metió en mi oficina amenazándome con no dejarme salir, si no firmaba los papeles de matrimonio con él.—¿Qué? ¿Y dónde estaban tus guardaespaldas ?—Los había mandado a averiguar dónde estaba Adele, pero papá me llamó para avisarme de lo que le había pasado a Chris, que viniera a cuidar a mamá y lo mandó enseguida y me rescató por ese elevador que te empeñaste en que hiciera personal en mi oficina.—Ese hombre es muy peligroso Cristi, tienes que cuidarte a partir de ahora de él —le dice volviendo a abrazarla protectoramente.—Ya se lo dije, señor David, qué debe de cargar un arma con ella, pero no me hace caso— interviene el guardaespaldas pe
Por otro lado, en el hospital por fin terminan con la operación de Christian y los sacan para el salón de recuperaciones, en lo que el doctor sale a conversar con el señor Thompson, que regresó tan pronto aseguró las oficinas de su empresa y puso en alerta a la policía sobre Néstor, el cual su hija la lo llamó para decirle que se encontraba allá en la entrada de la casa, dando aviso a la policía.—¿Y bien doctor? ¿Cómo resultó todo? ¿Lograron extraerle el tumor a mi hijo? ¿Se recuperará? ¿Perderá la vista? ¿por qué se demoraron tanto? —lo llena de preguntas el señor Thompson.—Nos demoramos mucho más, porque nos dimos cuenta que del accidente que tuvo tenía un pequeño desgarro en la glándula hipófisis —explica on micha paciencia el neurocirujano— la cual fue creando una bolsa que se fue endureciendo y se convirtió en ese pequeño tumor y gracias a Dios, no es nada malo, ni siquiera era un tumor.—¿Qué quiere decir con eso, doctor? ¿Cómo qué no era un tumor? ¿Y entonces que era?—Se
Muchos piensan que tener de todo lo material en la vida es lo más importante, sin embargo, cuando en realidad perdemos aquello que nos da sentido en nuestra existencia es que comprendemos lo importante qué son, y de lo que somos capaces de hacer por tenerlos de nuevo. Santiago había logrado que el yate pequeño que luchaba encarecidamente contra el otro de los maleantes, y que al ver cómo sus compañeros se habían retirado al chocar y hundirse el que los dirigía, los habían dejado tranquilos y enfilado hacia la costa. Por lo que ahora recorría el mar desesperado, tratando de localizar la balsa salvavidas dónde iban sus hijas y sus nietos con dos de los hombres que había enviado su padre. La tormenta no había cesado todavía, y las olas eran muy grandes haciendo casi imposible que divisaran nada a lo lejos en medio de la oscuridad. Sin embargo, él no se rendía y seguía el rumbo que le habían dicho sus hombres en lo que trataba de hablar con su padre.—Jefe, el radio está roto