Christian se encontraba sentado en una silla frente a la ventana de la habitación del hospital, con su teléfono en la mano con deseo de llamar a Isabella, pero no ve nada para buscar su número y por otro lado, ¿que le va a decir? ¿Qué explicación le va a dar al no haberle contestado al momento cuando ella le preguntó si la amaba? Por otro lado, se pregunta si tiene el derecho de hacerla permanecer a su lado ahora que va a ser un impedido físico. Porque aunque el doctor le asegure que no hay nada definido, él está convencido de que va a perder para siempre su visión, que no podrá volver a ver la risa de sus queridos hijos, y mucho menos los ojos llenos de amor de su adorada Isabella. Siente una mano depositarse en su hombro y enseguida sabe de quién se trata, se la toma con una suya y apoya la cabeza en ella, dejando que unas lágrimas salgan de sus ojos. Christie lo abraza y no dice nada, porque ella también está llorando. Lo abraza muy fuerte y se queda así un largo tiemp
—Tú también lo puedes llamar Isabella, a lo mejor le está pasando algo serio y no te has enterado porque salimos corriendo de esa manera de la casa. Recuerda muy bien lo que le acabó de pasar el otro día, que está sufriendo de esos enormes dolores de cabeza con la inflamación en su cerebro y la pérdida de visión.—No lo justifiques Marta, hizo el tratamiento y estaba bien, tanto que empezó a recordar a esa mujer. ¡Christian debe estar muy feliz con su prometida y se ha olvidado de mí y de los niños!—No saques conclusiones sin saber Bella, hace un rato llamé a la empresa y me dijeron que no ha ido a trabajar, lo llamé a su teléfono y tampoco me responde. Algo le ha pasado a él o a su mamá. ¡Llámalo!—¡No! Y no te atrevas a llamarlo de mi parte, y mucho menos a decirle lo que acabo de decir, no te vayas a meter, es un asunto entre marido y mujer y nadie debe meterse. Si lo vamos a resolver, será entre los dos. Yo le había prometido que si se acordaba de ella y la amaba como todos le d
El abuelo se queda mirando fijamente la información que tiene desplegada delante de él en el buró, mientras su jefe de seguridad lo mira en silencio en espera de lo que decidirá hacer. —¿Y dice que se están reorganizando otra vez en contra de Santiago?—Sí, creo que Eva está detrás de todo eso.—¿Pudiste saber para dónde se fue?—No, cómo le expliqué, el que la seguía tuvo un accidente porque se le atravesó un carro en el medio, se le perdió el taxi en que ella iba y el chófer dice que la dejó en una estación, pero no logramos encontrar de allí para dónde se había ido. En la cámaras de la red de seguridad no aparece. La seguiremos buscando.—¿Y por qué dices que es Eva la que puede estar detrás de esa reorganización de los enemigos antiguos de Santiago?—Por qué fueron los mismos, con la que la vimos reunida en aquel hotel que estaba antes del intento de secuestro de los niños.—Entiendo, agarra ahora mismo el otro yate, llénalo de unos cuantos hombres y vete a buscar a Santi
—Porque estamos corriendo tremendo peligro, es por eso que vino el hombre de seguridad de papá. Tenemos que irnos cuanto antes de aquí. Les explica muy serio, porque en verdad teme que esos yates que viera Rodrigo en su recorrido cuando venían, estén llegando ya a la isla, son para atacarlos y teme que los encierren y no puedan escapar con los niños. Bella vuelve a entrar a la habitación y comienza a vestirse como le indicara su padre muy asustada. Mientras Santiago regresa al despacho donde Rodrigo le informa, que acaba de hablar con su papá y que enviaría el yate mayor, para recogerlos y eso lo llena de satisfacción. Porque con ese, podrán irse a pesar de la gran tormenta que está reinando con fuertes aires, que hace que las olas se vuelvan muy peligrosas para los más pequeños que ellos tienen. Mientras en la ciudad, Eva está reunida con unos cuantos hombres en una casa desconocida en las afueras. A pesar de la lluvia que está cayendo, ella ha logrado venir a reunirse con
