Unas risitas me despiertan, abro los ojos y no puedo creer lo que veo, a Christian, qué se ríe feliz con los dos niños encima de él.—Hola niños, ¿saben que no pueden entrar, en la habitación de mamá y papá, sin tocar la puerta?—¿Por qué? —preguntan inocentes.—Pues porque papá y mamá, puede que estén sin ropa.Les explica Christian mirándome insinuante y veo cómo se fija en la abertura de mi bata que deja casi al descubierto mis sueltos pechos. Me la cierro poniéndome colorada y observando a Chris como disfruta de verme así, al tiempo que se pasa su lengua por los labios y se limpia la garganta, también medio nervioso y colorado, y eso me hace reír. Pero la voz de Lucy hace que dejemos de mirarnos para prestarles atención a ellos.—Nosotros vemos a mamá sin ropa, ¿no podemos verte a ti, papá?—pregunta—No mi amor, tú puedes ver a mamá y Lucas puede verme a mí.Explica con mucha paciencia y yo no dejo de asombrarme la habilidad que tiene para tratarlos como si hubiese estado con ello
Dice Adele, entrando por la puerta de la cocina, vestida con ropa de montar. Lo hace pavoneándose, como si fuera la dueña de todo. Lleva su cabello rubio al aire y se ha maquillado sutilmente, pero se le nota. No puedo negar que es realmente bella y que por ello enamoró a mi Christian. Tampoco, que siento un salto en mi estómago cuando la veo, tengo miedo que me lo robe. Aunque no le daré el gusto de verme celosa, si Chris la quisiera, no estaría conmigo. Porque ella es el motivo por el que aceptó casarse. Eso me da la seguridad y confianza de saber que no es rival para mí.—Buenos días, Adele.La saludo secamente, mirándola fijamente, sin una gota de nerviosismo, sigo comiendo mi tostada como si no existiera. Ella avanza con la fusta de golpear a los caballos, chocando contra sus altas botas de montar. Y tratando al parecer de intimidarme. Al ver que no causa el efecto deseado, dice algo molesta, aunque trata de reprimirlo.—¡Los estábamos esperando para ir a montar!—Lo siento mucho
—¡No, hijo, no pienses así! ¡Cálmate, si te ve así, se va a poner muy mal! Mi abuelo me mira suplicante. Entiendo lo que quiere. Me acerco, lo abrazo y lo beso. Él, me devuelve el abrazo y me susurra—¡Perdón Bella, perdón por todo!—¡Te quiero papá! ¡Te quiero mucho! —Lo abrazo fuertemente Por fin se calma. Nos sentamos uno al lado del otro. Mi padre no me suelta la mano y a cada rato la besa. Lo dejo hacer, porque sé que es lo que necesita ahora para que se tranquilice. Al fin, mi abuela sale sonriente, mi padre es el primero que la abraza y la besa, sale con ella así. Nos dirigimos a la casa. Al llegar, todos nos estaban esperando. Se ponen felices de saber que está mejor. Pero, la alegría se nos opaca, cuando escuchamos a la madre de Christian.—Hijo, hemos decidido quedarnos aquí en tú casa, para pasar más tiempo con ustedes. Vemos el estado de salud de la abuela y creo que estar con toda la familia, le haría bien. Todos nos miramos, Christian sonríe y me mira suplicante. No
Me quedo pensativa, aunque mi familia ha hablado de la novia de papá, no recuerdo que hayan mencionado su nombre, por eso respondo sinceramente.—No lo sé, es la primera vez que la escucho mencionar. Al parecer fue alguien muy importante en la vida de papá, quizás su primera novia.—Y mi padre se la quería quitar si no lo hizo y la tiene escondida por algún lugar.—¿Crees a tu padre capaz de hacer eso?—Sí, y de cosas peores también.—Estoy asustada, Chris. ¿Qué va a pasar con nosotros? ¿Qué va a pasar con mis hijos?—Nuestros Bella, y no va a pasar nada. Son míos, los inscribiré.—¡No! Por ahora no, asegurémonos primero que esto entre nosotros va a funcionar y luego hablaremos de eso. ¿De acuerdo?—Pero Bella…—No insistas Chris, son mis hijos, debo tomar toda la precaución posible para protegerlos. Lo siento mucho, pero en eso no voy a ceder.—Te entiendo. Un silencio incómodo se adueña de los dos, nos quedamos así por largo rato abrazados sin saber qué hacer o qué decir. Las luce