Christian se ha quedado en silencio después de escuchar todo lo que le ha dicho el doctor, mientras su hermana llora a su lado asustada, por lo que piensa que puede acabar con la vida de su hermano. Las últimas pruebas han corroborado el diagnóstico que habían previsto anteriormente y necesita hacer una operación con urgencias para no quedarse ciego por completo, y para extraer el pequeño tumor que tiene presionando los nervios ópticos debajo de la glándula hipófisis.—¿Cuánto tiempo tengo para decidir eso? — pregunta Christian—Preferiría que lo decidieras ahora mismo, para ver si te programamos la operación lo antes posible — le dice el neurocirujano en compañía de David, que abraza a su novia que está muy asustada.—No, necesito primero resolver algunas cosas antes de tomar una decisión como esa, en la que puedo perder mi vida o quedar muy mal como usted me acaba de explicar. Haré el tratamiento antiinflamatorio que me dijo para recuperar mi visión y resolver todo lo que tengo pen
Guarda el teléfono en espera de ver quién es el que viene en dicho auto, pero no reconoce a nadie de los que se bajan y vienen hasta donde él se encuentra.—Buenas tardes.—Buenas tardes,¿quién es usted si me permite saber y que quieren esta casa?—Néstor Guzmán es mi nombre. Soy el prometido de Adele y me dijeron que estaría aquí en esta casa esperando por mí.—¿Cómo dijo? ¿El prometido de Adele? ¿Y por qué habría de estar en esta casa? — pregunta el señor Thompson dándose cuenta que es al tipo que le vendieron a su ex nuera.—¿ Y usted quién es?— Soy el señor Thompson, padre del dueño de esta casa Christian Thompson, que fue el ex prometido de Adele, y que actualmente se encuentra felizmente casado con Isabella Sardino y tiene dos hijos. Así que aquí no va a encontrar a su prometida, que ya hace mucho tiempo que no la vemos por todo esto. —Responde firmemente mirando al hombre a los ojos, que mira la casa como si quisiera penetrar en ella. El señor Thompson mira las intencio
Christie observa al hombre que tiene delante de ella sonriente, muy seria. Mira a su guardaespaldas personal que asiente con la cabeza, y se marcha a realizar lo que ella le ha mandado hacer.— Por favor señor Néstor, pase a mi oficina. Abre la puerta dándole paso para después introducirse y dejarla abierta, hasta sentarse detrás de su buró, llamando a su secretaria diciéndole que le traiga algo de beber a los señores. Luego de acomodarse, lo mira directamente a los ojos y le pregunta.—¿A qué debo su visita? Si vino a hablar de su prometida, le digo que perdió su tiempo, no sé nada de ella.—No he venido a hablar de Adele, he venido para avisarle que voy a invertir en su empresa, bueno para hacerle más sincero, voy a comprar todas las acciones que están en venta de la misma.—¿A qué acciones usted se refiere? Nuestra empresa en estos momentos no está vendiendo ningún tipo de acciones.—No, pero lo estarán en unos momentos.—¿A qué se refiere? Hable claro para poderle entender.—
Mientras Isabella llama una y otra vez a Christian, sin obtener ningún tipo de respuesta porque no puede comunicarse. En lo que trata de calmar a sus hijos que están gritando asustados ante los grandes golpes y tumbos que da el yate de un lugar a otro, cuando escucha el grito de Marta llamando a su papá. Toma a sus hijos sin importarle el peligro y corre hacia el puente desesperada.—¿Qué pasó con papá Marta, qué pasó con papá?—¡Isabella! ¿Te volviste loca? ¡Baja para el camarote con los niños, te puede llevar una ola como hizo con papá!—¡¿Qué?!De pronto se escucha un enorme golpe que hace que el yate se detenga por un momento y todos son arrastrados hacia adelante.—¿Qué pasó Marta?—¡Chocamos con un arrecife Isabella, chocamos! Grita en lo que trata de maniobrar, siendo golpeada por las olas y mirando como se acercan peligrosamente los que los persiguen.—Las armas Bela, ¿dónde las dejaste?—¡Chicas, corran, tenemos que abandonar el yate, se está hundiendo! —les grita Rodrigo