—Sí, sigue, sigue amor, no pares, por favor, no pares…Y su miembro se acomoda en mi entrada, me tenso asustada. Pero me besa mi boca apasionadamente, mientras sus manos recorren mi cuerpo. Poco a poco, se va introduciendo en mi apretada cavidad. Siento un ardor, mezclado con dolor. ¡Como mi primera vez! Un grito ahogado se escapa de mi garganta. Se detiene, y me mira asombrado.—¿Te duele, amor? ¿Quieres que pare? ¿Seguro estás bien? Podemos hacerlo cuando estés lista.—¡Estoy lista, estoy lista! No te detengas, solo recuerda que esta es mi segunda vez. Casi, mi primera vez, parece que se cerró de nuevo. ¡Pero, no quiero que pares! Respondo y lo beso con ansias, mordiéndole el labio ante el dolor que me provoca su entrada. Me besa mis ojos, enjugando mis lágrimas, que escapan sin yo poder hacer nada. Termina de un golpe de introducirse. Suelto un grito.—¡Perdón, amor, perdón, ya va a pasar, te amo Bela, te amo! Relájate cariño, por eso creo que te duele más. Vamos, tienes que logra
Ya ha pasado una semana, desde que mis suegros llegaron. Hasta ahora, debido a que Christian y yo, realmente estamos en una relación, les ha sido muy difícil encontrar una prueba, que demuestre lo contrario de lo que le hemos contado. Nosotros somos extremadamente felices, nos abrazamos y besamos sin pena en cualquier lugar. Mima y abuelo también están felices de que todo se haya vuelto realidad, y ni hablar de mis hijos. ¡Adoran a Christian y él a ellos! Adele no ha vuelto a meterse con nosotros, se la pasa hablando por teléfono, creo que se resignó a que lo perdió. Aunque Christie dice que no, que debe estar planeando alguna fechoría. Nos reímos mucho con ella, está alborotada porque la viene a ver un doctor francés que conoció en su último viaje. Dice que solo viene a traerle unas cosas , pero su mirada le brilla cuando habla de él. Chris cree que está ilusionada con él. Según él, a ella le causa mucho trabajo confiar en las personas y el novio que tuvo la defraudó mucho porque n
Observo a Bella que me mira asombrada de verme bufando delante de ella al abrir el elevador y preguntarle si Luis se atrevió a hacerle algo.—¿Cómo sabes que estaba en el elevador con Luis? —pregunta a su vez, asombrada. De seguro se pregunta si la estoy vigilando. Pero no la dejo ir por ahí.—¡Eso es lo de menos Bella! —digo furioso, haciendo que gire para mirarme. —¿Dime si se atrevió a ponerte un dedo encima?—¡No! No, amor, te lo aseguro, solo me amenazó, porque está convencido, que mi abuelo arruinó a su familia. Me cuenta y trata de alejarme del elevador, porque me ve con intenciones de ir a poner a Luis en su lugar. No quiere que se haga un escándalo por tan poca cosa. Insiste en hacerme caminar, pero me desprendo de su agarre y giro para preguntarle.—¡¿Qué?! ¡Se atrevió a amenazarte!—Christian, amor ¡cálmate! ¡No pasó nada! ¡Recuerda, que yo me sé defender!Me abraza y la estrecho fuerte contra mi pecho, mi corazón late acelerado. La abrazo pasándole las manos por su espal
Comienzo a caminar rumbo a donde ellas están, pero recuerdo que dejé la computadora en la tienda y giro corriendo. Adele me sigue y se queda afuera. Al salir la veo como observa mi bolsa. No me gusta que se haya enterado de los relojes.—¿Le compraste reloj de localizadores a tus hijos? —pregunta señalando una de las cajas que asoman por la bolsa.—Sí Contesto y le arrebato la bolsa indicando que me molestó que mirara su contenido. Va a seguir hablando, pero mi hermana llega y la mira con odio, por instinto Adele se aleja. —¿Qué hace esa aquí? —pregunta molesta.—Al parecer papá y mamá están aquí. —Le explico a Christie que nuestros padres están arriba en la cafetería.—¿En serio? ¿Y en vez de llamarnos a nosotros, vinieron con esa zorra? Pues no iré a verlos. —Dice molesta.—Vamos a saludarlos Chris, no empeoremos las cosas —le pido en lo que tiro de ella por un brazo. —Ya sabes que viene la fiesta, haz un esfuerzo para que todo salga bien, por mí, ¿sí? Además, recuerda que tenemo